Usted está aquí: miércoles 15 de junio de 2005 Política "Discúlpeme", dijo el agente suicida al MP

Resulta inexplicable que el arma estuviera cargada, frente a él, en el interrogatorio

"Discúlpeme", dijo el agente suicida al MP

Se presume que el triple homicidio del sábado se debió a pugnas por narcomenudeo

GUSTAVO CASTILLO Y CLAUDIA HERRERA

"¡Discúlpeme!", dijo antes de suicidarse Jesús Coronado López, elemento de la Agencia Federal de Investigación (AFI), a la agente del Ministerio Público que le iba a tomar declaración. El presunto homicida de dos de sus compañeros y una madrina tomó su pistola del escritorio frente a él antes de que rindiera su testimonio legal. Inexplicablemente el arma tenía el cargador puesto.

De forma oficial, el titular de la PGR, Daniel Francisco Cabeza de Vaca, explicó que el agente de la AFI se suicidó cuando se le mostró el arma para que la reconociera, pero en ese momento la arrebató y se disparó. Refirió en entrevista que la agente del Ministerio Público que tomaba la declaración está libre, porque no hay razón para detenerla.

Fuentes oficiales narraron a La Jornada parte de lo ocurrido en las instalaciones de la Procuraduría General de la República (PGR) que se localizan en la delegación Azcapotzalco, y también cómo fue que, de manera inexplicable, permaneció más de 10 horas en la sede de la AFI antes de ser puesto a disposición del Ministerio Público, tras ser detenido por sus compañeros como presunto responsable de haber dado muerte a tres personas el sábado en la ciudad de México.

De acuerdo con los testimonios obtenidos, Jesús Coronado López había estado jugando billar la tarde y noche del viernes con los también agentes de la AFI Moisés Abraham Maldonado, Alonso Fernando Acosta Hernández y un civil, quien se dice que trabajaba de madrina para ellos.

Después de varias horas habría surgido una discusión entre los cuatro, que concluyó horas después con la muerte de los dos agentes y el supuesto madrina en las inmediaciones de Plaza Galerías, en la colonia Verónica Anzures.

Tras el triple asesinato, Coronado López huyó y horas después se presentó en la sede central de la AFI, donde tras ser interrogado durante varias horas por mandos de la agencia reconoció haber participado en el crimen. Según las versiones obtenidas, la discusión con sus compañeros podría tener relación con narcomenudeo y el pago de "cuotas".

Al menos pasó 10 horas en la AFI y luego fue presentado en las instalaciones de la delegación Azcapotzalco, donde fue llevado a una oficina frente a la que ocupa el subdelegado de la PGR.

Hasta ahí llegó una agente del Ministerio Público para tomarle declaración. Había un tercero en el sitio, otro agente de la AFI que supuestamente estaba pendiente de la diligencia y como custodio de Jesús Coronado López.

Como parte de la diligencia, la pistola de cargo que llevaba el día del homicidio Coronado López fue puesta sobre el escritorio que lo separaba de la funcionaria. El arma estaba, curiosamente, con el cargador colocado y las balas listas.

Coronado López tomó la pistola, le dijo a la funcionaria "¡discúlpeme!" y sin que nadie se lo impidiera cortó cartucho, se puso la boca de la pistola bajo la barbilla y se disparó.

Sin embargo, nada se ha informado de cuál es el avance de la investigación que sigue la visitaduría interna de la PGR, sobre todo en relación con el tiempo que pasó en las instalaciones centrales de la AFI, quiénes fueron sus interrogadores y por qué no fue puesto a disposición inmediata del Ministerio Público.

 
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