Usted está aquí: viernes 29 de julio de 2005 Capital Mi legado, una nueva forma de hacer política

Entrevista a ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR, JEFE DE GOBIERNO DEL DISTRITO FEDERAL

Mi legado, una nueva forma de hacer política

El PRI es el partido con más estructura, dinero y trampas

El mandatario local, quien hoy deja la jefatura de Gobierno, considera que lo más importante de su gestión es que no hubo represión ni tortura y siempre se buscó el diálogo

Ampliar la imagen Entrevista con Andr�Manuel L� Obrador, jefe de Gobierno del Distrito Federal FOTO Carlos Cisneros Foto: Carlos Cisneros

Para empezar, aclara: "No soy una víctima. Me trataron de hacer a un lado y no pudieron. Tampoco pertenezco al centro". Andrés Manuel López Obrador acepta, a unas horas de dejar su controvertido paso por el gobierno de la ciudad de México, que tuvo errores y uno de ellos fue incorporar a Gustavo Ponce a su gabinete, sin darse cuenta de que era amigo de Ahumada. Puntualiza que los 10 minutos con Vicente Fox en el episodio del desafuero resultaron "ríspidos, pero se evitó un conflicto mayor".

En la última entrevista que ofrece como jefe de Gobierno del Distrito Federal a la sección La Capital de La Jornada, dispara al futuro, esboza cómo podría ser su gobierno si gana las elecciones de 2006 y atrapa, a su modo, la esencia de los primeros años del nuevo siglo, periodo en el que orientó el rumbo de los destinos políticos y económicos de la ciudad. "La gente no me va a recordar como víctima. Aspiro a que me recuerde por la obra social y por tratar de acreditar un nuevo modo de hacer política, en el que los pobres son prioridad. Eso es lo que más problemas acarreó. Habrá más problemas si ganamos, pero también habrá más gente, la de todo el país, para respaldarnos."

En la entrevista, que pronto deviene conversación, López Obrador se abre de capa, reafirma que no es un hombre de centro, "nunca lo he sido. Soy de izquierda y no voy a ser ni líder moral ni cacique político. Yo voy a jugar mi papel porque así lo quiere la gente, no todo el pueblo de México -admite- sino los que me están apoyando para tratar de ganar la Presidencia de la República y para echar a andar un proyecto nuevo, distinto, con todo lo que ello implica. La campaña y la elección no van a ser un paseo por la Alameda. A nosotros nos pusieron aquí las circunstancias y vamos a cumplir nuestra responsabilidad".

López Obrador se atreve y pregunta: "Imaginen que no triunfe el dinero sobre la moral, imaginen que el pueblo derrota al poder de las mafias y del hampa de la política. Ganar la Presidencia de la República no va a ser fácil. Nos estamos enfrentando a quienes van a utilizar todo el dinero del mundo, todas las trampas, los conozco bien, los he padecido".

López Obrador, quien este día deja la jefatura de Gobierno, apela una vez más a la participación de la gente en las elecciones de 2006, a la movilización, al entusiasmo, porque si la gente se deja convencer de que tanto los candidatos de PRI y PAN, así como López Obrador, son lo mismo, no habrá participación y será el PRI el que gane. "Si predomina el criterio de que no hay opción ni alternativas y se cae la participación de la gente, gana el PRI, porque es el partido con más estructura, con más dinero y con más trampas. Si va a votar menos de 50 por ciento del padrón, ellos ganan; si vota más de 50 por ciento, no triunfa el PRI.

"De eso se trató cuando los videos, de demostrar que todos somos iguales y hay que reconocer que fue un golpe durísimo que desmoralizó, a eso le apostaron, pero no somos iguales y la gente tendrá que participar, en caso contrario, ora sí que esta empresa no tiene futuro."

-Usted ha dicho que el mayor peligro para el país es que regrese el PRI. ¿Y Ahumada?

-El PRI representa la posibilidad de arrebatarnos el triunfo, el PAN está desfondado y la fotografía de hoy es una polarización PRI-PRD, con ventaja para nosotros, es decir, tenemos más posibilidades de triunfar, pero insisto, es la fotografía de hoy y faltan 11 meses.

