Usted está aquí: jueves 24 de febrero de 2005 Política Poco probable que se dé el voto en el extranjero en 2006, afirman senadores

La organización más sencilla del proceso podría costar $700 millones, según el IFE

Poco probable que se dé el voto en el extranjero en 2006, afirman senadores

Se necesitan cuantiosos recursos, reconocen legisladores

Una "mezquindad", creer que eso es "insalvable": PRD

ANDREA BECERRIL

El Senado modificará la reforma electoral que permite el voto de mexicanos en el extranjero, por lo que es poco probable que pudiera entrar en vigor en 2006, coincidieron legisladores de PRI y PAN. Hicieron notar que uno de los problemas principales son los recursos millonarios que se requieren para organizar elecciones fuera del país, sobre todo en Estados Unidos, donde radica el mayor número de mexicanos.

Al respecto, el perredista Raymundo Cárdenas señaló que "considerar insalvable el problema económico es muestra de mezquindad", e hizo notar que si bien la minuta aprobada un día antes en San Lázaro no precisa de dónde saldrán los recursos para organizar el voto en el extranjero, "es obvio que deberá ser del presupuesto federal".

Sin embargo, el senador del PAN César Jáuregui recalcó que se trata de "un esfuerzo mayúsculo" que implica "ver con toda honradez hasta dónde puede llegar este voto de los mexicanos en el extranjero", que no permite asegurar que la minuta proveniente de la Cámara de Diputados se aprobará en Xicoténcatl en este periodo de sesiones, que concluye el 30 de abril.

Vicepresidente de la mesa directiva del Senado, Jáuregui señaló que hablar de una modificación a la minuta implica regresarla a la Cámara de Diputados, lo que, de entrada, supone alargar el proceso legislativo. Por ello, dijo, "yo no me casaría con la idea de que tiene que salir para las elecciones presidenciales de 2006".

Por separado, la senadora priísta Silvia Hernández, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores para América del Norte, explicó que las reformas al Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) que se aprobaron un día antes en San Lázaro no son para otorgar el voto a los mexicanos en el exterior. "Es una ley para operar una elección fuera del país" y al Senado "le toca resolver lo práctico, los recursos, los tiempos".

Hernández comentó que hay muchas preguntas en torno al contenido de la ley aprobada en la Cámara de Diputados. La primera se refiere a los recursos. Al respecto, planteó que se ha preguntado de dónde sacar, pero "no he encontrado el mecanismo por el cual se puedan sustraer, extraer o separar 2 mil o 3 mil millones de pesos".

Hay otros puntos preocupantes, agregó, entre ellos que el Instituto Federal Electoral (IFE) no tiene facultades para negociar con gobiernos extranjeros, y en la minuta se señala que la negociación para que los mexicanos residentes en otras naciones puedan votar la hará precisamente el IFE.

También priísta, Humberto Roque Villanueva comentó que su bancada analizará hoy ese punto, ya que no pueden emitir una opinión definitiva hasta no conocer la minuta. De cualquier forma "se revisará su viabilidad política".

Necesario, un "ejército electoral"

Por separado, el panista Jáuregui subrayó la dificultad de garantizar el voto de unos 11 millones de mexicanos en el extranjero. "Estaríamos hablando de que necesitamos todo un ejército en materia electoral, además de evitar que sea extraterritorial, dado el gran número de consulados en Estados Unidos".

Reveló que están ya en consultas con la cancillería para efectos de reconocer "hasta dónde podríamos llevar a cabo acciones en territorio extranjero, así sea solamente para recibir el voto".

Otro punto que los senadores deben resolver es el de la logística, las urnas, la credencial con fotografía, la tinta indeleble y el padrón electoral. Así que, precisó, "estamos obligados a legislar con toda responsabilidad y lograr que ese voto en el extranjero sea contado y transparente, para que no vaya a causar mayores conflictos en 2006".

El perredista Raymundo Cárdenas insistió en que el problema de los recursos necesarios es salvable y que el Senado debe hacer el menor número de cambios a la minuta para que pueda salir adelante en este periodo.

ELIZABETH VELASCO

La organización "más simple" para hacer posible el voto de los mexicanos en el extranjero en 2006 podría costar 700 millones de pesos, por lo que el Congreso de la Unión tendría que aprobar una partida extraordinaria o una ampliación presupuestal, ya que los 200 millones de pesos autorizados por los diputados son insuficientes para concretar ese propósito, refirió ayer el consejero del Instituto Federal Electoral (IFE) Marco Antonio Gómez Alcántar.

De acuerdo con análisis realizados por los consejeros electorales integrantes del grupo de trabajo sobre el voto de los mexicanos en el extranjero, una organización "compleja" de los comicios podría incluso costar hasta 3 mil millones de pesos, pues de acuerdo con el dictamen del Congreso se prevé una "mezcla de variables y opciones acerca del método, que por el momento es difícil determinar, aunque en todo caso corresponde al Senado de la República definir".

En entrevista, destacó que el costo del proceso dependerá de la "modalidad" que adquiera, de las ciudades en donde se vaya a desarrollar y el cómo se organicen, pues no necesariamente se tienen que instalar casillas.

Sin embargo, descartó que se pudiera optar por el voto electrónico, ya que por normas internas "no se pueden establecer modalidades (de voto) distintas a las que hay en México".

De acuerdo con estudios realizados por ese grupo, alrededor de 14 millones de mexicanos que radican en el extranjero podrían ejercer el voto para elegir presidente de la República en 2006. De ese total, 4 millones de personas ya cuentan con la credencial de elector, pero tendrían que expedirse 10 millones más en territorio mexicano. Esto, si el Senado aprueba el dictamen recién aceptado por los diputados. Cabe destacar que del total de connacionales radicados en el extranjero 98 por ciento se ubica en Estados Unidos.

Gómez Alcántar destacó que otra gran variable que se analiza es el tiempo requerido para efectuar ese proceso, por lo que ya se trabaja en la ruta crítica para definir las etapas, considerando que tendría que ser lo más amplio posible ante la complejidad de cualquiera de las modalidades de voto.

"Los tiempos -precisó- dependerán también de la evaluación que se haga en el Senado. No obstante, si el IFE detecta que son reducidos, lo vamos a decir", ya que para ese organismo el proceso representa un reto en términos de logística y vigilancia de las condiciones de equidad, transparencia y legalidad. En caso de que hubiera campañas en el extranjero, destacó que la Dirección de Prerrogativas tendría que fiscalizar los recursos que los partidos gasten para ese propósito, aunque las campañas podrían darse a conocer mediante repetidoras de cadena nacional.

 
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