Usted está aquí: jueves 3 de marzo de 2005 Ciencias Medicinas hechas con plantas reportan ventas mundiales por 60 mmdd al año

La supuesta inocuidad, uno de los riesgos: Angel Flores

Medicinas hechas con plantas reportan ventas mundiales por 60 mmdd al año

LAURA POY SOLANO /II Y ULTIMA

La falta de evidencia científica sobre la calidad, seguridad y eficacia de las terapias alternativas no ha sido obstáculo para que miles de personas en el mundo utilicen sus métodos y técnicas, pues como indica la Organización Mundial de la Salud (OMS) las medicinas tradicional y alternativa "suscitan un amplio abanico de reacciones, desde el entusiasmo no crítico hasta el escepticismo no informado".

El incremento en su demanda no sólo propició nuevos cuestionamientos sobre la necesidad de impulsar investigaciones científicas para comprobar su eficacia, también se convirtió en una importante industria comercial, pues la OMS estima que anualmente en todo el mundo se facturan 60 mil millones de dólares tan sólo en la comercialización de medicinas elaboradas con plantas.

Mariano Martínez Vázquez, catedrático del Instituto de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), especialista en el análisis de plantas medicinales, señaló que desde los años 60 del siglo pasado cuando inicio el movimiento denominado "medicina verde", es decir, el regreso a la utilización de las plantas medicinales en los países desarrollados, "se creó una industria tan importante como los grandes laboratorios farmacéuticos, que en aquella época eran considerados como los grandes destructores de la naturaleza".

Sin embargo, agregó, la comercialización de muchos de los llamados "productos naturales" también está respaldada por importantes empresas farmacéuticas trasnacionales que venden los fitofármacos, elaborados con extractos de plantas para la atención de determinadas enfermedades.

Señaló que el conocimiento científico de muchas de las plantas utilizadas en la medicina tradicional y en las terapias alternativas aún deben ser estudiadas en su composición química, pues aseguró que una sola planta medicinal contiene en promedio de ocho a 10 componentes químicos "lo que indica la complejidad y riqueza bioquímica que genera la naturaleza".

Debido a que las llamada terapias alternativas siguen estancadas en un debate científico que aún no esclarece su grado de eficacia y, ante el escepticismo de la medicina alópata sobre sus efectos terapéuticos, organismos internacionales como la OMS impulsan un uso "racional e informado" de estas nuevas técnicas terapéuticas.

Angel Flores Alvarado, coordinador de acción del programa IMSS-Oportunidades, que tiene entre sus finalidades el rescate y conservación del conocimiento generado por la medicina tradicional, destacó que uno de los riesgos asociados en el uso de terapias alternativas es que "la mayoría de las personas cree que por ser productos de origen natural son inocuos, cuando en realidad sabemos que también existen efectos secundarios por el uso no regulado de plantas y extractos vegetales".

Indicó que en México, como en muchos otros países, existe la percepción de que se puede recuperar la salud con "procesos milagrosos", cuando las enfermedades, sobre todo crónicas, tienen una evolución de años. "A la mayoría de la gente le lleva mucho tiempo desestabilizar su organismo, ya sea por una dieta poco balanceada, sedentarismo, consumo de alimentos chatarra y actividades poco saludables, lo que suele ocasionar diversos padecimientos."

Al respecto, Pedro Makario Irineo, instructor del diplomado en cosmobioenergía que se imparte en el programa de medicina tradicional de la Universidad Autónoma Chapingo, reconoció que las terapias alternativas, al igual que la medicina alópata "tienen límites que debemos reconocer, pues en el caso de la cosmobioenergía, técnica que utiliza la energía corporal, no puede solucionar cualquier padecimiento físico".

No obstante, reconoció que la medicina alópata aún mantiene su "escepticismo" ante la utilización de las técnicas empleadas en las terapias alternativas, las cuales, aseguró, "no tienen como propósito deslegitimar el conocimiento científico del cuerpo humano, sino incorporar tanto los aspectos espirituales y mentales, como la capacidad del paciente para trabajar en su recuperación integral".

Uso racional, el reto

En su informe sobre medicina tradicional, publicado en 2002, la OMS destacó que a fin de garantizar un uso racional de las terapias alternativas y minimizar sus riesgos a la salud es necesario emprender diversas medidas, como garantizar la calificación y licencia de los terapeutas, asegurar la calidad de los productos elaborados con plantas, mejorar la comunicación entre proveedores de la medicina tradicional, médicos alópatas y pacientes, así como crear fuentes de información y orientación científica para el público usuario.

 
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