Galerista experto en obra contemporánea difundirá en la Arco piezas de artistas nacionales
El diálogo del arte mexicano con el exterior ha sido fluido y continuo
En Europa se tiende a redescubrir lo latino cada 20 años con ojos de exotismo, afirma
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 29 de enero. El arte contemporáneo mexicano copará las miradas de centenares de miles de personas que, como cada año en estas fechas, convertirán la capital española en el centro del debate de las nuevas tendencias y reflexiones de la creación artística actual. La Feria Internacional de Arte Contemporáneo (Arco) será el principal escaparate para difundir la obra de los artistas mexicanos más diversos, pero no será el único, una vez que los principales museos, centros culturales y galerías madrileños expondrán también la polifacética expresión visual que se produce en México.
Fernando Cordero de la Lastra es un experto en arte contemporáneo que, desde que fundó hace seis años su galería, La Caja Negra, se ha interesado en conocer y difundir el arte que surge a borbotones en México.
Ese interés surgió a raíz de su primer viaje a nuestro país, donde constató la vitalidad y riqueza de las expresiones artísticas, al tiempo que descubrió algunas hondas y significativas diferencias entre México y Europa sobre la forma de asumir y entender el arte. Como cada año, acudirá a Arco con una serie de obras, entre ellas la de destacados artistas mexicanos, como Betsabée Romero y Jonathan Hernández.
Antes del desembarco en Madrid de los centenares de artistas, galeristas y coleccionistas de nuestro país, Cordero de la Lastra explicó a La Jornada la importancia que tiene, a su juicio, la difusión del arte mexicano y el estrechamientos de los lazos culturales e intelectuales entre ambos países.
"Mi opinión sobre el arte mexicano actual no es muy original, pues creo que la creación artística en México está en un momento extraordinario, que no se debe a la improvisación o a lo que en ocasiones se define como moda pasajera. Más bien obedece al trabajo creativo, teórico y reflexivo que se ha venido haciendo desde hace muchas décadas en México", explicó el galerista.
Detalló las singularidades que ha encontrado en el arte mexicano, sobre todo respecto a Europa y España. "Si tuviera que señalar alguna diferencia del arte mexicano con el español o el europeo, yo diría que el mundo del arte europeo se recrea más en el objeto y en cierto sentido es un poco más frívolo, tiene más relación con el dinero y con la posición de la obra como objeto. Yo diría que el mercado europeo es un poco más superficial y de posesión, en contra de lo que he visto en México, donde la gente inmersa en el mundo del arte y los propios artistas están en debate continuo, con una preocupación que tiene que ver con la cultura o con elementos ideológicos. Es decir, no creo que haya una moda de arte mexicano en Europa, como se ve en algunas ocasiones, sino que hay unas bases sólidas que se han ido desarrollando durante mucho tiempo y permiten que el arte mexicano actual sea muy apreciado y reconocido."
La Caja Negra es una de las pocas galerías españolas que se han interesado por el arte mexicano, una vez que la presencia de los artistas de nuestro país en ediciones anteriores de Arco fue una tarea casi en solitario de los profesionales mexicanos, sobre todo del Distrito Federal y de Monterrey. Fernando Pradilla es otra de las galerías españolas que este año acogerán a artistas mexicanos, entre ellos Pedro Meyer, Ambra Polidori, Germán Venegas, Mónica Castillo y Daniel Lezama.
