Usted está aquí: jueves 24 de febrero de 2005 Política Sólo decorativo, el Consejo Mexicano del Café: productores del aromático

La política gubernamental para el sector, "sin pies ni cabeza", consideran

Sólo decorativo, el Consejo Mexicano del Café: productores del aromático

MATILDE PEREZ U.

La creación del sistema-producto para el café y la propuesta de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) de que el Consejo Mexicano del Café (CMC) sea únicamente una asociación civil sólo provocó mayor confusión y enojo entre los productores, pues con ello no se atiende la problemática financiera y social de miles de agricultores, advirtió Javier Galván Suenaga, representante de caficultores de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (UNORCA).

"La política cafetalera gubernamental no ha tenido ni pies ni cabeza; hay un estado de confusión muy grave; el sistema-café es más una instancia política que una solución a la crisis de los productores", consideró el también gerente de la Distribuidora de Cafés Rurales de México, empresa a través de la cual los 15 mil caficultores han encontrado una forma de comercializar parte de los 140 mil quintales de su producción.

Los productores requieren un Consejo Mexicano del Café con capacidad jurídica y financiera, con patrimonio propio, que defienda sus intereses; no una instancia, como la propuesta por Sagarpa, únicamente consultiva. "No pedimos que se convierta en una instancia comercializadora, como en su momento lo fue el Instituto Mexicano del Café, sino en la responsable de la política federal", abundó.

La práctica desaparición de la estructura del CMC y el traslado de varios de sus programas a Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria creó una confusión en la recuperación para el fondo de estabilización de precios del grano, ya que ahora cuando el precio internacional se ha recuperado (110 dólares por quintal) y el interno es superior a aquél (140 a 200 dólares), la autoridad emitió la advertencia de que los productores que no entreguen el dinero "nos cierran el botón electrónico para la emisión de facturas".

Es evidente que no está claro el destino de los recursos de ese fondo; "no tenemos la certeza de que no vayan a ser utilizados para las campañas político-electorales, ni tampoco hay una aclaración de las autoridades en torno a los cheques emitidos a nombre de los productores -y cobrados por otras personas-, y ahora se les exige el pago respectivo; en la Unión de Productores de Café de Guerrero hay mil 485 casos, por ejemplo".

Tal es la confusión, agregó, que en Tapachula, Chiapas, los industriales están pagando a 8.50 pesos el kilogramo de café robusta a los caficultores que están inscritos en el padrón de beneficiarios del fondo y a los que no aparecen en el mismo; es decir, que hay una recuperación que no tiene sustento. Por ello, UNORCA pidió a Sagarpa que entregue una relación de cada uno de los cheques emitidos y un estado de cuenta. La decisión es no entregar la recuperación del fondo hasta que no haya claridad, señaló.

Respecto a la propuesta de ley para el café, que se discute en la Cámara de Diputados, Galván Suenaga advirtió que podría quedarse en retórica si no se toman en cuenta las propuestas de los productores de crear un organismo con facultades jurídicas y económicas autónomas de Sagarpa; contemplar la calidad del producto; eliminar las importaciones de café verde de Vietnam; establecer fideicomisos regionales para garantizar que los recursos serán para apoyar la producción; fortalecer el mercado interno y garantizar que la campaña de consumo de café mexicano no es un cheque en blanco para las trasnacionales sino un auténtico impulso a la comercialización del producto mexicano.

 
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