Usted está aquí: jueves 2 de junio de 2005 Mundo EU necesita más gargantas profundas para evidenciar al actual gobierno: Ellsberg

Ningún ejército en el mundo ha liberado más gente que el estadunidense: Rumsfeld

EU necesita más gargantas profundas para evidenciar al actual gobierno: Ellsberg

Que Washington nos permita ingresar a Guantánamo si en verdad busca transparencia: AI

Estados Unidos ha detenido alrededor de 68 mil personas desde los atentados del 11-S

DAVID BROOKS CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Donald Rumsfeld, secretario de Defensa estadunidense, durante una rueda de prensa en oficinas del Pent�no, ayer, en Washington FOTO Reuters

Nueva York, 1º de junio. El secretario de Defensa Donald Rumsfeld y Amnistía Internacional intercambiaron acusaciones hoy sobre si Estados Unidos está cometiendo serios abusos de derechos humanos o si sólo está promoviendo la libertad y la democracia en el mundo.

A la vez, Daniel Ellsberg, quien cuando fue alto funcionario de gobierno filtró los famosos Papeles del Pentágono al New York Times y el Washington Post durante la guerra de Vietnam, declaró hoy que en esta coyuntura política Estados Unidos necesita muchos más "gargantas profundas" para divulgar la verdad sobre las acciones de este gobierno.

Mientras tanto, el Senado está por realizar reuniones cerradas al público para discutir el Acta Patriótica y sus medidas para autorizar el espionaje "antiterrorista" dentro de este país, y cuáles secretos y operaciones clandestinas serán permitidas a las agencias de seguridad pública para mantener la seguridad interna.

Fue un día en que la pugna sobre la transparencia democrática fue el centro del debate político. La Casa Blanca justificó nuevamente reuniones con líderes de oposición en Venezuela en el contexto de que su único objetivo es promover la democracia y la transparencia en ese y otros países del mundo.

Lo "imperdonable"

"Ninguna fuerza en el mundo ha hecho más para liberar a gente que los hombres y mujeres de las fuerzas armadas de Estados Unidos. De hecho, por eso son tan reprobables las recientes declaraciones de que los militares estadunidenses están administrando un gulag en la bahía de Guantánamo", declaró hoy Rumsfeld en conferencia de prensa en el Pentágono, en referencia con las acusaciones de Amnistía Internacional.

Comparar a Estados Unidos y Guantánamo con los campamentos de detención de millones en la Unión Soviética o de Saddam Hussein "es imperdonable", agregó.

En lo que fue un segundo día de severos ataques de los más altos funcionarios del gobierno estadunidense (incluyendo el propio presidente) contra el informe de Amnistía Internacional donde acusó al gobierno de George W. Bush de violaciones a los derechos humanos y de establecer un sistema tipo gulag para detener sin derechos a miles en Guantánamo y otros centros de detención en Afganistán e Irak, Rumsfeld dijo que aquellos que hacen acusaciones tan extremas "pierden todo el sentido de objetividad o seriedad".

Rumsfeld también criticó a los medios por repetir información "errónea" sobre abusos, y aunque aceptó que sí existen algunas instancias de maltrato de detenidos, señaló que se han realizado unas 370 investigaciones por acusaciones de maltrato y sólo un mínimo porcentaje ha detectado violaciones.

Rumsfeld, revelando al parecer por primera vez que suman 68 mil personas las que han estado en custodia estadunidense desde el 11 de septiembre de 2001, dijo que una pequeña fracción de estos detenidos han presentado quejas. De los 525 mil militares de las fuerzas armadas que han servido en Afganistán, Irak y Guantánamo, dijo, menos de 0.1 por ciento han cometido actos ilegales contra los aprehendidos.

Repitió que muchos de los detenidos han sido entrenados para mentir y hacer acusaciones de que fueron torturados. Hay instrucciones específicas sobre el trato y prácticas con detenidos, insistió, y por lo tanto comparar la conducta de los militares con "las peores atrocidades del siglo pasado, es perjuiciar a aquellos que han sacrificado tanto para llevar la libertad a otros".

William F. Schulz, director ejecutivo de Amnistía Internacional en Estados Unidos, respondió que Rumsfeld y el gobierno de Bush han "ignorado o desechado los informes de Amnistía Internacional sobre el abuso de detenidos durante años". Y reafirmó: "la política deliberada de este gobierno es detener individuos sin cargos o juicio en prisiones en Guantánamo, la base aérea de Bagram y otras localidades,donde su tratamiento no se ha conformado a las normas internacionales".

