Usted está aquí: viernes 20 de mayo de 2005 Opinión ECONOMIA MORAL

ECONOMIA MORAL

Julio Boltvinik

Matriz de necesidades y satisfactores

La economía moral es convocada a existir como resistencia a la economía del "libre mercado": el alza del precio del pan puede equilibrar la oferta y la demanda de pan, pero no resuelve el hambre de la gente

EL PUNTO CULMINANTE de la interesante definición de espacios analíticos de Manfred Max Neef y coautores (necesidades, satisfactores, bienes), que examiné en la entrega anterior de Economía Moral (13/05/05), es su matriz de necesidades y satisfactores. En los renglones de la matriz (véase cuadro anexo) están las "necesidades según categorías axiológicas" (subsistencia, protección, afecto, entendimiento, participación, ocio, creación, identidad y libertad) y en las columnas las "necesidades según categorías existenciales" (ser, tener, hacer y estar), mismas que podemos interpretar más bien como dimensiones en las que se manifiestan las necesidades axiológicas1, ya que así se vuelve inteligible la matriz.

LOS AUTORES SEÑALAN que alimentación y abrigo no deben considerarse necesidades, sino satisfactores de la necesidad de subsistencia, así como la educación, el estudio y la investigación son satisfactores de la necesidad de entendimiento. En cada celda de la matriz los autores enumeran satisfactores pertinentes al cruce en cuestión, a veces muy diversos. Por ejemplo, en la dimensión ser de la subsistencia encontramos salud física y salud mental, lo mismo que humor y adaptabilidad, y solidaridad.

AL LEER LA COLUMNA "ser" de la matriz vemos que los satisfactores incluidos son casi todos virtudes, emociones o cualidades personales. Al leer el renglón subsistencia encontramos (en la columna tener) alimentación, abrigo y trabajo (que parecen meros refraseos de los bienes que los autores insisten deben distinguirse de los satisfactores), mismos que se transforman en alimentar y trabajar en la columna hacer, aunque se añaden procrear y descansar, y no se incluye una dimensión del hacer correspondiente a abrigo. En el estar aparecen entorno vital y entorno social. En síntesis, al leer horizontalmente el primer renglón resalta la naturaleza diversa de los satisfactores, de la que están relativamente ausentes los de carácter social.

SI MIRAMOS EL SEGUNDO renglón, protección, encontramos otra vez virtudes o cualidades en la columna "ser". Pero ahora, en la segunda columna, en contraste con lo encontrado en subsistencia, aparecen elementos esencialmente sociales, referidos bien a la organización social (sistemas de seguros y de salud, seguridad social), o a la normatividad vigente (legislaciones, derechos) o a instituciones (familia). En la columna "hacer" aparecen actividades, algunas de las cuales son sociales, como cooperar, planificar, mientras otras son de tipo familiar.

LEYENDO LA COLUMNA "tener" podemos concluir que los contenidos se refieren, dominantemente, a posesiones formuladas para que no suenen a posesión de bienes (como tener: alimentación, abrigo o juegos, espectáculos, fiestas); y a derechos y relaciones2. Miremos el renglón de entendimiento. Otra vez encontramos las virtudes en la columna "ser". En la de "tener" encontramos literatura, maestros y método. El primero es muy cercano a los bienes (libros, revistas, etcétera). El segundo puede leerse como una relación y el tercero quedaría mejor clasificado como una habilidad (ser metódico) en la columna "ser". Después de estos elementos encontramos, en la misma celda (el tener del entendimiento), elementos del aparato estatal: las políticas educativas y de comunicación. Otra vez los satisfactores sociales aparecen en el tener. En la columna del "hacer" aparecen obviamente actividades humanas y en el "estar" aparece un único tipo de satisfactor al que los autores llaman ámbitos de interacción formativa, donde enumeran escuelas y universidades. En mi opinión, no es el estar lo relevante aquí, sino el interactuar y el participar.

