Usted está aquí: martes 8 de febrero de 2005 Estados Por la reconciliación hablaré con el Diablo si es necesario: Torreblanca

No soy un mesías, ni el nuevo virrey que solucionará los problemas de Guerrero en 15 minutos, dice

Por la reconciliación hablaré con el Diablo si es necesario: Torreblanca

Haré respetar la ley, pero no tengo vocación de judicial ni voy a andar buscando cadáveres, afirma

RENATO DAVALOS Y MISAEL HABANA ENVIADO Y CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Zeferino Torreblanca Galindo, candidato de la alianza PRD-PRS-Convergencia, virtual ganador de los comicios para gobernador en Guerrero, durante la entrevista con La Jornada FOTO Jos�ntonio L�

Acapulco, Gro., 7 de febrero. Desde su despacho en este puerto, a una calle de la discoteca Baby'O, el candidato triunfador en los comicios por la gubernatura, Zeferino Torreblanca Galindo, emitió su primera advertencia: "Si es necesario hablar con el Diablo, lo haré para la reconciliación, pero sin componendas o acuerdos de mafias. No aceptaré que un pequeño grupo ponga de rodillas al gobernador, y voy a hacer que lo entiendan".

Igualmente, anunció, entre los timbrazos permanentes de su teléfono, que "si encuentro transgresiones a la ley, no dudaré en dar cauce a ésta, pero no tengo vocación de judicial ni voy a andar buscando cadáveres o calaveras".

A un día de la debacle del priísmo histórico guerrerense, dijo de los militantes del tricolor: "Están como en un duelo que respetaré, porque no soy de los que patean al caído. (La victoria que obtuve en urnas) fue un golpe traumático, lo cual no significa que claudiquemos en los principios, sino asumir una actitud humilde y sensata".

El abanderado opositor tenía enfrente un listado de entrevistas, y en el rostro, la huella de una larga noche que incluyó apenas un par de horas de sueño.

Torreblanca aclaró que no le importa que lo llamen neopanista, pues lo que interesa son los resultados. "Pero no soy un mesías, un iluminado o el nuevo virrey de Guerrero, que solucionaré los problemas en 15 minutos", comentó.

Acotó que el presidente Vicente Fox Quesada no le ha hablado, ni tampoco el gobernador René Juárez Cisneros, quien le entregará la administración en menos de dos meses. En sus oficinas cuelgan fotografías de su época de alcalde, varias de ellas con Fox. Sobre la integración de su equipo, destacó que en su campaña "jamás ofrecí cargos. El compromiso fue integrar un gabinete de mayoría perredista, pero no en función de tribus sino de capacidades".

"El Presidente me la debe"

-¿Su relación con Fox? Le atribuyen una cercanía estrecha.

-Me va mal por tener no una sana distancia, sino una relación estrecha. El Presidente me la debe. Cuando fui alcalde no tuve programas adicionales como Hábitat o plantas tratadoras. Hoy tengo que dar resultados.

-¿Cómo interpretó que lo primero que le dijeron anoche en el festejo fue "no nos falle"?

-Parece que no quisieran encontrar una desilusión. Jamás hice falsos ofrecimientos. Vamos a trabajar juntos. Me toca ser armonizador de esfuerzo, y no robarme el dinero. Practicar la justicia y coordinarme con alcaldes. No voy a hacer las 16 carreteras que no existen. Hablé con franqueza para no generar falsas expectativas.

-¿Habló así incluso con los partidos con que fue en alianza?

-Sí, con ninguno hay ningún acuerdo de ofrecimiento de puestos políticos, y lo digo viéndolos a la cara. No vendí ni prometí nada más que con el PRD para que 50 por ciento de la mayoría de los puestos fueran para perredistas, pero sin etiquetas de tribus.

-¿La gente puede imaginarse una reconciliación con Rubén Figueroa o Angel Aguirre?

-Un diálogo sin entrar en componendas, ni para parce- lar el estado. Ni decirle 'tú estás todavía como peso específico, y te voy a dar canonjías'. No admitiré que pongan al gobernador contra la pared.

-¿Lo espera de esa gente?

