Usted está aquí: sábado 11 de junio de 2005 Espectáculos Comienza operaciones globo aerostático en Chapultepec

Sube a 120 metros de altura y transporta a 30 personas

Comienza operaciones globo aerostático en Chapultepec

JAIME WHALEY

De los llanos de París en el siglo XVIII, cuando los hermanos Montgolfier experimentaron con su juguete, hasta una planicie en Chapultepec en los albores de este siglo, considerando también las hazañas de un excéntrico Joaquín de la Cantolla y Rico, que hasta con el caballo cargaba en los prolegómenos de la Revolución Mexicana, un viaje en globo -aunque sea vertical- siempre será tema de conversación.

Y en efecto, este globo, que sin ser de vuelo libre, seguramente dará mucho de que hablar, pues como lo sentenció Carlos Mackinlay, director del Instituto de Turismo del Distrito Federal, ''este será un atractivo que jalará gente, impactará a todo visitante''. ¿De qué se habla?, pues del globo aerostático que, desde el miércoles pasado, funciona en la segunda sección del vasto parque capitalino.

Un descomunal y casi redondo balón con una góndola colgante para los pasajeros del breve viaje, es la más reciente adición a las atracciones del México mágico, espacio de diversiones que está en lo que una vez fuera la feria infantil, a un costado de la subida de Constituyentes.

La nave, segunda de su tipo que se instala en el país -la otra está desde hace un par años en Acapulco y hay planes para otra en Guadalajara-, podrá ser abordada por niños desde los 2 años de edad hasta adultos más que mayores, con las honrosas excepciones de mujeres embarazadas o quienes tengan marcapasos.

Un potente cable de acero capaz de soportar 43 toneladas mantiene al globo en contacto terráqueo por lo que el aerostato asciende y desciende desde un solo lugar y ya arriba, en su máxima altitud de 120 metros, los caprichos de Eolo, o, mejor dicho en este caso, los de Ehécatl, lo llegan a mover unos cuantos grados respecto a su vertical.

Por viaje, 30 personas podrán ver las cercanías del entorno: al poniente, las copas de los árboles de Chapultepec; al norte, más arboles con las estructuras de algunos de los edificios aledaños al Periférico; al oriente, el techo del Museo del Papalote y la primera sección del bosque, y al sur, las colonias de las zonas altas de Tacubaya y una vista a la antes vedada cochera de la Presidencia de la República hoy ocupada por oficinas de esa misma dependencia. Todo esto envuelto en una nata de contaminantes.

Toda clase de medidas de seguridad se toman en la fabricación de estos aparatos, de los que, de acuerdo con lo dicho por John Acroyd, uno de los técnicos ingleses que lo instalaron, funcionan unos 25 alrededor del mundo. El globo es alimentado por helio, elemento más ligero que el aire lo que lo hace flotar y además del cable puede ser sujetado, ya en emergencias o durante el reposo, por 16 cuerdas. El trayecto entre el ascenso, la permanencia y el descenso transcurre en 15 minutos y el globo es controlado lo mismo desde su plataforma de despegue que desde la canastilla de pasajeros por un operador. Además, se cuenta con un permiso de la Dirección de Aeronáutica Civil de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

Una empresa patrocina el globo, fabricado en Inglaterra, y, según Santos Soberón, de la empresa concesionaria del parque, debido a ello será posible ofrecer a precios accesibles los boletos pues, de lo contrario, serían de costo bastante elevado.

Por su parte, los patrocinadores, en este caso la compañía Nestlé, donaron 100 mil pesos a la campaña por la recuperación del bosque que, según dijo Marinela Servitje, cuesta casi un millón de pesos por cada hectárea.

 
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