Para PRI-PVEM, 24 de 60 alcaldías, 9 menos que en 2001; en el Congreso, ningún partido con mayoría

Ahijado político de Paredes gana el gobierno de Tlaxcala con siglas de AN

Maricarmen acepta su derrota; advierte que seguirá de "actriz de la política"

RENATO DAVALOS Y LA JORNADA DE ORIENTE ENVIADO

Tlaxcala, Tlax., 15 de noviembre. Con 96.11 por ciento de las casillas escrutadas en el Sistema de Acopio de Resultados de la Jornada Electoral (SARJE), en las primeras horas de hoy se confirmó la pérdida perredista de una de sus cinco gubernaturas y el triunfo marginal de Héctor Ortiz Ortiz, candidato de una alianza entre PAN, Centro Democrático, Partido del Trabajo y Justicia Social, con 34.98 por ciento de los sufragios, por 34.02 por ciento de su contrincante priísta Mariano González Zarur. La diferencia fue de 3 mil 910 votos, apenas 0.96 por ciento.

Con el cómputo de mil 62 de las mil 105 casillas instaladas ayer, a las que concurrieron poco más de 60 por ciento de los 661 mil electores, se configuró un Congreso donde ningún partido tendrá mayoría. la distribución será de tres tercios entre las alianzas.

En las alcaldías, los tricolores aliados con los verdes lograron el triunfo en 24 de las 60 en contienda, es decir, nueve menos que hace tres años.

Ortiz Ortiz alcanzó 141 mil 611 votos, apenas poco más de 10 por ciento de los habitantes de Tlaxcala. González Zarur logró 137 mil 701. La perredista Maricarmen Ramírez cerró con 28.21 por ciento, esto es, 114 mil 182. Los votos nulos fueron 11 mil 322, 2.8 por ciento.

Los priístas mantuvieron la capital, arrebataron Huamantla al PAN y Santa Ana Chiautempan al PT. Apizaco será gobernada por los petistas, que ganaron a los perredistas. Pero el PRI perdió a manos del PRD San Pablo del Monte y Papalotla, además del Zacatelco, que era gobernado por el extinto Partido Acción Social. Los petistas ganaron Coaxomulco a los panistas, municipio albiazul durante las últimas tres décadas.

En total, de los 60 municipios, 20 serán gobernados por los perredistas, 20 por la coalición PRI-Verde, cuatro sólo por los priístas, nueve por los panistas, dos por los verdes y dos por

los petistas, entre ellos Apizaco, la segunda ciudad en importancia. Con uno, Convergencia, Centro Democrático y Justicia Social.

Con relación al Congreso, por primera vez en su historia los panistas entraron a este reparto con cuatro distritos ganados. Los priístas tuvieron ocho; los perredistas, seis, y los petistas, uno, para conformar los 19 de mayoría relativa, más los 13 de representación proporcional, con lo que suman 32.

Con esa distribución, los priístas tendrían 10, los perredistas nueve, los panistas siete, los petistas tres, con uno Centro Democrático, Justicia Social y Convergencia.

La legislatura saliente estaba integrada por 15 priístas, 10 perredistas, tres panistas, dos petistas, uno Convergencia y otro el PVEM.

La desbandada de senadores, como Enrique Jackson, Carlos Chaurand, Emilio Gamboa, Silvia Hernández y David Jiménez presagió el refrendo de la derrota priísta. Efrén Leyva, delegado del tricolor, declinó hacer declaraciones y descargó la responsabilidad en el líder local Ariel Lima Pineda y en el candidato Mariano González Zarur, que se escondió de los reflectores, después de que había proclamado su triunfo "irreversible" en la víspera.

En su equipo, algunos no contuvieron las lágrimas, y la casa de campaña fue abandonada al mediodía.

No obstante, González Zarur dijo que "esperará" el cómputo definitivo de este miércoles, y señaló que los resultados tendrán que ser cotejados con las actas.

Agregó: "En este momento hay un empate técnico".

En tanto, el dirigente Lima Pineda calificó la elección de "porquería", y sostuvo que cualquier impugnación puede modificar el resultado.

En contraste, en la casa de campaña de Ortiz se agolpó la cargada triunfadora con decenas de miembros de la comunidad de la Universidad de Tlaxcala, que condujo en tres periodos.

La perredista Maricarmen Ramírez admitió su derrota, pero anticipó que seguirá como una "actriz" de la política. Culpó al Comité Ejecutivo Nacional perredista de su revés, pero declinó abandonar las filas de ese partido. También anunció la "defensa, voto por voto", de sus correligionarios que disputaron diputaciones y alcaldías, y adelantó que hará una "gira de agradecimiento" por los 60 municipios antes de incorporarse a su escaño senatorial. Indicó que esta noche regresará a Casa de Gobierno con el gobernador Alfonso Sánchez Anaya, que entregará el poder el 15 de enero.

El secretario de Gobierno, Jorge Fraga, dijo que Sánchez Anaya no reconocerá el triunfo hasta que lo ratifique el cómputo distrital.

