Usted está aquí: miércoles 16 de febrero de 2005 Ciencias Avanza la medicina homeopática, a pesar de la oposición alópata

Puede solucionar grandes problemas a bajo costo, afirma Javier Grandini

Avanza la medicina homeopática, a pesar de la oposición alópata

La ENMH, incorporada en 1937 al Politécnico Nacional, cumplirá 110 en 2006

Desarrollar un medicamento contra la parasitosis en Nautla, Veracruz, uno de los proyectos de la escuela

JOSE GALAN

Ampliar la imagen La ENMH atiende a 200 personas diariamente FOTO Carlos Cisneros

Contra todos los pronósticos de los defensores de la escuela clásica de la medicina, la enseñanza y práctica de la homeopatía cada día ganan más adeptos. Es más, cada año se suman más médicos cirujanos y homeópatas al sector salud, que practican sus conocimientos con el fin de ayudar a combatir enfermedades de todo tipo, y las investigaciones en este campo avanzan hacia la búsqueda de remedios para padecimientos, inclusive considerados ya problemas de salud pública.

Y todo surge desde la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía (ENMH) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), el único plantel reconocido a escala nacional por las autoridades del sector salud, que en 2006 cumplirá 110 años de su establecimiento en México. Las medicinas homeópata y alópata tienen diferencias fundamentales.

La alopatía es un procedimiento terapéutico que consiste en emplear remedios que producen efectos contrarios a los que caracterizan la enfermedad, en tanto la homeopatía es el procedimiento curativo que consiste en aplicar al enfermo, en cantidades mínimas, las mismas sustancias que, aplicadas en mayor cantidad a un ser humano sano, le producirían la enfermedad que se trata de curar. Ambas definiciones son del Diccionario del uso del español, de María Moliner.

Crece la matrícula

La ENMH fue programada hace más de una década para atender a 500 alumnos, y actualmente la matrícula suma mil 631 estudiantes, más otros 240 que se incorporarán en julio próximo. En posgrado hay actualmente 385 estudiantes; cuenta con 500 profesores en licenciatura, 300 en prácticas clínicas y 200 en ciencias básicas, y en posgrado cuenta con ocho profesores investigadores de doctorado, cuatro maestros en ciencias y siete profesores asociados de licenciatura. Hasta ahora son ocho mil los egresados en los 109 años de existencia de dicha escuela, incorporada al IPN en 1937.

El servicio externo de consulta de la escuela en terapéutica homeopática y en acupuntura ha pasado de 40 a 200 atenciones diarias, informa el director del plantel, doctor Javier Grandini González, quien actualmente realiza pruebas de laboratorio en ratas para diseñar un medicamento homeópata contra el estrés y la hipertensión. "Esta demanda de servicios por la población significa que estamos caminando, que estamos creciendo", dice.

Subraya que la homeopatía colabora en gran medida en el combate a los problemas de salud del país, y revela que entre los proyectos de la escuela está por presentar al director del IPN, Enrique Villa Rivera, uno contra la parasitosis en la comunidad de Nautla, Veracruz, con base en la homeopatía. "Esta práctica médica puede solucionar grandes problemas nacionales de salud, a bajo costo."

La ENMH fue certificada por el Consejo Mexicano para la Acreditación de la Educación Médica Superior (Comaen), es decir, la calificación como escuela para la formación de recursos humanos para la salud. Los programas certificados son el de médico cirujano y homeópata, lo que en la práctica le otorga los derechos para ingresar al Sistema Nacional de Salud para campos clínicos, internado médico de pregrado, servicio social y residencias médicas.

El ISSSTE no tiene el área

A pesar de ello, la práctica de la homeopatía sigue encontrando resistencias, inclusive desprecio, en las áreas controladas por la medicina alópata. Grandini González revela que, una vez obtenida la certificación, solicitó al ISSSTE realizar campos cicloclínicos -los alumnos tomarían clases con algunos profesores seleccionados-, y la respuesta ha sido que, a pesar de la certificación, no se puede poner en práctica porque el ISSSTE no ofrece homeopatía. "En ese pequeño detalle se ve que hay reticencia, porque la homeopatía tiene un gran enemigo que es el sistema de la farmacia alópata", añade. "¿Por qué razón? Sencillamente porque un medicamento, digamos la cefalosporina, se vende actualmente en 450 pesos al público, y nosotros podemos lograr el mismo efecto, es decir, eliminar una bacteria, con un medicamento homeopático que cuesta sólo 10 pesos."

Para tratar de romper con las barreras existentes, sobre todo la falta de conocimiento acerca de esta práctica médica, el jefe de la sección de estudios de posgrado e investigación, Guillermo Pérez Ishiwara, y la jefa del departamento de Investigación, Paula Figueroa Arredondo, tienen entre sus responsabilidades dar difusión por medio de trabajos y proyectos de investigación de gran rigor científico y académico. Eso, a pesar de la disminución en las becas para estudios de posgrado emprendida por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

Pérez Ishiwara señala que aún se mantiene un porcentaje muy bajo de los alumnos egresados de licenciatura que buscan estudiar posgrado -casi 5 por ciento del total-, principalmente por razones económicas. A la mayor parte de los egresados les interesa entrar de inmediato al campo laboral y, en segundo lugar, por una política "que no ha favorecido el desarrollo de los posgrados, instrumentada por Conacyt, que ha limitado mucho la asignación de becas para estudios de maestría y doctorado. Se trata de estudios sólidos y de largo tiempo, lo que lleva a muchos alumnos a desertar de esos niveles por razones económicas".

El Conacyt, "copado"

Aventura la hipótesis de que el Conacyt "está copado" por un grupo de asesores en ciencias duras, que no respetan la homeopatía como terapia médica. "Vengo de una ciencia dura, que es la biomedicina molecular, pero encuentro que la visión existente en el Conacyt no les ha permitido abrirse a otros campos", aunque reflexiona y dice que, sin embargo, "quizá la situación esté comenzando a cambiar."

Paula Figueroa Arredondo dice que entre los proyectos de investigación importantes destacan aquellos en marcha dentro del área de la biomedicina, como el que desarrolla el propio Grandini González sobre el estrés, pero también un proyecto sobre el dengue -una de las enfermedades tropicales de México consideradas problemas de salud pública-, dirigido por Pérez Ishiwara en colaboración con el doctor Juan Salas Benito; otro proyecto consiste en el estudio de las toxinas del cólera, además de investigaciones sobre el sistema inmunológico para atacar enfermedades virales como el virus del papiloma humano y el cáncer cérvicouterino.

La ENMH cuenta con alumnos de países como Colombia y Haití, y colabora en los proyectos académicos para el posgrado en terapia homeópata en San José de Costa Rica. "Estamos llevando la homeopatía a Centroamérica, y así lo haremos para expandir la homeopatía hasta donde sea posible", finaliza Grandini González. "Esta práctica está creciendo, y ya nadie puede detenerla. Lo mejor que puede suceder es que la gente, inclusive los médicos alópatas, la conozcan cada día mejor."

 
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