Usted está aquí: lunes 25 de abril de 2005 Política La marcha, gran negocio para el comercio informal

Desde temprano ofrecieron artículos entre 5 y 50 pesos

La marcha, gran negocio para el comercio informal

LAURA GOMEZ Y JOSEFINA QUINTERO

Ampliar la imagen Participantes en la marcha del silencio en apoyo a Andr�Manuel L� Obrador se caracterizaron de diversos personajes de la vida pol�ca y de los partidos. En la imagen, a su paso por Paseo de la Reforma FOTO Mario Antonio Nu�

La marcha del silencio fue un gran negocio para decenas de comerciantes que este domingo ofrecieron playeras, banderines, gorras, botones, moños tricolores, maquillaje, paliacates y cubrebocas con leyendas improvisadas en contra del desafuero, a precios de entre 5 y 50 pesos. Los pocos negocios que abrieron en el Centro Histórico y Paseo de la Reforma registraron ventas que rebasaron las de "un día normal".

Desde temprana hora, a lo largo de la movilización se instalaron decenas de puestos de tamales, aguas, refrescos, tacos sudados o de guisado, congeladas y nieves para "satisfacer" las necesidades de los marchistas, quienes aprovecharon su andar para adquirir botones que se ofre-cían entre 5 y 10 pesos, según el tamaño y el material utilizados, con la imagen tras las rejas de López Obrador o alguna leyenda para manifestarle su apoyo.

En las calles que confluyen a la Plaza de la Constitución, como Pino Suárez, 20 de Noviembre, 16 de Septiembre y Tacuba, la venta de souvenirs, como botones miniatura con el rostro del jefe de Gobierno, muñecos con la figura de López Obrador para llaveros, bandas color amarillo y negro, banderines, paliacates, discos compactos con la crónica del desafuero y casetes de música tropical con la cumbia del Peje, se incrementó transformando el movimiento social en mercadotecnia.

Era la marcha silenciosa, pero al entrar a la plancha del Zócalo capitalino empezaba la oferta: ¡a 10 los banderines, las gorras y viseras! ¡50 los discos compactos y 30 las cintas con 10 versiones de la cumbia del Peje! Conforme pasaban las horas, sin permiso previo, los comerciantes cambiaban de giro y entonces las ofertas eran sombrillas de cartón, binoculares, sombreros de paja y para los más exigentes gorras de 25 pesos con las iniciales del mandatario capitalino y el tradicional moñito tricolor. El maquillaje, que marcaba en los rostros las siglas AMLO o PRD no podía faltar y se ofrecía a 5 pesos.

A diferencia de anteriores movilizaciones, los cubrebocas tuvieron una demanda excepcional, por lo que su precio subió de 5 a 10 pesos. Las "correas" para no perder a los niños durante el trayecto, y las playeras con diversas leyendas se cotizaban entre 25 y 50 pesos, según la "calidad del algodón". Las fotografías instantáneas para el recuerdo quedaron en 30 pesos, pues nadie quería "regatear".

Sin embargo, las "buenas ventas" también se registraron en los comercios establecidos que estuvieron abarrotados, lo cual no fue impedimento para que algunos clientes aceptaran comer a las afueras del establecimiento, previo pago de su comida. Dicha situación fue aprovechada por los ambulantes para elevar los precios de sus productos en 50 por ciento, así que las tlayudas de 10 pesos se vendieron en 15, los refrescos y botellas de agua andaban entre 10 y 20 y las bolsitas de frituras en 7 pesos.

 
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