Schulz acusó directamente a Rumsfeld de aprobar técnicas de interrogación ilegales y "debería ser responsabilizado sin importar qué tan alto es su rango".

El director de Amnistía señaló este miércoles que aún no hay una investigación independiente plena sobre los abusos de derechos humanos, y declaró que "si este gobierno está comprometido con la transparencia, debería abrir de inmediato su red de centros de detención operados por Estados Unidos alrededor del mundo al escrutinio de grupos de derechos humanos independientes".

Este gobierno, recordó, ha prohibido la visita de investigadores de Amnistía a sus centros de detención. También mencionó que este gobierno gusta citar informes de Amnistía cuando critican a Cuba o anteriormente al régimen de Hussein, pero que no acepta las críticas cuando son dirigidas hacia ellos.

Este mismo día la Casa Blanca señaló que el presidente había comentado sobre la importancia de, en palabras del vocero Scott McClellan, "una sociedad civil independiente y vibrante y qué tan importante es eso para el bienestar de las democracias. Y creo que el presidente expresó sus preocupaciones también sobre los esfuerzos de hostigar e intimidar" a grupos críticos del gobierno. Por supuesto no estaba hablando de Amnistía Internacional y otros grupos que han expresado críticas a las políticas de Bush y la falta de transparencia en torno a las prácticas de este gobierno. La referencia era la reunión de Bush ayer con la líder de Súmate, la organización "independiente, democrática de la sociedad civil" en Venezuela. Tal como justificó el vocero: "frecuentemente nos reunimos con activistas pro democráticos de todo el mundo y ofrecemos nuestro apoyo y aliento a estos individuos".

Pero la falta de transparencia de este gobierno en Washington denunciada por legisladores, organizaciones de derechos humanos y civiles, entre otros, sobre el manejo de la política de la "guerra contra el terrorismo", continúa sin respuesta.

De hecho, el New York Times hoy cuestionó por qué los debates legislativos para refrendar secciones claves de la llamada Ley Patriótica, la cual otorga nuevos poderes a las agencias de seguridad pública nacional, serán realizados a puerta cerrada en el Senado. "Es una idea terrible que otorga credibilidad a los peores temores de opositores" de esta ley, opinó el rotativo en su editorial principal, señalando que este debate debería ser llevado a cabo "a la luz del día".

El historial de información oculta, de operaciones clandestinas, de falta de acceso a información e instalaciones, continúan generando críticas dentro y fuera del gobierno. En este contexto, la nota sobre la revelación de la identidad de Garganta profunda cobra nueva relevancia. Cuando se reveló ayer que la fuente de información clave para el caso conocido como Watergate fue W. Mark Felt, el número dos de la FBI, estalló nuevamente el debate sobre si su papel fue heroico o si traicionó a sus colegas en la agencia y al propio presidente y su gobierno.

Hoy, otro alto funcionario que cobró fama mundial por su acto de conciencia al filtrar información oficial secreta sobre la conducta de la guerra de Vietnam, Daniel Ellsberg, declaró: "necesitamos desesperadamente más Mark Felts ahora mismo, y los necesitábamos en 1964".

Ellsberg señaló que los altos funcionarios, como Felt y él mismo, juran lealtad, pero no al comandante en jefe o el presidente, sino a la Constitución. "El (Felt) estaba en lo correcto al reconocer que su lealtad a la Constitución y el país superaba su lealtad a un presidente que estaba abusando de su puesto. Por lo tanto, le quiero agradecer", dijo Ellsberg a los medios.

En entrevista con un noticiero de televisión en San Francisco, Ellsberg dijo que él y Felt "juramos sostener la Constitución. Y cuando un presidente claramente está violando la Constitución, al engañar al Congreso sobre razones para ir a la guerra, o claramente está violando su juramento a sostener la ley, como lo hizo Nixon, ¿cuál es la lealtad suprema?... la lealtad más alta es a la Constitución, y al país".

Agregó que cuando el jefe, el presidente, está violando la ley o "como en mi caso, llevándonos a una guerra errónea -y diría yo que eso ahora es aplicable al presidente actual- entonces creo que personas que saben eso, que tienen documentos, deben reconocer que su lealtad más alta es al país, o en el caso de guerra, a nuestras tropas en el campo, quienes no están recibiendo trato justo al mantener secretos porque fueron enviados ahí por malas razones".

La transparencia en las llamadas democracias, al parecer, a veces sólo se logra con gargantas profundas.

 
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