Usted está aquí: miércoles 20 de abril de 2005 Cultura La posición creativa ideal sería partir de cero: Gustavo Pérez

Abren la primera retrospectiva del ceramista, en el Museo Franz Mayer

La posición creativa ideal sería partir de cero: Gustavo Pérez

La muestra incluye 250 obras, entre vasijas, vasos, esculturas e instalaciones

''Barbaridad política'', el desafuero de Andrés Manuel López Obrador, opina

MERRY MAC MASTERS

Ampliar la imagen Gustavo P�z junto a algunas de sus obras que exhibe en el recinto de avenida Hidalgo 45, Centro Hist�o FOTO Guillermo Sologuren

Con una trayectoria de 35 años y poseedor de un sitio privilegiado dentro del circuito de la cerámica internacional, el artista Gustavo Pérez (Distrito Federal, 1950) presentará por primera vez una retrospectiva de su obra, que será inaugurada hoy a las 19:30 horas en el Museo Franz Mayer.

Desde hace dos años, el recinto de avenida Hidalgo 45, Centro Histórico, preparaba esa exposición.

Si el ''acento curatorial'' recae en los pasados tres lustros, Pérez se responsabiliza de no querer mostrar ''las piezas más feas'' creadas en sus comienzos.

No obstante, esa ''mirada retrospectiva'', título de la muestra de 250 obras, entre vasijas, vasos, esculturas, platones e instalaciones de cerámica, para Pérez resulta ''contradictoria con la creación''.

Explica: ''La posición creativa ideal sería no saber nada, no tener ningún recuerdo de lo hecho; poder empezar hoy con un material y desde un vacío, un cero. Esto es imposible, obviamente, pero sí ha habido un esfuerzo al respecto para dejar atrás lo que ya está hecho''.

Reaparición de búsquedas

-¿Le pesan a usted las obras anteriores?

-Lo hecho ya lo vi, ya no me interesa. Sin embargo, y eso es lo interesante, vuelve a aparecer de otra manera, sin buscarlo, sin recurrir a un archivo de imágenes allá atrás.

''No, simplemente en este esfuerzo del día descubro que de nuevo trabajo un tema de hace seis meses o de 15 años.

''En algunos casos reaparecen las búsquedas, como si fueran de gran novedad, que hubo hace tres décadas en mi primer año de la Escuela de Diseño y Artesa-nías (de la Ciudadela).

-¿Desde un principio sabía lo que quería?

-Tenía muy claro que deseaba trabajar el barro en el torno. También que las vasijas eran un centro de interés, no exclusivo, pero definitivo. Eso se sigue confirmando hasta la fecha. Sobre el camino han aparecido muchas otras cosas que se han integrado, pero nunca han desplazado lo esencial de una manera definitiva.''

Pérez ubica su trabajo entre la investigación y el juego. Su exposición individual anterior, efectuada hace año y medio en la Galería López Quiroga, llegó a incluir la serie Flores, o vasijas ''abiertas''. De allí, siguieron dos desarrollos paralelos, uno de compresión y de pliegues, y el otro de carácter escultórico, arquitectónico, es decir, ''muy geométrico''.

Muestra en la López Quiroga

La exposición del Museo Franz Mayer también comprende algunas obras de 2005, sin embargo, el 28 de mayo Pérez inaugurará una muestra de trabajos recientes en la Galería López Quiroga. Con esto, acota, se podrá apreciar ''la velocidad con la cual se puede trabajar en cerámica. La posibilidad de ir muy rápido en el desarrollo de los temas, con momentos en los cuales hay naturalmente desarrollos más pausados, graduales o arduos, u otros instantes en los que la creatividad se dispara.

''Tengo la impresión -prosigue Gustavo Pérez- de que en este pasado mes o mes y medio, hubo uno de esos brincos.''

El año pasado el expositor dividió su tiempo entre su taller en Jalapa, Veracruz, y el de la ceramista Brigitte Pénicaud, cercano a Limoges, Francia. También viajó mucho, inclusive, llegó hasta Corea del Sur y China, donde visitó más talleres.

Al respecto, asegura que últimamente ha cambiado su actitud ante el trabajo, pues ''ahora puedo tomar más tiempo para vivir''.

Durante muchos años, explica, una necesidad personal lo mantuvo de tiempo completo en su taller. Ahora esa circunstancia se ha ''matizado'', de manera que puede dejar su taller y estar en el campo, en un mercado o hacer un viaje para conocer un país que le interese.

En concreto, es la posibilidad de ''despegarme, de tomar distancia con respecto al trabajo, sin sentir que estoy en falta. Ha habido por muchos años una responsabilidad que desde fuera pudo ser vista como excesiva. Ahora las cosas están cayendo en su lugar de manera un poco más natural''.

El entusiasmo y gusto que Gustavo Pérez siente por su exposición, contrasta con el momento político que vive el país, inmerso en una realidad que el ceramista considera de ''grandes riesgos, en función a este desafuero absurdo (de Andrés Manuel López Obrador), esta barbaridad política''.

Aclara que la situación actual lo afecta como ciudadano, porque su obra carece de comentarios políticos.

 
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