Usted está aquí: viernes 20 de mayo de 2005 Cultura El miedo es el arma de la Iglesia católica, denuncia historiador francés

Jean Delumeau presenta en México su libro a propósito de ''esa sensación atroz''

El miedo es el arma de la Iglesia católica, denuncia historiador francés

Define: se trata de una actitud ''hija de nuestra imaginación, perpetuamente cambiante''

MONICA MATEOS-VEGA

El escritor francés Guy de Maupassant describe al miedo como ''una sensación atroz, una descomposición del alma, un espasmo horrible del pensamiento y del corazón cuyo sólo recuerdo proporciona al alma estremecimiento de angustia".

El miedo existirá siempre en el ser humano porque se trata del miedo a la muerte. A diferencia de los animales, el hombre es el único ser vivo que anticipa su muerte, que vive pendiente de ella.

Por ser el miedo humano una actitud ''hija de nuestra imaginación, no múltiple, sino perpetuamente cambiante", el historiador y profesor emérito del Colegio de Francia Jean Delumeau (Nantes, 1923), quien se encuentra en México para ofrecer una serie de conferencias sobre el tema y presentar su libro El miedo en Occidente (Taurus), plantea la necesidad de escribir la historia del miedo y aclara en entrevista con La Jornada:

''Pero una cosa es el miedo y otra cosa es dominar el miedo o encontrar los remedios que pueden ayudar a disminuirlo, porque no hay esperanza sobre la Tierra de ver desaparecer la muerte.

''Al animal le da miedo sólo si, por ejemplo, va por una calle y un coche llega, o si de repente lo ataca un animal más fuerte que él. Un hombre puede estar descansando en un jardín, sin que nada lo esté amenazando y sin embargo puede estar pensando que un día se va a morir. El hombre sabe que morirá y esa conciencia de la muerte la tiene desde que es niño. Esa es nuestra gran diferencia."

Vértigo por el mal

-Habla usted de tratar de dominar el miedo, no obstante pareciera que el ser humano se empeña por encontrar cada día formas más crueles de morir: guerras, exterminio racial, destrucción de su hábitat.

-Hay un vértigo por el mal. Así como amamos, nos encanta ver películas de violencia. Nos atrae la violencia. Tan lejos como puede ir la mirada de la historia, siempre se ve que el hombre se está peleando. Más vale tener conciencia de esto para tratar de corregir esta tendencia negativa de la humanidad.

''Por eso, no está mal mezclar pasado y presente. Mis libros tratan del pasado e invitan a la reflexión acerca del presente, pues vivimos el miedo con nuestra mentalidad y las armas de hoy. Esas armas, además de las materiales, son los medios de comunicación.

''Una de las razones por las que Francia fue hostil a la guerra contra Irak, fue por el uso que Estados Unidos hizo del miedo. Utilizó los medios de comunicación.

''Aunque hay que aclarar que esta es una práctica tan vieja como el mundo: durante la Revolución Francesa, la Asamblea sembró el terror entre 1793 y 1794. Existía la Ley de los Sospechosos. Los franceses, desgraciadamente, sabemos de lo que hablamos cuando mencionamos 'sospechosos' y 'terror', porque ya lo sufrimos. Entonces, no queremos hacer en otra parte eso tan terrible que en nuestro país duró tan sólo un año."

-La Iglesia católica, a lo largo de los siglos ha sido una institución generadora de mucho miedo.

-Es verdad que la Iglesia habla con un lenguaje del miedo. En mi libro El pecado y el miedo usé la expresión ''pastora del miedo", porque aterroriza a los fieles con el miedo al infierno. Esto ha existido, la Iglesia católica ha usado el arma del miedo.

''Sin embargo, como historiador objetivo y después de haber escrito El miedo en Occidente, debo decir que la Iglesia también ha jugado un papel tranquilizador y protector. Ha dado remedios para contrarrestar el miedo, en particular, las bendiciones que protegen contra todo.

''Los luteranos, por ejemplo, si bien suprimieron las bendiciones dadas por los sacerdotes, en su lugar implementaron oraciones y cánticos de protección para tranquilizar, para proteger. Existe un libro de oraciones luterano, publicado en Alemania, alrededor de 1680, en el cual hay por lo menos 25 oraciones para los viejos y para todo tipo de enfermedades que estos puedan padecer. Inclusive, hay un rezo en específico para quienes pierden la cabeza.

''El cristianismo, tanto entre los católicos como entre los protestantes, ha generado una serie de liturgias para tranquilizar y proteger, desarrollándose a la par del lenguaje del miedo. Eso no se dice lo suficiente. Pensemos tan sólo en las procesiones o en las peregrinaciones.''

La retractación de Ratzinger

-¿Cuál es su lectura respecto a que se ha elegido un Papa que alguna vez utilizó uniforme nazi, situación que genera miedo?

-Si yo hubiera sido cardenal, pienso que no habría votado por Ratzinger. Mi favorito era el arzobispo de Honduras, Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga. Pero se eligió alguien que contaba con toda la confianza de Juan Pablo II. Pienso que se trata de un intelectual distinguido, de primer rango, de una gran calidad espiritual aun cuando fue director del ex Santo Oficio.

''Antes de 1968, Ratzinger era un teólogo de vanguardia. Los acontecimientos de esos años hicieron que se retractara. Creyó y cree todavía que el cristianismo está siendo amenazado por la laicización del mundo occidental contemporáneo.

''Yo quisiera pensar en un tercer Ratzinger, ¿por qué no?, pues ahora él está en la primera fila. Ahora las decisiones dependen de él, se encuentra frente al problema que antes correspondía arreglar a Juan Pablo II. Es deseable que tenga una forma de gobierno distinta y que tome decisiones que nos sorprendan. Conservo la esperanza de que Ratzinger, ya convertido en el papa Benedicto XVI, enfrente la realidad y las urgencias de hoy modificando su actitud. La respuesta sería darle mayor autonomía a las iglesias locales y dejar la centralización romana; aunque es cierto que la Iglesia católica no funciona con revoluciones, no es su estilo."

Jean Delumeau ofrecerá el lunes 23 la conferencia Una travesía por el milenarismo de Occidente, y el martes, la charla ¿Qué queda del paraíso?, ambas a las 12:30 horas en El Colegio de México (Camino al Ajusco 20, Pedregal de Santa Teresa). Informes al 54493000, extensión 4131.

 
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