El virtual triunfador perfila una "nueva clase política generacional"

RENATO DAVALOS Y LA JORNADA DE ORIENTE ENVIADO

Tlaxcala, Tlax., 15 de noviembre. En el besamanos alrededor de la casa de campaña del candidato de la Alianza Ciudadana por Tlaxcala, Héctor Ortiz Ortiz, aguarda Enrique Padilla, sobrino de Beatriz Paredes. Desde su despacho, el aspirante, seguro del triunfo que le da el 96.1 por ciento de cómputo en las casillas, refirió: "nunca he negado la amistad con Beatriz", y perfiló una "nueva clase política generacional" con la adecuación del cacicazgo del extinto Emilio Sánchez Piedras a las "nuevas circunstancias".

"No pretendo perpetuarme en el poder ni por interpósitas personas", aclaró. Pero se afirmó dispuesto a formar una "generación de jóvenes talentosos" que no han tenido oportunidades.

De confirmarse las tendencias, Ortiz Ortiz tendría un Congreso opositor con preminencia priísta y perredista. No aventuró una relación conflictiva a partir de las denuncias que hay en su contra y la actitud que asuman los próximos legisladores. "Será un vínculo de diálogo".

-El margen cerrado en los comicios de Tlaxcala y Sinaloa le hace temer que la gubernatura de esta última será negociada por la suya?

-Me tiene absolutamente sin cuidado... Valoraré el ofrecimiento de filiación panista después de consultar con los otros partidos que me apoyaron: Centro Democrático, PT y Justicia Social. No me lo han planteado, pero con ese partido mantendré una relación cercana y de colaboración.

-Ayer denunció que había muchos mapaches electorales. ¿Fue una elección sucia?

-Ustedes se percataron de la presencia de varios personajes extraños que no vinieron de día de campo. Analizaremos qué nos conviene y si hacemos las denuncias. En su momento expresaré lo que a mi interés convenga.

Ortiz Ortiz rechazó un litigio de la elección en los tribunales y frente a la pregunta del apoyo soterrado que le ofreció Beatriz Paredes, con quien trabajó por años, señaló: "Es mala fe de los adversarios de Beatriz. Ella me precisó que iba a apoyar al candidato priísta. Por el respeto que le tengo y por la amistad, nunca le iba a exigir otra conducta".

-¿Es usted iniciador de una nueva clase política?

-En cierto sentido tiene razón. Voy a abrir la puerta a muchos jóvenes, algo que le he reconocido y admirado a Sánchez Piedras. No estoy en posibilidades de perpetuarme en el poder porque no me alcanzaría el tiempo.

-¿Aunque desarrollara esa clase política con las costumbres deplorables de esos cacicazgos?

-Creo que habríamos de aprovechar la experiencia de Sánchez Piedras adecuada a las nuevas circunstancias.

-¿Es un proyecto de largo plazo?

-No, es un proyecto generacional.

Héctor Ortiz Ortiz: priísta durante 37 años, panista de sólo seis meses

Tlaxcala, Tlax., 15 de noviembre. Héctor Ortiz Ortiz (Oaxaca, 1950), transitó por el PRI durante 37 años de un cargo a otro -cobijado por el padrinazgo de Beatriz Paredes Rangel- en la estructura local y nacional del partido. Lo mismo fue dirigente juvenil que líder de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, dirigente estatal del tricolor, asesor jurídico de la Confederación Nacional Campesina (CNC) y secretario particular de la ex gobernadora cuando ésta fungió como titular del sector campesino priísta.

Abogado de profesión y catedrático, aprovechó esas posiciones partidistas para formar su propia estructura, que lo mismo le permitió ser diputado federal en dos ocasiones que asumir el control de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT), de la cual fue rector en dos periodos.

En 1998 buscó la postulación priísta como candidato a gobernador, pero en la consulta interna que organizó el tricolor quedó en segundo lugar, detrás de Joaquín Cisneros Fernández, quien a la postre perdió en la elección constitucional frente a Alfonso Sánchez Anaya, quien renunció a su militancia priísta tras ver frustradas sus aspiraciones políticas.

Entonces se refugió en la rectoría de la UAT, y en 2000 renunció a ésta para ganar un lugar en la elección de diputados federales, responsabilidad que tampoco concluyó porque en 2001 abandonó su escaño para contender por la presidencia municipal de Tlaxcala, siempre bajo las siglas del PRI. Ahí empezó a preparar su nuevo lanzamiento como aspirante a la gubernatura.

Llegados los tiempos de la sucesión, en febrero de este año Héctor Ortiz vio nuevamente truncada su carrera política, cuando el Consejo Político Estatal del tricolor aceptó que el método de selección de candidato fuera en asamblea de delegados y no en consulta abierta, con el fin de legitimar la imposición desde el centro de Mariano González Zarur.

Como medida de presión para que se cambiara el método de elección, las huestes de Ortiz Ortiz se apoderaron con violencia de las instalaciones de la CNC y de la sede local del PRI. Por estos hechos la Procuraduría General de Justicia del Estado inició dos averiguaciones previas, hasta la fecha no resueltas.

Sin conseguir su propósito, Ortiz Ortiz comenzó a negociar, subrepticiamente, con diversos partidos opositores, la posibilidad de que lo postularan como su abanderado. Pieza clave en esas pláticas, con el PRD inicialmente y luego con el PAN, fue Beatriz Paredes, aunque ella siempre se encargó de negarlo.

Es así que en mayo anterior rompió definitivamente con el PRI y convocó a una "gran alianza ciudadana", respaldado por el PAN, los partidos con registro local Justicia Social y del Centro Democrático de Tlaxcala, así como -de facto- con el PT. Esta coalición lo tiene en el umbral de la gubernatura del estado.