Ahora López Obrador, cómodo, sin corbata, que usa siempre en las reuniones con la prensa, responde a una pregunta que regularmente batea: admite que hubo errores y que el mayor es no haber tenido más cuidado al seleccionar a su equipo. "Tuve que haber sido más cuidadoso para ver lo de Ponce, me tocó nombrarlo secretario de Finanzas y no sabía de su relación con Ahumada. Hay cosas que son difíciles, muy difíciles de controlar, pero además yo parto de la confianza hacia la gente que trabaja conmigo, no tengo un sistema de espionaje."

La izquierda y López Obrador

Sobre el primer punto de sus 50 compromisos para recuperar el orgullo nacional, aseguró que es posible que se revise todo lo relacionado con los acuerdos de San Andrés y señala que si no se lograron "fue porque el Presidente no ayudó; si hubiera querido, claro que salen.

"Este (los 50 puntos) es apenas un primer documento, cuando estemos cerca de las elecciones el documento estará más acabado, después de las elecciones habrá otro más. Lo importante es que existe un compromiso para hacer justicia con las comunidades, con los pueblos indígenas y hacer justicia con los pobres del país. Hay que recordar que nosotros no estamos en esto en busca del poder por el poder."

Pone énfasis en que las críticas se toman en cuenta, pero asegura que lo más importante de su gestión fue que durante ese lapso no hubo represión, que nadie perdió la vida por represión policiaca, que no se permitió la tortura y que siempre se buscó resolver los problemas mediante el diálogo y el acuerdo

-¿Los ataques no sólo provienen de la derecha, también te ha atacado gente de izquierda como Cuauhtémoc Cárdenas y el subcomandante Marcos...?

-Ni a Cárdenas ni a Marcos los veo como adversarios. Yo no pierdo de vista quiénes son realmente los que no desean que avance nuestro movimiento, pero quiero ser muy claro: salió la crítica de Marcos, salió la crítica del ingeniero y me llamó mucho la atención que en algún periódico donde nunca antes se les había publicado se volvieron partidarios por un día, por un rato o por conveniencia, de Marcos y del ingeniero.

"Este es un asunto de fondo que se tiene que tomar en cuenta. Entiendo que no todos podemos pensar de la misma forma y que tiene que haber pluralidad. Tenemos que aceptar también el derecho a disentir y a la crítica, que la mayoría de las veces ayuda para reafirmar nuestros principios, para no excedernos, para que el poder no nos maree y no nos cambie.

"Por eso es muy importante la crítica del flanco izquierdo, ¿a ver, que te digan que eres de centro? ¡Cuidado!, porque eso es lo mismo que el neoliberalismo. Aparentemente no hay razón para esa crítica y yo tengo forma de argumentarlo, pero de todas maneras el hecho de que nos estén criticando ayudará a que no se nos olvide cómo debe ser el quehacer de uno.

"Pero yo no me confundo, sé quién es el enemigo. Es muy evidente ubicar a quienes me quisieron destituir. No estoy inventando, el trabajo lo hicieron, por ejemplo: Madrazo, Chuayfett y Manlio para someter a los diputados del PRI, fue un trabajo intenso, a fondo. La derecha tiene como doctrina la hipocresía, se las dan de ser muy abiertos, muy plurales, muy defensores de la libertad, pero no es cierto. Eso me molesta. Los políticos de derecha que supuestamente son gente de bien, son unos reverendos farsantes.

"Me quisieron hacer a un lado, pero no pudieron".

No habrá impunidad

Frente a los hechos recientes y la exculpación de la autoridad judicial a Luis Echeverría y Mario Moya Palencia, se le pregunta por qué en los 50 compromisos no hay ninguna referencia a los crímenes de la guerra sucia.

López Obrador responde que los responsables de esos crímenes deben ser castigados y que si

no está en los 50 compromisos es porque se trata de un valor entendido, "no tengo compromisos con represores y en su momento se va a crear una comisión de la verdad con gente seria y honesta, una comisión con la voluntad suficiente de hacer justicia, las cosas no funcionaron porque no hubo voluntad política".

-¿Aunque esto signifique enfrentarse al Ejército?