EN LA PRESENTACION DE la matriz los autores advierten que es sólo un ejemplo y que cada grupo humano puede construir y llenar su propia matriz. Recogen, con afortunado, pero atípico ejemplo, la forma en que de los satisfactores de cada celda se pueden derivar diversos bienes económicos. Eligen la celda que "indica formas del hacer para satisfacer la necesidad de entendimiento". Destacan que satisfactores como investigar, estudiar, experimentar, analizar e interpretar dan origen a bienes económicos, según la cultura y sus recursos, tales como libros, instrumentos de laboratorio, computadoras. En este ejemplo su definición de bienes les funciona bien, por ello señalan que "la función de estos bienes es potenciar el hacer del entendimiento (nuestra actividad de investigación se potencia, sin duda si usamos una computadora). Veamos si la definición funciona con otros ejemplos. Empecemos con el hacer de la subsistencia, donde aparecen alimentar, procrear, descansar y trabajar. Pensemos principalmente en alimentar. Ciertamente de aquí se podrían derivar bienes que serían los mismos que se derivan del satisfactor alimentación, ubicado en el tener de la subsistencia, y que son los alimentos y los bienes para preparar, consumir y conservar los alimentos. Si añadiéramos en la columna del hacer de la subsistencia el cocinar, quedaría claro que los bienes como la estufa de gas o el refrigerador potencian el hacer de la subsistencia. Pero otra vez nos referimos a bienes que apoyan una actividad, como las computadoras o los libros.

CUANDO DE LA CELDA del tener de la subsistencia derivamos los alimentos, éstos se nos aparecen como simple cambio de nombre de la alimentación y, por tanto, la distinción entre satisfactores y bienes se diluye. Lo mismo pasa si de literatura, en el tener del entendimiento, derivamos libros y revistas. En el caso del estar de la protección, uno de los satisfactores anotado (morada) es directamente un bien. Hay bienes que directamente, sin que medie una actividad humana, satisfacen necesidades humanas. El mejor ejemplo es la vivienda. Basta estar pasivamente en ella para que recibamos la protección que brinda.3

TRATANDO DE OBTENER algunas conclusiones del complejo mundo, semiconstruido, de los espacios de análisis en Max Neef y coautores, puedo señalar que: 1) El esquema es muy atractivo y sugerente, pero deja la percepción de que está insuficientemente trabajado. 2) La distinción entre satisfactores y bienes funciona algunas veces (sobre todo cuando el satisfactor es una actividad humana que se apoya en bienes para potenciarse), pero en muchas otras es artificial, ya que lo incluido en satisfactor es simplemente una variación gramatical de lo incluido en bienes. 3) La idea de las dimensiones existenciales es fructífera en muchos sentidos. Por ejemplo, permiten relativizar y criticar los functionings de Sen por estar unilateralmente concentrados en la dimensión "hacer", poniendo poca o nula atención a las demás. Sin embargo, las categorías existenciales conforman un esquema rígido que, por ejemplo, deja mal ubicadas las relaciones humanas en las dimensiones existenciales (bajo tener).

1 Al llamarles axiológicas parecen poner el énfasis en los valores o propósitos que se persiguen al satisfacer las necesidades, más que en el impulso.

2 La camisa de fuerza de las cuatro dimensiones existenciales parece demasiado rígida en éste y en el caso anterior. Las relaciones aparecen como algo que se tiene.

3 En su evaluación crítica de la visión de Sen, G. A. Cohen distingue tres cuestiones: 1) lo que los bienes hacen por la gente; 2) lo que la gente es capaz de hacer con los bienes (capacidad en el sentido llano del término), y 3) lo que la gente realmente hace con los bienes (ejercicio de la capacidad). En el contexto del planteamiento de Max Neef queda claro que la definición de bienes como objetos y artefactos que potencian un satisfactor, tiene mucho sentido cuando el satisfactor es una actividad (las cuestiones 2 y 3 de Cohen), como muestran los ejemplos del texto. En cambio, la definición de bienes, cuando nos situamos en la primera condición marcada por Cohen, no funciona, como se muestra también en el texto. En este caso, los bienes son satisfactores de la necesidad, directamente. Véase G.A. Cohen, "¿Igualdad de qué? Sobre el bienestar, los bienes y las capacidades", Comercio Exterior, vol. 53, N° 5, mayo de 2003, pp. 427-433.

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