Ojarasca 91  noviembre 2004

Costa Montaña de Guerrero

Pronunciamiento en el noveno aniversario

de la policía comunitaria


Hace nueve años, en un contexto de crisis del poder judicial a nivel nacional, nació una de las instituciones comunitarias que mayor legitimidad han logrado a nivel estatal y nacional.

Una institución surgida de las necesidades y demandas de los pueblos para resolver sus problemas, que se construye por la falta de atención en la procuración de justicia y la seguridad pública de quienes se supone están para servir a los pueblos.

La Policía Comunitaria y la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias decidió abrirse camino tomando en sus propias manos y de acuerdo a sus usos y costumbres la seguridad y justicia de las familias indígenas y de sus comunidades.

A pesar de tener una de las regiones más seguras del país, gracias al trabajo de la Policía Comunitaria y la Coordinadora Regional, el Estado nos sigue negando el derecho a ser reconocidos como sujetos de derecho y a ejercer nuestra libre autodeterminación y nos califica de ilegales cuando la verdadera ilegalidad es la falta de atención integral para los pueblos.

Diversas organizaciones del país viven violaciones sistemáticas a sus derechos que ponen en riesgo no sólo la cultura de los pueblos sino la vida misma, ya que intereses ajenos quieren apropiarse de nuestros territorios.
 

A raíz de las discusiones y reflexiones realizadas, declaramos:

1. En un país pluricultural siempre han existido diversas formas de procuración de justicia que no deben contraponerse al orden jurídico nacional y que se relacionan, y en ese sentido, la Coordinadora Regional tiene pleno derecho de ejercerlas.

2. Exigimos el respeto mutuo entre los gobiernos y las comunidades indígenas, en particular al sistema de seguridad y justicia comunitaria implementado por la Coordinadora Regional de la Costa Montaña.

3. Exigimos el reconocimiento constitucional a nuestros derechos como pueblos indígenas, que se garanticen nuestra libre autodeterminación y el acceso digno a educación, salud, vivienda, alimentación, trabajo, agua, seguridad, justicia, y a la preservación y respeto de nuestros territorios y recursos naturales.

4. Rechazamos la propuesta del gobierno del estado de incorporar la policía comunitaria a su estructura.

5. Demandamos el retiro del Ejército Mexicano de los territorios indígenas e investigación, procesamiento y sanción a los elementos castrenses que han cometido violaciones a los derechos humanos.

6. Demandamos la aprobación de la iniciativa de ley Cocopa y el cumplimiento del convenio 169 de la oit.

7. Levantamos la voz contra la privatización de la educación y la reducción de la matrícula de los normalistas del estado.

8. Reiteramos que la tierra no se vende y que nuestros recursos naturales no son mercancía. Demandamos el respeto a la tenencia ejidal y comunal.


Colombia de Guadalupe, Malinaltepec


Tomado del documento suscrito el 16 de octubre en la Montaña de Guerrero por los pueblos na savi, me´ phaa, nahuas y ñom´ndaa´, y 28 organizaciones


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