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CRECE Y CRECE
7 de marzo de 2005
Ricardo Blanco Velázquez

Se dice que la sexualidad humana es un estímulo importante del consumo en la sociedad moderna. No en vano, hace unos días el Palacio de los Deportes en la capital del país se vio colmado por miles de visitantes a una feria de la industria del sexo en México.

De acuerdo con estudios especializados, en el país la industria del sexo ha crecido a una tasa tres veces superior a la economía nacional. Es decir, existe una voraz demanda por "juguetes sexuales", ropa interior, lubricantes, revistas, condones, películas, etcétera.

Tan es así que ya se designó una zona comercial del Centro Histórico que se denominará "Plaza del Sexo" que albergará locales para satisfacer al más exigente cliente de accesorios sexuales: ropa, videos, literatura erótica y pornografía.

SEXEn el artículo "Sexo. Ese oscuro objeto de consumo" la Revista del Consumidor asegura que el sexo como objeto de consumo representa, por ejemplo, en el mercado gay mexicano ventas por 51 millones de pesos al año, mientras que los ingresos de las 70 tiendas donde se venden artículos relacionados con la actividad sexual (sex shops) ascienden a 200 millones de pesos al año.

Por otra parte, se denuncia que 70 por ciento de las ventas anuales de la industria erótica, sobre todo en juguetes y películas, valuadas en 2 mil millones de pesos al año, se lo llevan la piratería y el contrabando. Además, se ha detectado que cerca de una tercera parte de esos accesorios sexuales y preservativos son falsificados, incumplen la regulación sanitaria y se comercializan principalmente en tianguis o sex shops ilegales, señala la revista de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).

China y Sudcorea son los principales países de origen de estos productos de contrabando que tienen una deficiente presentación. Pueden ser dañinos a los usuarios por su mala calidad, mientras que la piratería es en su mayoría de origen nacional, en especial en películas eróticas.

Según datos de la Profeco, las ventas anuales de películas y juguetes para adultos ­200 millones de pesos­ constituyen una cifra elevada, si se considera que en México sólo existen 70 tiendas en el país, pero que en poco tiempo podrían llegar a 600 y sólo cubrirían 10 por ciento del mercado potencial.

"Las ventas globales de la industria así como los puntos de venta crecieron 12 por ciento en el último año", dijo Alberto Kibrit, organizador de la segunda Expo Sexo y Entretenimiento.

Kibrit abundó en que la industria no ha podido crecer más por falta de recursos; muchos empresarios no tienen la inversión necesaria para comprar franquicias ­para una sex shop cuesta unos 900 mil pesos­ o arrancar un negocio propio.

La Profeco dice que sólo en Guanajuato, Querétaro, Puebla, Aguascalientes y San Luis Potosí no existe ninguna tienda de este tipo. Mientras que el Distrito Federal es la plaza donde se compran más revistas pornográficas; la primera sex shop que llegó a México se ubica en la Zona Rosa y atiende a mil personas al día  §

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