Usted está aquí: miércoles 1 de junio de 2005 Economía Hispanos, objetivo de la banca de EU; abrieron 400 mil cuentas en 18 meses

Prevé el Banco México que este año las remesas serán por 20 mil millones de dólares

Hispanos, objetivo de la banca de EU; abrieron 400 mil cuentas en 18 meses

Cada año son expulsados del país cientos de miles de trabajadores ante el desempleo

ROBERTO GONZALEZ AMADOR

En sólo 18 meses, los hispanos que viven en Estados Unidos abrieron 400 mil cuentas bancarias en aquel país, hasta convertirse en la comunidad objeto de deseo de los estrategas de los grupos financieros que ven en ellos el futuro del crecimiento de su negocio. Cruzando la frontera, en México, la economía logra remontar el letargo de tres años con el impulso del gasto en el consumo, que en su mayor parte tiene que ver con los dólares que llegan del otro lado. Se trata de dos caras de un mismo fenómeno.

Mientras cada año cientos de miles de trabajadores son expulsados del país, las remesas -que este año alcanzarán 20 mil millones de dólares, según el Banco de México- ya duplican en valor a las exportaciones agrícolas mexicanas. Es cosa de ver el auge de la construcción de viviendas, o de las ventas de bienes de consumo y materiales de construcción. Gran parte del dinero que mueve esa maquinaria tiene la misma fuente.

Años de crecimiento en los montos de remesas familiares que ingresan al país han convertido a esa masa de recursos en uno de los pilares de la estabilidad económica y social de México. Pero son tan constantes que quizá ya no llama a sorpresa saber que crecen y crecen cada año.

Según el Banco de México, cada año se realizan desde Estados Unidos 51 millones de transferencias de remesas, cada una por un monto promedio de 326 dólares. Las personas que envían esos 50 o 100 dólares a la semana a sus familiares en México están transformando la economía y la sociedad mexicana, según coinciden varios expertos. Sobre todo porque se trata de un país en el que el ingreso promedio de quienes tienen un empleo es de 120 pesos, menos de 12 dólares, diarios y el ingreso mínimo legal de 45 pesos, alrededor de cuatro dólares al día.

Con un desempleo rampante, que el mes pasado alcanzó una tasa de 4.20 por ciento, la segunda más alta en ocho años, según informó el viernes anterior el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), las remesas han cambiado el panorama del consumo en el país. Un estudio del Pew Hispanic Center (PHC), un organismo especializado en temas de migración con sede en Miami, documentó que una cuarta parte de los 24 millones de hogares mexicanos recibe remesas.

"El dinero de las remesas está detrás del crecimiento en la demanda de bienes de consumo y del boom en la industria de la construcción", señala un reporte. Este mes el gobierno mexicano lanzó una iniciativa para financiar hipotecas en México que serán financiadas con las remesas.

El precio del dinero

Un reporte difundido este mes por el Consejo Nacional de la Raza (NCLR, por sus siglas en inglés) documentó que 78 por ciento de las remesas captadas en México, 16 mil 600 millones de dólares en 2004, fueron empleadas por las familias receptoras para financiar gastos domésticos inmediatos; mientras, sólo 8 por ciento fue canalizado al ahorro; 1 por ciento en inversiones; 1 por ciento para la compra de terrenos o casas; 7 por ciento para educación; y 5 por ciento para bienes de consumo no necesario.

Aunque en México es cada vez mayor la utilización del sistema financiero para la movilización de las remesas, los bancos mexicanos consideran que su posibilidad de expansión en las ciudades de Estados Unidos puede ser una apuesta segura al crecimiento de sus negocios.

En una entrevista reciente con La Jornada, Luis Peña Kegel, director general del Grupo Financiero Banorte, la única institución financiera de las que operan aquí que son de capital 100 por ciento mexicano, dijo que esa firma está avanzando en el proyecto de adquirir un banco y una empresa de remesas en alguna ciudad de Estados Unidos. Los estrategas de Banorte esperan tener concluido el proceso este año.

Se trata sólo del más reciente de los planes de expansión en Estados Unidos de bancos que operan en México. Una vez que Banamex y Bancomer fueron adquiridos por Citigroup y BBVA, respectivamente, el primer paso que dieron los nuevos dueños fue afianzar sus operaciones en Estados Unidos.

"Durante un periodo de 18 meses contados a partir de mediados de 2002, productos relacionados con remesas hicieron posible la apertura de 400 mil nuevas cuentas en los bancos más importantes que ofrecen estos productos en Estados Unidos", indicó el reporte del NCLR.

Así como el dinero que envían se está convirtiendo en uno de los soportes de la economía mexicana, las transferencias asociadas con la remisión de fondos que se hacen desde Estados Unidos significan un gran negocio para las instituciones encargadas del manejo de los recursos.

El reporte del NCLR expone que el precio cobrado en Estados Unidos por una remesa a México u otra nación latinoamericana excede en al menos un 20 por ciento el costo de transacción. Este costo es transferido al consumidor a través del cobro de tarifas y manipulaciones en el tipo de cambio.

 
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