-Espero que lo entiendan. Entiendo que Figueroa ya se autoexilió. Las veces que traté con él, fue dentro de la cortesía política razonable. Nunca ni me presionaron ni acepté que lo hicieran. Deben entender, aunque algunos se resistan, que ya no son sus momentos. Esta lección de democracia no permite que existan pequeños grupos que desestabilicen al estado.

-Cuando dice que ni cacería de brujas ni impunidad, ¿quiere decir que será el iniciador de juicios contra ex funcionarios, o no?

-Mi vocación no es de Ministerio Público ni de policía judicial. Voy a buscar la armonía, pero no borrón y cuenta nueva. Si encuentro cuestiones que transgredan el estado de derecho no dudaré un momento en generar el cauce legal.

-¿Hubo ya un acercamiento con el PRI?

-No he querido. Después de virreinatos y monarquías sexenales, de pronto se sienten desamparados. No soy de los que se aprovechan para patear al adver-sario. Ello no me hace ni con más

carácter ni timorato. Después de este proceso estoy dispuesto a tender los puentes necesarios, a sentarme y buscar al candidato del PRI (Héctor Astudillo) y a la del PAN (Porfiria Sandoval) y buscar la política, lo cual no implica llegar a acuerdos oscuros de respeto a mafias.

-¿La reticencia a reconocer resultados del PRI representó una derrota más del dirigente nacional Roberto Madrazo?

-Fue un acto pavloviano de contestación que aún guarda la esperanza. (Para las elecciones del domingo, en Guerrero) estuvo la artillería pesada del priísmo nacional, porque la entidad es una pieza en el ajedrez de 2006. El resultado aquí va a influir muchísimo en el estado de México.

-¿Sana distancia o relación estrecha con su partido?

-Sana distancia así: respeto a la autonomía, pero no lejana distancia en la que se impida influir para que el partido sea fuerte. No me imagino al gobernador con el peso legitimado y un partido débil, sin volver a la época del dedazo y la influencia directa con el dinero por conducto del partido para decidir el rumbo. Voy a respetar, pero hacer el llamado para incidir en el rumbo de un instituto político.

"Gabinete sin cuotas"

-¿Cómo encontrar el equilibrio sin convertirse en rehén del partido?

-Como lo hice: no grillar. No ofrecerle a un grupo tal y a otro tal, sino con la verticalidad de siempre. No juego con grupos y saben a qué se atienen con Zeferino. En cualquier corriente hay buenos y malos. Creo en los grupos en función de capacidades.

-¿Cómo distribuir el gabinete sin que el partido se sienta soslayado?

-El gabinete será conformado por la mayoría de perredistas, pero sin cuotas. No podemos cancelar que el resto de espacio lo ocupe gente talentosa. Hay que reconocer limitaciones y perfiles no por falta de capacidad, sino por formación. Más que pensar en el dream team hay que pensar en el equipo que dé resultados con prietitos, blanquitos, morenitos, pelo ensortijado, pero no quiero súbditos.

-¿Será un nuevo Tata en Guerrero?

-Ni caudillo ni inspiraciones mesiánicas. No me siento iluminado ni extraterrestre.

Acapulco desvelado

Los porteños amanecieron desvelados y con resaca, después de un rumor vehicular que se prolongó hasta la madrugada. El Chile Frito, nombre que los porteños dan a las bandas de viento, todavía sorprendía hoy a los turistas de inicio de semana. El amarillo zeferinista nunca imaginó un resultado con un margen de casi 14 puntos.

Los intentos de priístas como Manuel Añorve, coordinador de campaña, que nunca apareció en los mensajes públicos, se orientaron a tratar de encontrar una paternidad a la derrota.

Después de la medianoche, Zeferino Torreblanca se reunió con el Frente Cívico que forjó desde hace años. En el hotel Hyatt prometió un gobierno con "los hermanos indígenas", entre el vocerío de: "¡Zócalo, Zócalo!", y el alcalde Alberto López Rosas escuchó la silbatina de zeferinistas, quizás en la evocación de que en el proceso interno se inclinó por el senador Armando Chavarría, y no por el ahora candidato triunfante.

 
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