Usted está aquí: lunes 20 de junio de 2005 Política Los feminicidios, mensajes del crimen organizado a la sociedad: Morfín

Hasta noviembre de 2004, sólo cuatro sentencias de 410 casos ocurridos en Juárez

Los feminicidios, mensajes del crimen organizado a la sociedad: Morfín

A un año de creada la coordinación para erradicar la violencia disminuyeron los homicidios: de 34 pasaron a 14

Las evaluaciones no hay que verlas en blanco y negro, sino en claroscuros, considera

ALONSO URRUTIA

En ella recae gran parte de la coordinación federal para alcanzar lo que hasta ahora se ha visto como una imposible solución al asesinato contra mujeres en Ciudad Juárez. Sabe que la tarea es poco grata; los últimos homicidios de menores perpetrados con gran saña y violencia se lo recuerdan. Guadalupe Morfín, coordinadora para la Erradicación de la Violencia en Juárez, aventura una hipótesis que sintetiza la situación en esa ciudad: "podría decir que se trata de algún tipo de mensaje siniestro lanzado a la comunidad, de que no hay ningún tipo de seguridad, ni aun intramuros".

Una de las madres recientemente agraviadas por el asesinato de su hija, recuerda Morfín, lo refleja. "Yo cuidaba a mi hija -me dijo- de la violencia en la calle, ¿cómo pensar que tenía que cuidarla también de la violencia en mi propia casa?" Los datos que llegan a la coordinación dan cuenta de un factor asociado a la agresión contra la mujer: Juárez es la segunda ciudad del país en consumo de drogas, la primera, en el caso de la heroína. Sus efectos son claros cuando se revela que más de 50 por ciento de casos están vinculados con adicciones.

Combatirlas lleva tiempo para que arrojen resultados, como ocurren con la mayor parte de las 40 acciones que aplica el gobierno federal para reconstituir el tejido social juarense. "¿Qué es lo que sí podemos hacer de inmediato? Combatir la impunidad, que se investiguen bien los asesinatos diseñar fórmulas de prevención y detección de la violencia intrafamiliar". El entramado judicial se complica entre esclarecer los asesinatos, e indagar a quienes, en su momento, investigaron mal esos homicidios; una investigación, dice Morfín, que llevó a la anterior fiscal, María López Urbina a enfrentar 27 demandas de ex servidores implicados.

Ella sostiene que gran parte del trabajo federal se juzga por los resultados, y que los efectos de los programas sociales llegarán a mediano plazo. En el ámbito judicial, la comisión se circunscribe a empujar la agenda de la justicia para los asesinatos, cuya cifra aún es imprecisa. Hasta ahora sólo hay cuatro sentencias en un universo de muertes que van de los 320 a los 410 a noviembre de 2004. Y siguen sumando.

-Pareciera que los recientes asesinatos en Juárez dan cuenta de que no hay muchos avances...

-Al año de creada la coordinación, de julio de 2003 a julio de 2004 hubo una notable disminución de crímenes contra mujeres, pues pasó de 34 asesinatos a 14. Eso, creemos, fue fruto del Programa Integral de Seguridad Pública. En octubre de 2004 hubo cambio de autoridades municipales y estatales y en el 2004 fue decreciendo sensiblemente la presencia de tropas federales de este programa en la frontera porque había otros requerimientos. Es cierto que las cifras se han incrementado a raíz de los cambios de administración. La hipótesis es que se trata de mensajes de la delincuencia organizada para presionar a los nuevos gobiernos en algún sentido que a ellos convenga."

-¿Cuáles son las cifras? Porque hay una guerra al respecto.

-Hay distintas: la CNDH habla de 363 asesinatos en su informe de 1993 a 2003; Amnistía Internacional de 370 asesinatos en esos mismos 10 años. Hay que agregar homicidios posteriores. En 12 años, Justicia para Nuestras Hijas reconoce 410. Julia Monarrez, cuyo estudio aparece en el diagnóstico del Colegio de la Frontera Norte -de 1993 a 2004-, reporta 382 homicidios, 148 considerados como feminicidio sexual sistémico.

"Se ha visto que ha regresado la SIEDO; se designó una nueva fiscal especial. ¿Por qué interesa el retorno de estos agentes? Se debió ejercer una atracción general integral, cosa que no se hizo, sino sólo donde hubiera delitos federales: pero independientemente de eso, tenemos que evaluar las fórmulas que nos dan resultado.

"La participación de la SIEDO fue en los casos del campo algodonero, del cerro del Cristo Negro y otras más, que fueron en total unas 21 indagatorias, que acumulan 24 homicidios. No se interrumpió el trabajo, pero se le bajó de perfil. Su presencia tuvo que ver con la consignación de personas relacionadas con delitos contra mujeres en que se creían ya irresolubles".

-Se juzga el trabajo por resultados y, con la impunidad, la percepción social es que no hay resultados.

-Hay que insistir en que me corresponde la coordinación y el enlace, pero no la ejecución directa de estas acciones; sólo tengo la misión de empujar la agenda de la justicia.

Morfín da cuenta del saldo de la ex fiscal: la creación de una base de datos genética que permitió entregar cuatro resultados de estos análisis; dos fueron aceptados de inmediato y dos más, cuestionados. Es un problema tan complejo, caracterizado por la desconfianza en las instituciones públicas. "Hay que aprender a no ver en blanco y negro las evaluaciones, sino en claroscuros. El trabajo conjunto de la fiscal con la procuraduría local pudo lograr el hallazgo con vida de nueve mujeres desaparecidas".

En educación se impulsa un programa para informar cómo opera la delincuencia organizada para que los alumnos no queden a expensas del tráfico de drogas o armas. Según el reporte del Consejo Nacional contra las Adicciones, Juárez es la segunda ciudad del país en mayor consumo de droga. El combate al narcotráfico no solamente opera en lo policial, sino que debe enfrentarse como un problema de salud pública.

-¿Han sido fallas, negligencia o errores en procuración de justicia?

-Hay una fórmula novedosa y dotada de legitimidad del nuevo gobierno estatal, al involucrar al Congreso en el nombramiento del procurador, pero es inevitable pensar que esta procuraduría heredó personas y esquemas del pasado que tienen que irse cambiando para refundar la institución y posibilitar el estado de derecho. Imaginemos que uno de los antecesores de la actual procuradora fue una persona muy cuestionada en el ámbito de los derechos humanos que mereció recomendaciones severas.

-¿Se ha hablado de una polarización social en Juárez?

-Cada vez que se vislumbra el tema hay personas que lo ven como un agravio, pero ¿qué es lo que realmente agravia a la sociedad en Juárez? La impunidad, la poca fortaleza o inexistencia del estado de derecho, que no sabemos en qué grado podemos considerar superadas. Pensemos en el hallazgo de la narcofosa en enero de 2004; hubo órdenes de aprehensión contra comandantes de la policía judicial y el de más alto rango, Miguel Loya -prófugo-, era el encargado de cuidar la ciudad de noche y es señalado no sólo como pastor del crimen organizado, sino como sicario. ¿Qué confianza social puede haber?

-¿En la investigación ha habido creación de chivos expiatorios?

-Sí. La creación de chivos expiatorios nos llama a pensar que si ellos están presos, los reales responsables están fuera y los peligros siguen vigentes.

 
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