-Aunque signifique enfrentarse al Ejército, pero además no es enfrentarse al Ejército, es poner en claro lo que sucedió y castigar a los responsables directos, no es una condena al Ejército como institución, es castigar a la gente del Ejército que participó en estas atrocidades.

Después recuerda que todos los ataques lo han afectado en lo personal y en lo familiar, pero afirma que lo ha superado y que sus hijos han sido parte importante, con su solidaridad, para poder brincar esos obstáculos. "Los dejó bien formados la mamá, yo he jugado un papel de padre para atender a mis hijos, todos los días como con ellos, el problema es que ellos ya no quieren comer conmigo todos los días porque traen otras agendas, pero trato de estar muy cerca de ellos. En el asunto del desafuero fueron muy solidarios, hablamos bien del tema y siempre estuvieron muy conscientes, muy firmes. Familiarmente estoy bien. Políticamente también me siento muy tranquilo, muy echao pa' delante, con mucha autoridad moral".

Y habla del futuro, asegura que equipo existe y que "líder no va a faltar", que el equipo va a ser de primera, a la altura de las circunstancias y que estará integrado por mujeres y hombres honestos, de principios, con ideales.

"Si yo salí adelante en el gobierno de la ciudad fue porque tenía un equipo muy sólido, lo que pasa es que mi personalidad es controvertida y se piensa que nada más fue la labor del jefe de Gobierno, y recibo todos los aplausos y también las críticas, pero detrás hay un equipo de gente muy buena, muy preparada".

Al reconocer a la gente que ha trabajado con él durante su gestión en el gobierno de la ciudad, López Obrador admite que "soy el que menos nivel académico tiene en el gabinete que me tocó dirigir. Nada más comparen el gabinete de la ciudad con el gabinete federal".

-Hace un momento nos habló de que para poder ganar las elecciones hace falta movilizar a la gente; sin embargo, cuando toda esa gente estaba en la calle la desconvocaron. Hubo una desmovilización?

-Movilización no significa necesariamente estar en la calle. El llamado a que se concluyera ese pacto era porque ya no podíamos seguir con lo mismo, el problema que tenemos en la izquierda es que llevamos los movimientos siempre hasta el agotamiento, pero no se trata de estar movilizados por sistema.

"La lucha tiene etapas, tiene fases, era muy difícil, o al menos no se presentaron alternativas para mantener activa a la gente con el tema del desafuero. Se suponía que eso estaba resuelto. Le tomé la palabra a Fox y ahora está eso de la procuraduría, de que lo pueden revivir, pero no, no lo van a poder hacer. Estoy tranquilo, realmente tranquilo. Yo di por terminado el asunto. La entrevista con Fox, ésa de 10 minutos, fue muy ríspida."

López Obrador relata que al concluir aquella reunión estaba decidido a no seguir con la confrontación; "sí se tocó el tema, pero ya no para negociar nada ni reclamar nada, sino para decir: qué bueno que se tomó la decisión, porque se evitó un conflicto mayor".

Explica que esa etapa, la de la movilización en las calles, tenía que terminar para iniciar otra, porque movilizarse "también es que se corra la voz, que se pegue una cartulina, todo lo que se hizo, que también implicó la marcha, pero de lo que estoy convencido es de que si la gente no se moviliza no ganamos, si la gente no se entusiasma esta empresa no tiene futuro".

La nueva forma de hacer política

En el aspecto económico, López Obrador tiene claro que para hacer un buen gobierno tiene que haber una nueva forma de hacer política.

Asegura que orientar el presupuesto de manera preferencial en beneficio de los niños y los pobres no les gusta a ciertos grupos, pero para él es lo primordial.

Advierte que nunca se había destinado tanto dinero a los pobres como ahora, lo que es fácilmente comprobable, "y les irrita. Molesta más si venimos de una etapa de predominio neoliberal, de una etapa donde la idea, el criterio principal era que el Estado tenía que diluirse y dejar que el mercado lo hiciera todo. Por eso viene lo de populismo, lo de paternalismo, eso explica en mucho el porqué se van tanto contra nosotros. Otra razón muy importante es el respaldo popular, y ya empieza a preocuparles que podamos seguir adelante con estas nuevas formas hacia las elecciones de 2006, eso no lo aceptan y los lleva a actuar como lo hicieron, como se confabularon Salinas, Fox, Fernández de Cevallos, todos en mi contra."

