.. | México D.F. Jueves 11 de noviembre de 2004
Presentaron PoeMar, nuevo libro del narrador, dramaturgo y ensayista
Del Paso reafirma su vena poética
ARTURO JIMENEZ
Aunque ya había mostrado sus cualidades de poeta con libros como Sonetos del amor y de lo diario, el narrador, dramaturgo y ensayista Fernando del Paso publica ahora PoeMar, así, con M mayúscula, una reafirmación contundente en esa vertiente creativa.
En ese poemario Del Paso vuelca su nada rígida erudición mediante un lenguaje poético arriesgado en contenidos de mares inventados y de formas varias: sonetos, décimas, redondillas, prosa poética, verso libre.
Como si el poeta mismo se hiciera a la mar tempestuosa, pero provisto de sextantes, astrolabios, brújulas, mapas de navegación, la historia del mar, de la humanidad. Y no como canta en su Canción del Niño Almirante:
''Me hiciera yo a la mar, la mar que sea,/ contra vientos, diluvios y marea,// sin más avíos que la suerte mía,/ sin más destino que la lejanía."
Todo un reto de creación alrededor del mar y lo marino, al grado de que PoeMar (FCE, Colección Letras Mexicanas) puede considerarse un verdadero acontecimiento editorial en medio de la marejada de novedades librescas.
Como todos sus libros, dijo Del Paso en la presentación-recital poético en El Colegio Nacional, el martes pasado, este volumen ''se coció muy lentamente", durante años, pero un día supo que había llegado el momento de sacarlo del fuego.
Del Paso leyó un ''reconocimiento" de dos líneas aparecido en la primera página de PoeMar: ''En este libro están todos los poetas que he leído: aquellos que recuerdo, aquellos que he olvidado".
En la parte final de la presentación, en la que intervinieron Jorge Esquinca y Joaquín Díez-Canedo, Del Paso dio un largo recital, el tiempo de casi 20 poemas, para regocijo de los asistentes al Aula Mayor, quienes debieron contener los aplausos impacientes para el final ante la petición amable del poeta.
''Oyeme, mar inmenso, mar infinito, inmerso/ en los verdes enconos de atónitas esperas,/ mar de plomo y de hielo, mar ensoberbecido/ en tus uñas angélicas, en tus bruñidos fríos,/ en tus borlas amargas y temblorosos filos,/ mar de dolencias altas, de limbos sumergido,/ mar de sapiencia aleve, mar de falsas ternuras,/ de gozos fementidos y recios alborotos/ que en tu pecho fermentan, de eternidades vivos/..." |