El galerista español no ocultó su satisfacción por el resultado final de algunas obras que él mismo se encargó de editar para la feria madrileña, entre ellas la serie de retratos del artista español afincado en México desde hace años Félix Curto. Cordero de la Lastra insistió en defender la calidad y singularidad del arte de nuestro país: "La importancia y calidad de la obra de los artistas mexicanos se nota, por ejemplo, en el hecho de que en el conjunto de la obra gráfica hay una adecuación formal de lo que se quiere decir y cómo se dice. Hay un pensamiento y, al mismo tiempo, un posicionamiento estético. Además de que el arte mexicano actual me interesa mucho porque me interesa el mundo de la estampa, que tiene una larga tradición que va desde los desastres de Goya hasta las expresiones más vanguardias de hoy. Pero también porque creo que el conjunto de una obra gráfica no es ornamental, sino que tiene un sentido. Me explico: cuando un pintor pintaba un cuadro por lo regular lo hacía por encargo y muchos de ellos eran retratos de reyes o simples decoraciones, mientras en una carpetita pequeña de grabados el artista expresaba su programa ideológico y decía lo que no podía decir en los salones. Y en México hay una gran tradición de gráfica popular y culta, que ha entronizado muy bien con esta concepción artística en la que la obra contiene un sentido o una reflexión, además de una belleza plástica".
Entre las numerosos exposiciones que se inaugurarán de forma paralela a Arco destaca la que acogerá el Centro de Arte Museo Reina Sofía sobre la obra de Gabriel Orozco, uno de los artistas mexicanos más valorados y reconocidos en el mundo. Además de las muestras pictóricos y del intercambio comercial, la presencia del arte mexicano en Madrid también será el eje del debate abierto en torno a las nuevas teorías estéticas y filosóficas que surgen desde el mismo objeto artístico.
La influencia del arte mexicano en esta reflexión teórica es, según Cordero de la Lastra, fruto "del largo y permanente debate que ha existido en México. Creo que en el caso del arte mexicano actual, como en el buen arte, siempre hay una carga ideológica dentro de la obra. En la mayoría de los artistas que estarán en Arco creo que hay una reflexión que va desde la ecología, la política hasta la vida cotidiana de la gente; pero no desde una manera política al uso, sino desde la vía poética. Por eso creo que no es un arte decorativo ni gratuito; al contrario, son creaciones que te hacen reflexionar".
En cuanto a la posible penetración del arte mexicano en el difícil mercado del coleccionismo español, Cordero de la Lastra reconoció que no será nada fácil, al sostener: "España es un país muy complicado por razones obvias. Siempre hago una comparación que me parece reveladora: la primera galería de arte contemporáneo en España se creó en 1960, mientras en México fue en los años 30. Esta situación ha provocado que en España el arte contemporáneo haya sido una asignatura reciente y se careciera de una tradición como la que sí tiene México. Ahora España vive una situación económica y cultural mejor, pero sólo desde los años 80, lo que significa que al ser un mercado sin tradición y emergente normalmente apuesta por la novedad, por lo que está caliente y por lo que es más conocido de los artistas locales".
El galerista español matizó que en los últimos años ha habido algunos cambios entre los coleccionistas, que ya han empezado a viajar a otras ferias y a interesarse por artistas de otros países. "En España ha costado más por su propia historia, pues si has vivido 40 años de dictadura y de silencio cultural es evidente que hay un retraso, lo que significa, al mismo tiempo, que todo el pensamiento, las exposiciones y la apertura que no se han hecho durante estos años se tienen que hacer ahora. La España que he conocido no ha tenido relación con nadie, siempre ha sido un país cerrado, posiblemente motivado por razones históricas que se remontan a hechos de hace 500 años. Por eso no me sorprende que se sepa más en México de España que viceversa, pues aquí prevalece una imagen tópica y folclórica de México, hasta el punto de vulgarizarlo todo de una manera un tanto ridícula."
Tras reconocer esta supuesta atrofia en el diálogo cultural y artístico entre México y España, Cordero de la Lastra explicó que por eso es todavía más relevante la presencia de artistas mexicanos en Arco y en Madrid. "Eso sí puede ayudar a que se conozca de una manera más completa la tradición y la riqueza del arte mexicano, que, insisto, no se debe a una improvisación. Esto lo digo porque en Europa se tiende a redescubrir lo latino cada 20 años con esos ojos de exotismo, por eso defiendo la idea de que el diálogo del arte mexicano con el exterior ha sido muy fluido y continuado. Además de que hay hitos culturales en México de una enorme relevancia en el debate y la profundización del pensamiento estético."
