Usted está aquí: domingo 17 de abril de 2005 Mundo Cede el presidente ecuatoriano y levanta el estado de emergencia

Repudio generalizado de la oposición a Lucio Gutiérrez; lo califican de "dictador"

Cede el presidente ecuatoriano y levanta el estado de emergencia

Cacerolazos y protestas de miles de personas en las calles para exigir la renuncia del gobernante

Llama el mandatario en cadena nacional de radio y televisión a mantener la tranquilidad y la paz

AFP, DPA Y REUTERS

Ampliar la imagen Inconformes con el gobierno del presidente Lucio Guti�ez se manifiestan en calles del centro de Quito FOTO Afp

Quito, 16 de abril. El presidente de Ecuador, Lucio Gutiérrez, se vio obligado hoy a levantar el estado de emergencia que había decretado un día antes en Quito y la provincia de Pichincha, ante el repudio generalizado entre los sectores políticos de la oposición política, que lo calificaron de "dictador", y las protestas de miles de ecuatorianos que salieron a las calles y reclamaron su renuncia.

Gutiérrez, militar retirado con poco más de dos años en el poder, mantuvo el estado de emergencia durante 19 horas, que le permitió asumir poderes especiales y declarar el cese de funciones de la Corte Suprema de Justicia, cuya decisión en este caso ratificó al alegar haber llegado a un acuerdo para que también el Congreso haga lo propio en sesión extraordinaria a efectuarse este domingo.

"He decretado el levantamiento del estado de emergencia. Invoco a mantener la tranquilidad y la paz", señaló el mandatario en un mensaje a la nación por radio y televisión, al dar marcha atrás en la medida que suspendía algunos derechos constitucionales con el fin de reinstaurar el orden en la capital ecuatoriana, lo que en ningún momento consiguió ya que las protestas más bien arreciaron.

También la comunidad internacional había expresado su preocupación por los acontecimientos, con un llamado de la Unión Europea (UE) a retornar a la "normalidad institucional" en el contexto de una solución pacífica y negociada entre gobierno y oposición.

En términos similares se manifestaron la embajada de Estados Unidos y el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan.

Inclusive, el presidente chileno, Ricardo Lagos, suspendió una visita a Ecuador al profundizarse la crisis política que afronta el presidente Gutiérrez desde el 8 de diciembre, a raíz de que una mayoría oficialista en el Congreso restructuró la Corte Suprema con una simple resolución. Desde entonces las protestas no han cesado.

En ese ámbito, el mandatario afirmó ante la prensa que levantaba el estado de emergencia porque se cumplió el objetivo principal, que era cesar a los magistrados del más alto tribunal del país.

"Esperamos que en el menor tiempo posible tengamos el procedimiento para que Ecuador tenga la mejor Corte Suprema de toda su historia", señaló.

Dijo haber llegado a acuerdo con el presidente del unicameral Congreso, Omar Quintana, para que convoque a sesión extraordinaria este domingo a fin de tratar dos puntos: la ratificación del cese de funciones de la corte y el tratamiento de la reforma a la ley orgánica de ese tribunal que permite el remplazo de magistrados, cuyo proyecto de ley fue enviado por el propio mandatario.

El ex militar llamó al diálogo y a la unidad a todos los ecuatorianos y afirmó que "la tranquilidad está retornando a la república", y que ahora es responsabilidad del Congreso cumplir con un anhelo del presidente de la república y de los 13 millones de ecuatorianos.

Sostuvo que ese anhelo sigue siendo que se nombre una Corte Suprema despolitizada e independiente que dicte justicia por igual para ricos y pobres.

Durante la actual situación en que desde la madrugada de este sábado se desencadenaron muestras de descontento y la multiplicación de la oposición ciudadana, las fuerzas armadas se mantuvieron fieles al presidente Gutiérrez, aunque prácticamente no se cumplió con el patrullaje que ameritaba un estado de emergencia.

Asimismo, se negaron versiones de que el comandante en jefe del ejército, general Luis Aguas, habría renunciado ya que no se hizo parte del panel que acompañó el gobernante la noche del viernes, cuando anunció las medidas extraordinarias.

Por su parte, el presidente del Congreso, Omar Quintana, del Partido Roldosista Ecuatoriano, única fuerza aliada del gobierno, confirmó la sesión que tendrán los legisladores a las 16 horas del domingo luego del acuerdo con Gutiérrez, así como los temas a tratar ya señalados.

Previo a ese acuerdo, otros congresistas de la oposición política afirmaron que tenían la mayoría y que iban a convocar al Congreso para derogar la decisión del presidente de la república sobre el estado de emergencia y destituir, pero de "manera legal", a la Corte Suprema de Justicia.

Inclusive el diputado socialdemócrata Andrés Páez había dicho a la prensa que se reunirían en secreto para "evitar a las bandas armadas de la dictadura".

De hecho, mientras todo el entorno político calificaba al presidente de "dictador" después de haber decretado la víspera el estado de emergencia y suspendido la Corte Suprema de Justicia, desde esta madrugada unas 5 mil personas protestaron con cacerolas, con los quiteños recorriendo las principales calles de la capital en automóviles y haciendo sonar las bocinas al grito de "abajo el dictador" y "Lucio fuera".

Un ambiente de gran tensión se vivió en los alrededores del palacio presidencial de Carodelet, en el centro histórico de Quito, donde al menos 200 soldados y policías levantaron cordones de alambre de púas y mallas metálicas en dos cuadras a la redonda.

Y con el transcurrir de la jornada las calles se llenaron de miles de manifestantes que pedían la salida del presidente Gutiérrez.

Durante una de las protestas en una céntrica plaza, que los manifestantes denominaron del "papel higiénico", decenas de personas regalaron cientos de rollos para que el presidente Gutiérrez "utilice este papel para limpiar los errores que ha cometido durante los dos años que lleva en el gobierno".

Dividido, el gobierno

El vicepresidente del país, Alfredo Palacio, alejado por el gobernante, había calificado de "inconstitucionales" sus disposiciones mediante decreto y exigía que fueran revocadas porque el país "no puede ni debe aceptar posiciones dictatoriales". El alcalde quiteño, Paco Moncayo, exigió a su vez la renuncia del mandatario.

Otros constitucionalistas también calificaron de dictatorial las medidas del presidente, mientras que el líder socialcristiano y ex presidente, León Febres Cordero, demandó que el Congreso sesionara para derogar de inmediato el decreto de emergencia.

Así, líderes como el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, y el precandidato presidencial Alvaro Noboa, coincidieron con Febres Cordero y Moncayo en que Gutiérez actuaba como dictador.

La preocupación por lo que sucede en Ecuador se había extendido al exterior, con comentarios de gobiernos como los de España, Luxemburgo y Perú, que dijeron estar siguiendo de cerca los sucesos en el país andino y abogaban por "la estabilidad y el diálogo.

España y la UE exigieron, además, que "no haya interferencia alguna sobre los poderes judiciales" en Ecuador.

Estados Unidos y la ONU expresaron su inquietud y pidieron a las partes una solución institucional, mientras que Chile informó de la cancelación de la visita de Lagos a Ecuador a petición de su gobierno, que tenía prevista en el contexto de una gira el próximo lunes a esa nación, y que abarcará a Brasil, Venezuela y Colombia.

 
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