Usted está aquí: lunes 25 de abril de 2005 Espectáculos ANDANZAS

ANDANZAS

Colombia Moya

Espectáculo sin precedente

EL BALLET DEL TEATRO de la Escala de Milán en México, programado en la séptima temporada de Ars Tempo Producciones bajo la égida de Arcelia de la peña y Eduardo de León, perfectamente decididos a presentar al público mexicano espectáculos de gran calidad internacional, sin duda alguna, con el ballet italiano se anotan un triunfo sin precedentes por la significación del montaje del Lago de los cisnes en su versión completa (los cuatro actos) con secciones de la música de Tchaikovsky casi desconocidas, así como la obra de Balanchine, Sueño de una noche de verano, igualmente completa, nunca vista en esta ciudad. Así, la I.P. con la colaboración de diversas empresas e instituciones como el gobierno del D.F. ya parecen haber encontrado una ruta firme y seria en el difícil arte del impulso y difusión de la cultura, en este caso, el ballet.

Y POR SI fuera poco, es evidente e indiscutible la excelencia de esta compañía que nos ha podido dar una muestra inolvidable del abolengo, el rango y la potencia de su célebre escuela, raíz y madre de las escuelas de ballet en el globo terráqueo. Esta primacía del ballet, que ha pasado a lo largo del tiempo de país en país, con base en una fusión de escuelas estilos y aportación nacional de cada nuevo fruto de este tipo de aglutinaciones geniales del arte, nos demuestra que en la actualidad Milán ha sabido defender, luego de la familia Medicis en la Toscana Italiana del siglo XVII, este atributo, abolengo y categoría de célula madre en la historia de la danza mundial.

NOS GUSTA QUE se le dé el crédito importante a Lev Ivanov, por años asistente del maestro Petipa en la Rusia del siglo XIX, como el verdadero e irrefutable artífice del acto segundo de El lago..., ya que en la época, y aún al presente, para muchos, el genio que acaparaba todos los créditos y la gloria, siempre fue Petipa, como coreógrafo de Lago de los cisnes. El gran maestro extranjero, francés, sabeltodo, inequívoco y milagroso simplemente por el mismo chauvinismo que perdura al presente y que por ignorancia o comodidad, los burócratas de la cultura, siguen fomentando sin dar oportunidad a talentos del artificio e interpretación de la danza sin el renombre que la taquilla necesita.

DE ESTE MODO, en el programa de mano del 21 de abril, no sólo no se menciona a Petipa sino al maestro Vladimiro Bourmeister (Bielorusia, 1904-Moscú, 1971) como coreógrafo en una versión única, resucitada, corregida y aumentada con su propio criterio, gusto y secuencias del Lago de los cisnes realizada en 1953, luego de una minuciosa investigación de la obra coreográfica y sobre todo musical, de Piotr Illich Tchaikovsky, misma que sufrió largos infortunios y silencios antes de convertirse en las múltiples versiones y tratamientos existentes, en una obra siempre hermosa y taquillera, simplemente porque es inmortal.

ASI, LA VERSION del ballet del Teatro de la Escala de Milán, con un director musical que hizo llorar los violines y demás instrumentos como nunca, en el foso del Auditorio Nacional, con la orquesta sinfónica de las Américas, muy al estilo apasionado del inolvidable Celibidache, lleno de energía y nervio; supieron arrancar repetidas ovaciones de un público contento y satisfecho en un verdadero espectáculo que reunía un regio vestuario acorde con la época, gama de colores y texturas exquisitas, labor escénica y disciplina, sentimiento y calidad excelente del cuerpo de baile, solistas y primeros bailarines, y el estupendo bufón, Odile-Odette con la maestría de Simona Noja, suave, tierna, bella y perfecta, aguda y perversa, artista inquestionable (esa noche con los fuettés un poco fuera de centro), y un gentil príncipe como Alessandro Grillo que lucharon hasta el triunfo siempre utópico pero vigente del bien contra el mal.

LA DELICIOSA ESCENOGRAFIA fresca y misteriosa nos instala desde el principio en el sentido del hechizo del malvado sobre la inocente princesa en un hermoso efecto que al centro del escenario sobre un altísimo promontorio tiende la sombra del mal sobre todo el foro con una gigantesca capa, un oscuro lago agitado y una tierna doncella que se convierte en cisne, haciendo más fácil y comprensible toda la secuencia dramática de la obra y el engaño del cisne negro para, finalmente, hacernos felices con un happy end, y la reunión de la pareja una vez vencido el maleficio, en lugar de otras versiones, como la antigua leyenda, en la que el príncipe muere ahogado pagando con su vida la traición a quien juro amor eterno.

ASI, LA LARGA velada fue compensada por el privilegio de ver trozos de la historia en secuencias palpitantes de vida, esfuerzo descomunal de cada bailarín, Frederic Olivieri, como director de la compañía y el gobierno de Italia que apoya este prodigio del arte para gloria del espíritu y la armonía. Sueño de una noche de verano estuvo el 23 y 24 de abril.

 
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