Usted está aquí: lunes 28 de marzo de 2005 Deportes Triunfan los toros de Maravillas, Salvador López y con los palos Gustavo Campos

Confirmadora novillada final de la Promotora Sarajuana en el ruedo de La Florecita

Triunfan los toros de Maravillas, Salvador López y con los palos Gustavo Campos

El Fantasma y El Piripití, con entrega pero sin técnica

Interesante propuesta de aficionado

LEONARDO PAEZ

Ampliar la imagen Salvador L�, con el mejor del encierro de Atlanga, estuvo bien con la derecha FOTO RAFAEL SANCHEZ DE ICAZA

Concluyó ayer el honroso y un tanto despistado serial de cinco novilladas organizado por Promotora Sarajuana en la plaza La Florecita, de Ciudad Satélite, donde se pudieron confirmar no sólo los niveles anímicos y técnicos de los actuantes, la falta de asesoría oportuna y autorizada desde el callejón y el encastamiento de las ganaderías de Atlanga, Joselito Huerta y Maravillas, sino además los daños colaterales ocasionados por los seudotaurinos que sin pasión ni profesionalismo manejan la fiesta de toros en el país, reflejados en las modestas entradas a estos festejos y a la mayoría de los que se celebran en los estados.

Mostraron su potencial torero noveles como Joaquín Alvarez Joaquinillo, en el segundo festejo, Rodrigo Muñoz Gitanillo y Pepe Murillo, en el tercero, Manuel González Montoyita, en el cuarto, y en el que dio fin al serial un hambre de ser inversamente proporcional a sus recursos de Leonel Olguín El Fantasma y Diego García El Piripití, frente al toreable encierro mexiquense de Maravillas, de los señores Víctor Ransanz, padre e hijo, con demasiada bravura y pitones para la novatez de los muchachos.

Y como ante la casta y la embestida codiciosa los buenos toreros se crecen, en el serial sobresalieron las actuaciones de los banderilleros Christian Sánchez, Gerardo Angelino y, ayer, de Gustavo Campos, llamado cinco veces al tercio en la pasada temporada en la México, así como de los picadores Delfino Campos y Efrén Acosta, entre otros.

¿Por qué calificar entonces de un tanto despistado tan interesante serial? Por lo mismo que la Asociación Nacional de Matadores no ha logrado en varias décadas: convencer a los displicentes miembros de la Asociación Mexicana de Empresas Taurinas (AMET) de conjuntar esfuerzos y planear, en serio, la continuidad y seguimiento en sus plazas de aquellos novilleros y matadores modestos que vayan mostrando cualidades, regularidad y avances en sus actuaciones, hasta consolidarse como diestros capaces de interesar al grueso del público.

Pero en el subdesarrollo el sentido común se vuelve ciencia, por lo que los meritorios resultados de Promotora Sarajuana en este serial es poco probable que tengan continuidad en otras empresas igualmente comprometidas en rescatar al espectáculo taurino del caprichoso secuestro en que la mantienen unos adinerados sin grandeza.

Abrió plaza un bien armado Tío Maco, bautizado así en recuerdo del inolvidable ganadero de La Laguna, don Romárico González. El primer espada, Jorge Delijorge, sin quietud ni mando, dejó inédita esa bravura y tras varios pinchazos, un aviso y una media, salió presuroso rumbo a Texcoco, donde toreaba por la tarde.

El segundo se llamó Pescador, paliabierto, alegre y claro, que recargó en un puyazo y al que Salvador López lanceó sobre piernas, mientras Leonel Olguín quitó por embarulladas gaoneras. Con una embestida de sueño por el lado derecho, López consiguió varias tandas, si bien subiendo la mano en el último tiempo del derechazo. Como dejara tres cuartos de acero delanterillos, recibió benévola oreja.

Algo escurrido pero bravo y bien armado, Valo salió en tercer lugar, empujando en prolongada vara y poniendo en serios aprietos tanto con el capote como con la muleta al bisoño pero entregado Leonel Olguín El Fantasma, quien maltrecho tras dejar media desprendida fue ovacionado en el tercio. Ah, si el valor de estos principiantes tuviera oportuna y acreditada asesoría desde el callejón...

Sarajuano, con un par de pitones, cerró plaza, y Diego García decidido le recetó una limpia larga cambiada en la boca de toriles para luego lancear con quietud y buenas maneras a otro con nobleza y son en su acometida. Empujó en dos varas y luego Gustavo Campos le colgó dos soberbios pares por los que fue llamado a saludar. Con la franela El Piripití voló varias veces por los aires sin ser herido y cobró certero pinchazo hondo que bastó.

A la salida, un inteligente y condolido aficionado propuso: "Oiga, que cada plaza tenga un maestro de tauromaquia pagado por el municipio respectivo. Los muchachos saldrían con más noción del arte de la lidia, más novillos serían aprovechados y menos jóvenes verían truncadas sus ilusiones".

¿Recogerá la alcaldesa de Naucalpan tan sensata propuesta?

 
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