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P O L I T I C A
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México D.F. Martes 16 de noviembre de 2004

ASTILLERO

Julio Hernández López

Asociados

Alfil de sacrificio, rey preservado
ƑImpunidad de cuauhtemistas?
Reuniones de reacomodo

POR PRIMERA VEZ SE ha abierto una brecha pública entre Andrés Manuel López Obrador y René Bejarano. Durante casi nueves meses, el jefe del gobierno capitalino había evitado hacer una descalificación real de su ex secretario particular, a riesgo de permitir que esa larga reticencia condenatoria fuese entendida como prueba de complicidades. Pero este viernes recién pasado, durante su conferencia mañanera, el tabasqueño resquebrajó el pacto político innombrable que ha sostenido con el asambleísta desaforado, luego de que en un video dado a conocer un día antes éste aparecía arreglando con Carlos Ahumada la designación de un funcionario en la delegación Alvaro Obregón. "Bueno, es parte de lo mismo, yo creo que se está demostrando que hubo asociación entre Ahumada, René y otros servidores públicos, y que al mismo tiempo Ahumada ofreció y entregó este material a mis adversarios con el propósito de dañarnos", dijo quien un día después cumpliría 51 años de edad. Cuarenta y una palabras suficientes para poner en riesgo de ruptura una alianza esencial que hasta ahora ha mantenido a López Obrador en su sitial y a Bejarano en el abismo. Un Bejarano que pudo haberse salvado, y haber pasado al papel secundario que en realidad le correspondía, con haber dicho el 3 de marzo frente a Brozo lo que los organizadores de aquella masacre mediática esperaban (que involucrara a su jefe). Un alfil operativo decidido por sí mismo a sacrificarse para salvar al rey (no por heroísmo ni romanticismo, sino por cálculo frío en espera del triunfo sexenal que le reivindicaría a él y a otros peones inmolados), pero que ahora ve cómo esa misma suprema pieza preservada le acusa de haberse "asociado" con el títere videofilmador complotista manejado por salinas manos presuntamente ocultas.

DESDE LA CARCEL, EN respuesta a ese primer deslinde andresmanuelino, Bejarano acusa a su asociado histórico de condenarlo "precipitadamente" y se queja de cómo frente a montajes, ediciones y manipulaciones de videos hay "gobernantes y líderes políticos" que se van "con la ola de la condena irreflexiva". El interno del Reclusorio Sur señala que "sólo por la conveniencia pragmática del posicionamiento mediático puedo entender, pero no compartir que se diga que yo me 'asocié' con Carlos Ahumada. Me parece injusta y lapidaria la afirmación" y deplora, entrecomillando la frase, "la condena que en voz de poderoso es sentencia".

PERO LA CARTA DE Bejarano es mucho más que desahogo o despecho. Es advertencia de liberación de secretos y, sobre todo, recordatorio encendido del papel que Cuauhtémoc Cárdenas estaría jugando en la protección de Rosario Robles, Lázaro Cárdenas Batel y otros "cuauhtemistas" como Graco Ramírez y Ramón Sosamontes. En 20 preguntas, Bejarano cuestiona al único que puede responderle: "ƑExisten razones poderosas de cálculo político que propician impunidad para Rosario Robles a partir del manto que le proporcionan los Cárdenas?" Y también indaga si acaso hay un arreglo político en las alturas perredistas: "ƑEse es el acuerdo? ƑSacrificarme a mí y a mi equipo, y dar salvoconductos para los vinculados o protegidos por Cuauhtémoc Cárdenas? ƑTodo para asegurar que no se dé una ruptura? ƑEse es el chantaje? ƑNo se entiende que cuando menos algunos personajes del cuauhtemismo pudieran haber llegado a acuerdos con el bando contrario?"

LAS CONJETURAS BEJARANISTAS se dan en un ambiente altamente enrarecido. El pasado miércoles 10, en la columna Bajo Reserva, de El Universal, coordinada por Joel Hernández, se estableció "con certeza" que Vicente Fox y Cuauhtémoc Cárdenas se habían reunido "en los días previos a las giras del Presidente de la República a Canadá, Panamá y Brasil" (ese viaje comenzó el pasado 2). Según eso, "la reunión se dio en el clima de distancia que ha tomado la familia Cárdenas frente a López Obrador". Por su parte, Carlos Ramírez, en el Indicador Político que se publica en Excélsior, asegura que AMLO hubo de realizar "algunas gestiones incómodas", pues "hace como 10 días se reunió con Cuauhtémoc Cárdenas para pedirle su apoyo en favor de Bejarano o saldría a la luz un video de Ahumada con Lázaro Cárdenas Batel. Serio, rostro helado, el michoacano se negó a cualquier pacto con el jefe de gobierno del DF". Pablo Hiriart, en la Semana Política que publica en La Crónica que dirige, también habla de esa reunión, añadiendo que López Obrador fue a "tocar la puerta" de Cárdenas, que así habría recibido "una visita inesperada". En ambos textos se considera que el tabasqueño quiso curarse en salud, aparentando que no tiene responsabilidad respecto a la manera en que Bejarano se habría hecho de una copia de un video controlado por la procuraduría de Bernardo Bátiz en que Ahumada volvería a mencionar al gobernador de Michoacán como uno de los beneficiados por sus inversiones financieras de campaña.

LOS DISPAROS EN redondo que hace Bejarano podrían ser descalificados, suponiendo que son producto de la desesperación. Pero la misma tesis del complot que ha defendido López Obrador es la que ahora retoma y profundiza el ex secretario particular. "ƑNo hubo acuerdos entre Rosario Robles, Carlos Ahumada, Carlos Salinas y Diego Fernández de Cevallos?", pregunta el ex operador político non. "Y, en todo esto, Ƒestán ajenos Vicente Fox y Marta Sahagún? ƑCómo se explica que Beatriz Sahagún sea la presidenta de 'Coopera con Michoacán', y que el gobierno del estado le haya canalizado y le siga canalizando recursos públicos a esa fundación que es una especie de clon purépecha de 'Vamos México'?"

LA RUPTURA DE LA alianza no firmada entre Bejarano y López Obrador podría ser el más duro golpe recibido por el precandidato presidencial. En lo inmediato, podría ganar aplausos por realizar el deslinde que con tanta insistencia le ha sido demandado, pero al mismo tiempo estaría abriendo la caja fuerte de los secretos compartidos, la bitácora del juego de ajedrez en que un alfil sacrificado revele la estrategia seguida para proteger a un rey jaqueado.

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