López Obrador dice que para los neoliberales las reformas fundamentales son la energética, la fiscal, la laboral, pero que él tiene una agenda distinta que busca la aplicación de programas sociales con la participación de la gente, pero sin clientelismo.

Dice que otro factor de diferencia es que en su gobierno deberá haber crecimiento económico y empleo, y que para los tecnócratas sólo se trata de mantener equilibrios macroeconómicos. "Nosotros sí vamos a mantener equilibrios económicos, porque es algo de sentido común, no podemos endeudar al país, eso es obvio, pero eso no significa que no haya crecimiento económico generando empleo. Esos dos temas son la diferencia."

Plantea también que para llevar a cabo su proyecto no se necesita aumentar impuestos ni gravar más los salarios, porque el problema tiene que ver con la evasión fiscal: "si se pagaran los impuestos tendríamos una hacienda pública fuerte.

Asegura que para los neoliberales es muy fácil decir que lo que se requiere es aumentar impuestos, pero que desde su particular punto de vista lo que hace falta es cobrarlos. "Tenemos una evasión fiscal de más del 50 por ciento, en Brasil la evasión es de 10; en Europa de 15; en EU de 20, y en México de más de 50 por ciento. Si esto se resuelve vamos a tener recursos suficientes o los necesarios para impulsar el crecimiento."

Para avalar su dicho ofrece datos y señala que durante su gestión la recaudación de impuestos aumentó más de 2 por ciento en términos reales, es decir, 2 por ciento por encima de la inflación. Al inicio de este gobierno la recaudación llegaba apenas a 32 mil millones de pesos y en 2005 ya sobrepasa 46 mil millones.

De la misma forma plantea evitar el derroche, los gastos improductivos, y asegura que de esa manera se logró tener un ahorro de alrededor de 11 mil millones de pesos. Ese fue el plan de austeridad. "Si no aumentan los sueldos de los altos funcionarios públicos, si no se compran coches nuevos, si no se permiten viajes al extranjero, si no se permite la remodelación de oficinas y se baja el gasto de publicidad, se pueden lograr ahorros muy importantes."

Pero no queda ahí: esos logros, advierte, se hicieron sin endeudar a la ciudad, tuvieron como base no permitir la corrupción. "Parece sencillo, parece increíble, pero el principal problema del país es la corrupción. Desigualdad y corrupción se relacionan. El gobierno estaba organizado para el saqueo y cuando eso no se permite el presupuesto rinde."

La seguridad

López Obrador reconoce que en cuestiones de seguridad pública no se está avanzando "como quisiéramos", pero explica que no se trata de un asunto de policías y ladrones, ni se va a resolver nada más con cárceles, con amenazas de mano dura, con leyes más severas. "Tiene que ver con la descomposición social, con la falta de crecimiento económico y la falta de empleo. En 20 años no hubo crecimiento económico. El que no se haya desbordado la inseguridad no es un asunto menor."

Agrega que en nada ayuda a la percepción de seguridad el secuestro del director técnico del equipo de futbol Cruz Azul y califica el hecho de "muy triste y lamentable".

Y al mencionar las campañas en televisión que hablan sobre la inseguridad en la capital del país, insiste en que detrás de ellas está Claudio X. González, ex asesor de Carlos Salinas.

Añade que debido a la difusión de esos anuncios se ha llegado al extremo de que en Culiacán, Sinaloa, se piense que en la ciudad de México no se puede salir a la calle, aunque en asuntos de seguridad la capital del país ocupe el lugar 18 de las 32 entidades del país.

"Me siento satisfecho porque todos los días trabajé como ninguna otra autoridad del país. Todos los días analizamos los reportes de seguridad y todos los días se tomaron decisiones, pero mis adversarios van a decir que se trata de una asignatura pendiente."

Al final de la conversación López Obrador comenta lo reconfortante, lo estimulante que es el apoyo de la gente. "Después de que te bombardean todos los días y sales a la calle y trabas una relación directa con la gente, todo es diferente. Una cosa es lo que piensa la gente en la calle y otra lo que zumba arriba."

Y remata con un anuncio: "Hoy, en mi informe me voy a declarar chocochilango."

 
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