Usted está aquí: miércoles 1 de junio de 2005 Política Austeridad y combate a la evasión fiscal, alcanzables sin reformas, dicen analistas

Hay elementos para pensar que López Obrador sería más efectivo que Fox: UIE

Austeridad y combate a la evasión fiscal, alcanzables sin reformas, dicen analistas

Existen razones para pensar que el jefe del Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, puede ser un presidente más efectivo que su predecesor, Vicente Fox. Los elementos clave de su programa de gobierno (austeridad, combate a la evasión fiscal, restruturación de Pemex y canalización de recursos a programas sociales) pueden lograrse sin la intervención del Congreso o sin necesidad de reformas integrales.

"No vamos a usar la excusa que usó Fox: que el Congreso se lo impidió. La clase política mexicana es la más proclive a la negociación en todo el mundo. Fox no sacó ventaja de eso", dijo López Obrador, citado por la Unidad de Inteligencia de El Economista (UIE).

Por otra parte, los analistas prevén que el Partido Acción Nacional (PAN) será el principal afectado por la creciente atención de los medios y la oposición en los manejos financieros de la "poderosa" esposa del presidente Fox, Marta Sahagún, y por las acusaciones de presunto tráfico de influencias contra los hijos de ésta.

De acuerdo con la UIE, la postulación de López Obrador será prácticamente un trámite -a diferencia de lo que se vislumbra en los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN)-, y tendría posibilidades de llegar a la Presidencia si evita errores en los próximos 12 meses.

Sin embargo, también necesita ganarse la confianza de los inversionistas internacionales si desea evitar el pánico en los mercados, que México ha experimentado en las pasadas elecciones presidenciales.

En una entrevista reciente con el Financial Times, López Obrador tuvo el cuidado de presentarse como moderado en cuestiones económicas. Rechazó enfáticamente que pretendiera renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, cuyas etapas finales entrarán en vigor el próximo sexenio. Prometió generar empleos y crecimiento económico mediante la construcción a gran escala y otros proyectos de obra pública, pero dijo que mantendría las políticas antinflacionarias que México ha seguido exitosamente desde la crisis de 1994-95. En su gobierno, aseguró, el manejo de la economía sería más técnico que ideológico.

El problema, agrega la UIE, es que en los pasados 20 años México ha puesto todo el énfasis en la estabilidad macroeconómica. "Lo que nosotros estamos proponiendo es una fórmula que puede resumirse en cuatro conceptos: estabilidad macroeconómica, crecimiento, empleo y bienestar", ha dicjo López Obrador.

Hasta ahora, a los capitales extranjeros no les preocupa que López Obrador pudiera poner en riesgo estos logros: este año el peso se ha apreciado frente al dólar y tanto Moody's como Standard and Poor's elevaron recientemente la calificación de la deuda soberana de México. Al parecer, los inversionistas nacionales piensan distinto. Sólo 14 por ciento de los bonos de deuda pública a 10 años denominados en pesos están en manos de mexicanos. Ejecutivos de fondos de pensiones mexicanos reconocen en privado que esto se debe a que están nerviosos por lo que López Obrador pueda hacer si llega a ser Presidente.

Sin embargo, aun entre el sector privado existe la percepción de que la posición de López Obrador podría ayudarles para conseguir reformas. Desde la derecha, Vicente Fox intentó aumentar impuestos y la inversión privada en el sector energético. Sin embargo, muchos en México creen que un político de otra tendencia puede tener éxito, y mencionan los avances logrados en países latinoamericanos por políticos de izquierda. "El efecto Lula tendría un gran éxito aquí", dice un empresario. "Con esto me refiero a la creencia de que sólo alguien de la izquierda puede lograr algunas reformas. Sólo Nixon pudo acercarse a China".

La pelea, entre AMLO y Madrazo

La UIE señala que al parecer la disputa por la Presidencia se dará entre López Obrador y el dirigente priísta Roberto Madrazo.

Aunque López Obrador resurgió más fuerte que nunca después del "fiasco" del desafuero, es probable que este repunte de las simpatías no dure, además de que tendrá que lidiar con la "relativa debilidad" del PRD y con el hecho de que sus adversarios intentarán presentarlo como un populista y una amenaza para la estabilidad económica.

Si bien López Obrador se mantiene como favorito en las encuestas, aún es prematuro hacer pronósticos, pues la lucha por la Presidencia promete ser "excepcionalmente difícil", señala la UIE.

El PAN tendrá en su contra la desilusión generada por el gobierno de Vicente Fox. De hecho, es posible que los votantes teman que otro gobierno panista signifique seis años más de estancamiento legislativo, y el PRI tiene en su favor que una poderosa maquinaria nacional formada durante 71 años en el gobierno.

Los analistas señalan que este ambiente de creciente confrontación entre partidos aleja la posibilidad de lograr algún cambio legislativo en lo que resta del sexenio; así, las reformas fiscal, laboral, energética y política serán tarea del próximo gobierno.

UIE / Redacción: David Zúñiga

 
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