Usted está aquí: miércoles 1 de junio de 2005 Mundo Suspende sesión el Congreso de Bolivia; caos en La Paz y El Alto

En el aire, la convocatoria a una Constituyente y un referéndum sobre autonomía

Suspende sesión el Congreso de Bolivia; caos en La Paz y El Alto

Bloquean miles de manifestantes el centro histórico y hay enfrentamientos con la policía

Alteños recrudecen el paro cívico y la actividad económica en la localidad es casi nula

LUIS A. GOMEZ ESPECIAL PARA LA JORNADA

Ampliar la imagen Con gas lacrim�o dispers� polic�a manifestantes cerca del palacio de gobierno en La Paz FOTO Reuters

La Paz, 31 de mayo. La tarde del miércoles, a las 16 horas, José Galindo, ministro de la Presidencia, entró a la sede del Poder Legislativo y se reunió con el senador y presidente del Congreso Nacional, Hormando Vaca Diez, en privado. Minutos después, el senador abandonó el edificio y se trasladó a un céntrico hotel. Así comenzaron las cuatro horas de discusiones y dudas que culminarían con la suspensión de la sesión de Congreso convocada para esta jornada. De esta manera, la discusión sobre convocar o no a una Asamblea Constituyente quedó en el aire, así como el debate para llamar a un referéndum sobre las autonomías departamentales, que han demandado los sectores de la derecha en el este del país.

De todos modos, cuando por la noche, a las 20 horas, el presidente de la Cámara de Diputados Mario Cosío declaró la falta de quórum para que la sesión tuviera validez, los diputados presentes, casi todos del Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales, decidieron establecer una sesión y recogieron una lista de los diputados que en ese momento esperaban. A esas horas, inusualmente, las manifestaciones que han asolado La Paz desde hace más de una semana continuaban y la policía disparaba gas lacrimógino y balines a discreción.

Marchas, barricadas y corbatas cortadas

Desde muy temprano comenzaron los diferentes sectores a marchar hacia el centro paceño, donde se encuentran el palacio de gobierno y la sede del Congreso. Primero aparecieron las juntas vecinales de El Alto y los maestros de escuelas públicas rurales, que coparon la avenida principal de La Paz a las 10 de la mañana. Después aparecieron los campesinos del Altiplano, miembros de la etnia aymara, cantando: "Achuete, achuete, el Mesa es un alcahuete, los ministros una mierda, el Parlamento una cagada". Cerca del mediodía, los marchistas superaban las 50 mil personas. Sólo que esta vez no se limitaron a cercar la plaza central, sino que desplegaron sus contingentes en todo el casco histórico de la ciudad, alcanzando a bloquear varios barrios donde se asientan centros comerciales, embajadas y diversas oficinas de gobierno.

En la Plaza Isabel la Católica, a escasos 50 metros de la embajada de Estados Unidos, se instalaron cientos de campesinos aymaras y vecinos alteños. "Por acá ya no pasa nada", dijo un vecino del Distrito 4 de El Alto. Una guardia de 40 hombres armados con estacas se apostó en la calle mirando hacia la legación estadunidense. De la misma manera, en la Plaza Abaroa (situada en un barrio de clase media), el Distrito 5 cerró las avenidas que conectan con la zona sur de la ciudad y comenzó a cortar las corbatas de cuanto oficinista o señor de traje pasó por ahí. Ninguna cruce importante quedó libre al paso vehicular hasta bien entrada la tarde.

El centro paceño, mientras tanto, quedó completamente sofocado por las marchas y los enfrentamientos intermitentes con la policía, que resguardaba el palacio. Los estudiantes de la Universidad Pública y Autónoma de El Alto combatieron las granadas de gas durante casi cinco horas, aprovechando el alcantarillado para echar las granadas y atacando a los uniformados con cartuchos de dinamita. En la Plaza de los Héroes, el populoso centro donde realizan sus asambleas los movimientos sociales, grupos de jóvenes levantaron barrricadas con adoquines. Y aunque entre los manifestantes había algunos cientos de campesinos ligados al MAS pidiendo la convocatoria a la Asamblea Constituyente, la consigna general escuchada era: "nacionalización".

Finalmente, el paro cívico general convocado por las juntas de vecinos de El Alto -así como los primeros bloqueos en los caminos al norte del departamento de La Paz- se ha recrudecido y desde ayer por la tarde algunos barrios pobres paceños colindantes con los alteños han comenzado a bloquear algunos accesos a la sede de gobierno. Hoy no han circulado autos en El Alto y la actividad comercial fue casi nula.

Ya entrada la tarde, mientras los parlamentarios bolivianos trataban de llegar a un acuerdo e instalar el Congreso Nacional, desde un hotel el senador Vaca Diez declaró a una radio paceña que no tenía garantías suficientes para realizar su trabajo y que la sesión quedaba suspendida. El diputado Evo Morales se ofreció a ir por él hasta el hotel donde se encontraba y acompañarlo. Las calles del centro seguían tomadas por la gente y el dirigente campesino aymara, Gualberto Choque, ante las dudas de que se realizara el trabajo legislativo, dijo a La Jornada que "en cualquier momento nos vamos a tomar el Parlamento, que nunca nos ha servido".

"Ante la falta de quórum..."

A las 20 horas, luego de pasar lista tres veces, el presidente de los diputados Mario Cosío declaró: "Ante la falta de quórum, es imposible realizar la sesión de Congreso. Invito a los jefes de bancada a una reunión de trabajo a las 8 de la mañana", y abandonó el recinto. Los parlamentarios en ese momento abuchearon a Cosío y, afirmando que había suficientes diputados, realizaron una sesión conducida por el segundo vicepresidente de la Cámara Baja, el diputado del MAS Jorge Ledesma.En las dos horas de sesión que tuvieron, los diputados criticaron la postura del senador Vaca Diez y, como resultado, han lanzado un documento en el que lo desconocen y exigen su renuncia, acusándolo de golpista.

Quedaban ya en la noche algunos miles de manifestantes en la Plaza de los Héroes cuando terminó todo. La policía comenzó a dispersarlos con gas y balines. Un vecino de La Paz, que pasaba por el lugar, recibió 10 impactos en las piernas. Sin embargo, el ministro del Interior, Saúl Lara, que se apersonó en la plaza, declaró que no se trataba de vecinos o de campesinos, sino de delincuentes comunes. Mientras Lara declaraba varios heridos fueron retirados en ambulancia y la policía volvió a reprimir a los marchistas. Hay siete detenidos y al menos una docena de lesionados por balines.

Los campesinos y los alteños han declarado que volverán a marchar por La Paz, exigiendo la nacionalización de los hidrocarburos y la renuncia del presidente Mesa y todos los parlamentarios. La sesión de Congreso Nacional está citada para la tarde, aunque no oficialmente, ya que el senador Vaca Diez lo hizo apenas verbalmente. Por lo que la moneda sigue en el aire...

 
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