Usted está aquí: lunes 18 de abril de 2005 Economía A excepción de México, América Latina exige más presencia en el FMI y el BM

Los organismos no llegaron a acuerdo sobre el alivio de la deuda de naciones pobres

A excepción de México, América Latina exige más presencia en el FMI y el BM

Urge Argentina a elevar la representación y el peso del voto de países en vías de desarrollo

DPA Y AFP

Ampliar la imagen El director gerente del FMI, Rodrigo Rato, se despide del saliente presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, despu�de una conferencia de prensa en Washington ofrecida en el contexto de la reuni�e primavera de los organismos multilaterales FOTO Afp

Washington, 17 de abril. Con excepción de México, los delegados de América Latina participantes en la reunión de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial aumentaron este domingo la presión por la democratización de estos organismos.

Durante la reunión, que terminó sin ningún acuerdo sobre el alivio de la deuda de los países pobres, tanto el ministro de Economía de Argentina, Roberto Lavagna, como el de Finanzas de Brasil, Antonio Palocci, exigieron a nombre de la mayoría de países latinoamericanos una discusión abierta para otorgar mayor representación e influencia de los países en desarrollo en los organismos multilaterales.

El secretario de Hacienda de México, Francisco Gil Díaz, fue el único delegado latinoamericano orador que no hizo ninguna referencia al tema. No obstante, los tres representantes latinoamericanos unieron sus voces para reclamar nuevamente a los países ricos la apertura de sus mercados agrícolas, a fin de reducir la pobreza.

El ministro Palocci, a nombre de nueve países de América Latina, declaró que ''se necesita una discusión amplia sobre mecanismos para fortalecer la representación y la influencia de los países en desarrollo y en transición'' en las instituciones financieras internacionales.

Por su parte, Lavagna, que representó la postura de seis naciones, urgió al FMI y al Banco Mundial a aumentar la representación de los países en vías de desarrollo y en transición a posiciones de gerencia, y elevar el peso del voto en los órganos de decisión.

Piden dar más peso al PIB medido en términos de paridad

Desde hace años, los países en desarrollo están dedicados a presionar por una reforma en esos organismos, ya que sus estructuras fueron diseñadas en 1944, cuando las naciones pobres tenían una proporción del producto interno bruto (PIB) mundial mucho menor que la actual.

La estructura que rige es que cada país aporta cuotas que reflejan su proporción del PIB mundial a fines de la década de 1940, y el peso de su voto en el directorio de las multilaterales corresponde al tamaño de su cuota.

Palocci sostuvo ante el Comité de Desarrollo que ''una manera fundamental para fortalecer la representación de los países en desarrollo y en transición es aumentando su voto acumulativo''.

Brasil propuso modificar la fórmula para que se le dé más importancia al PIB medido en términos de paridad en poder de compra, que difiere del método que mide el PIB en los países en dólares. Es decir, un dólar tiene más poder de compra en un país de América Latina que en un industrializado y Brasil pretende que esa diferencia sea tomada en cuenta.

Otro tema planteado por Palocci fue la necesidad de aumentar la mayoría requerida para que el directorio del FMI pueda tomar una decisión, llevándola de una mayoría simple a 70 por ciento.

Actualmente, los países desarrollados tienen 61.1 por ciento de los votos en el directorio del FMI, de los cuales sólo Estados Unidos tiene 17.4 por ciento, mientras las naciones en desarrollo tienen 30.9 y las que están en transición tienen 7.5 por ciento.

De esta manera, el directorio puede aprobar una decisión sólo con el voto de los países desarrollados, aunque todo el Tercer Mundo se oponga. La propuesta de algunos países de Sudamérica de aumentar la mayoría necesaria a 70 por ciento ''podría dar más seguridad de que la voz de los países en desarrollo sería tenida más en cuenta'', señaló el ministro brasileño.

La posición presentada por Buenos Aires fue más moderada que la de Brasilia, pues el ministro Lavagna dijo que todavía no hay consenso sobre los temas estructurales como el del tamaño y la composición de los directorios, o la proporción de cuotas y votos para los países.

El tercer delegado de la región es el mexicano Gil Díaz, quien representa a Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Venezuela y un país de fuera de la región: España.

Pero Gil Díaz fue el único que no hizo referencia al tema de la representación de los países menos desarrollados en el FMI y el Banco Mundial.

Apertura de los mercados agrícolas

Sin embargo, los tres delegados sí estuvieron unidos para reclamar a los países ricos la apertura de sus mercados agrícolas a fin de reducir la pobreza y cumplir con los objetivos de desarrollo del milenio, al culminar este domingo las reuniones del FMI y el Banco Mundial. Afirmaron que sin liberalización agrícola, será imposible cumplir con los objetivos para 2015 fijados por 180 líderes mundiales en la ONU, cinco años atrás.

De hecho, en el comunicado final, el Comité de Desarrollo subrayó la importancia de tener una conclusión exitosa de la Ronda de Doha de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en 2006, y de que sus resultados sean ''ambiciosos''.

''Mejorar las oportunidades de comercio y acceso a mercados para la agricultura, los productos industriales y los servicios será crítico'' para cumplir con los objetivos del milenio, sostuvo el comité.

El ministro Palocci había señalado que una exitosa conclusión de la ronda de Doha implicaría una ganancia de 250 mil millones de dólares anuales a 2015, y más de un tercio de este dinero iría a parar a las arcas de países en desarrollo.

''Según el informe de monitoreo mundial (del BM, sobre el seguimiento de las metas del milenio), esto implicaría un estímulo al PIB de los países de bajos recursos de 2 por ciento, y de 1.3 por ciento al Africa subsahariana'', afirmó.

De su lado, Gil Díaz coincidió en que ''un acceso mejorado al mercado para los países en desarrollo impulsará el crecimiento económico. Compartimos la recomendación de que una liberalización multilateral, recíproca, sin discriminaciones, ofrece el mejor camino para que todos los países se beneficien del comercio.

En ese sentido, el Comité de Desarrollo también destacó en su comunicado final los beneficios que tendría la reducción de barreras comerciales entre países pobres y ''el fortalecimiento del comercio sur-sur''.

El ministro Lavagna advirtió que ''los productos agrícolas están mucho más protegidos que los manufacturados'' y que los países de medianos ingresos enfrentan las barreras agrícolas más altas de las naciones de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico, con una tarifa de 49 por ciento equivalente a la restricción total.

 
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