Usted está aquí: domingo 17 de abril de 2005 Cultura El Ballet del Teatro de la Scala de Milán hace soñar a 150 niñas

Participarán 32 estudiantes en la representación de Sueño de una noche de verano

El Ballet del Teatro de la Scala de Milán hace soñar a 150 niñas

Sin importar el cansancio, las menores aspiran a compartir el escenario con la compañía

FABIOLA PALAPA QUIJAS

Ampliar la imagen La ilusi�or compartir el escenario con una de las principales compa� de ballet de mundo hace que las ni�aumenten su entusiasmo durante las pr�icas con la Compa�Nacional de Danza FOTO Jos�arlo Gonz�z

Dedican su tiempo libre a aprender ballet. Son niñas que tienen la ilusión de conmover a los espectadores en un escenario con sus movimientos. De entre 150 pequeñas, sólo 32 estudiantes participarán en la producción Sueño de una noche de verano que presentará el Ballet del Teatro de la Scala de Milán en el Auditorio Nacional.

El placer del ballet está en movimientos como brincar, girar, deslizar, doblar y elevar. Sus rostros reflejan felicidad y no les importa a las pequeñas bailarinas las horas que dedican a esta disciplina artística.

Las niñas llegan con sus mallas y zapatillas muy puntuales a los ensayos. Su alegría da color al salón. Se quedan mirando en el espejo, levantan brazos y piernas en espera de la música para bailar.

Alicia tiene 14 años y está orgullosa de mostrar el talento de las mexicanas en un escenario, además de bailar con la compañía italiana. "Voy a dar toda la fuerza y coraje. Voy a seguir con todo".

Otra pequeña recordó que por iniciativa de sus padres tomó clases de ballet, pero "se volvió una pasión y ya no puedo parar". Expresó que se dedicará al baile de manera profesional.

Pero los padres de familia también hacen un esfuerzo para que el sueño de sus pequeñas no termine y están conscientes de que es una profesión que exige demasiado.

"Mi hija es muy disciplinada y si tiene problemas en sus estudios, le decimos que dejará el ballet; ella se apura para no faltar a sus clases", comentó la mamá de una de las niñas. Asimismo, señaló que "es un sacrificio pero vale la pena" por ver a su pequeña feliz.

Sin importar los estratos sociales, todas las niñas tienen la ilusión de ser bailarinas de una compañía importante. Incluso hay quienes sueñan con viajar a Rusia como es el caso de Joselin, de 12 años.

Para María, de 12 años, participar con la compañía de la Scala de Milán "es una gran oportunidad y debemos aprovecharla. La danza me gusta mucho y voy a seguir. Mis padres y amigos me dicen que le eche muchas ganas".

Mientras algunas niñas externan sus emociones, hay quienes ponen en práctica las indicaciones de Biagio Tambone, primer bailarín de la compañía italiana: "para trabajar es necesario la disciplina porque es lo que te empuja a seguir adelante".

Agrega que mediante el trabajo se puede ver el resultado. "Es lo máximo preguntarte cada día lo que puede dar tu cuerpo".

En el ensayo cada indicación de Biagio es un acorde más de la música. Las bailarinas escuchan con atención para perfeccionar el paso que falla, ese titubeo de pies, la espalda recta y los brazos bien extendidos.

La posibilidad de presentarse con el Ballet del Teatro de la Scala de Milán hace que las infantes pongan su mayor esfuerzo. Cierran sus ojos, se concentran y comienzan de nuevo. En un receso, aprovechan para practicar frente al espejo.

Afuera del salón de baile, una mamá murmura "mi hija tiene muy claro que ella quiere ser bailarina de clásico", mientras que otra señora comenta: "la mía está feliz porque bailará con una de las mejores compañías".

Itzel, de 15 años, ha bailado durante siete y desde hace cuatro estudia en la Escuela Nacional de Danza Clásica Contemporánea. Esta experiencia para ella es muy importante porque puede aprender como los bailarines canalizan su energía antes de salir al escenario. "El simple hecho de convivir con ellos y ver como se preparan nos servirá para nuestra carrera profesional. La disciplina es fuerte pero cuando sales al escenario y te expresas con tus movimientos, piensas que vale la pena el esfuerzo".

La joven señaló que goza al estar en el foro, y por supuesto, sus clases de ballet; "Trato de hacer las cosas lo mejor posible para presentarme en los escenarios y sentir la adrenalina, después con los aplausos te sientes satisfecha. Definitivamente se-guiré en esto".

Sobre el montaje de Sueño de una noche de verano, Biagio Tambone indicó que se trata de una obra que hace soñar a los espectadores. "Yo bailo en el ballet, pero cuando lo miro me pone en una situación poética, me tranquiliza mucho; te pone un poco fuera del mundo real y entras al mundo fantástico. Es un ballet que todos deben verlo".

El Ballet del Teatro de la Scala de Milán presentará este 23 y 24 de abril Sueño de una noche de verano, con la coreografía original de George Balanchine y música de Felix Mendelssohn, en el Auditorio Nacional. Además, ofrecerá funciones de El lago de los cisnes los días 20, 21 y 22.

 
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