México D.F. Jueves 11 de noviembre de 2004
Alberto Gonzales, consejero legal de la Casa
Blanca, justificó la tortura en Abu Ghraib
Bush nomina a un latino para sustituir a Ashcroft en
la procuraduría de EU
Defensores de derechos civiles cuestionan al "arquitecto
de una política ilegal e inmoral"
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington
y Nueva York, 10 de noviembre. El presidente George W. Bush nominó
hoy como su próximo procurador general al consejero legal de la
Casa Blanca que elaboró la justificación legal para emplear
la tortura contra detenidos y descartó la aplicación de la
Convención de Ginebra en la "guerra contra el terrorismo".
Alberto Gonzales será el primer latino -mexicanoestadunidense-
en ocupar el puesto al frente del Departamento de Justicia.
"Siempre me ha brindado con su opinión franca",
declaró Bush al anunciar su selección para sustituir a John
Ashcroft. "Es una voz calmada y firme en tiempos de crisis", subrayó.
Sin embargo, el nombramiento probablemente dividirá
a las organizaciones latinas en este país, algunas de las cuales
elogiaron la selección. De inmediato, grupos de defensa de libertades
y derechos civiles cuestionaron el nombramiento como procurador general
de alguien que calificó las protecciones de la Convención
de Ginebra para participantes en conflictos armados como algo "pintoresco"
y "obsoleto".
El procurador general John Ashcroft, ultra conservador
y ex senador de Missouri, que por su religión no fuma, no toma ni
baila -se dice que ordenó vestir a las estatuas desnudas del Departamento
de Justicia- renunció el martes. Es casi seguro que la mayoría
republicana en el Senado ratifique el nombramiento de Gonzales como el
primer procurador general latino en la historia de Estados Unidos.
El ex juez texano y colaborador del presidente fue considerado
inicialmente -según los rumores extraoficiales- como candidato principal
de Bush a la Suprema Corte, para llenar el hueco que dejará en los
próximos meses William Rehnquist, quien recientemente anunció
que padece cáncer. Bush aún podría nombrar a Gonzales
a ese tribunal supremo, pero algunos analistas interpretan el anuncio de
hoy como señal de que se está considerando a otros para la
Suprema Corte.
A pesar de que todos esperan que el Senado finalmente
aprobará el nombramiento de Gonzales, se espera que provocará
un intenso debate y podría convertirse en la primera prueba de qué
tanto está dispuesta la minoría demócrata a enfrentarse
con la Casa Blanca. Como abogado en Houston, Gonzales fue socio de un bufete
que tenía entre sus clientes a la empresa Enron, y ha sido considerado
como un aliado cercano a Bush desde hace más de 10 años.
Pero aún más controvertido ha sido su papel
como consejero legal de la Casa Blanca. Gonzales encabezó el desarrollo
de las justificaciones legales para la práctica del gobierno de
Bush de detener a "sospechosos" en la guerra contra el terrorismo sin cargos
formales, sin acceso a abogados y sin cumplir con las obligaciones de la
Convención de Ginebra.
Recientemente la Suprema Corte determinó que estas
detenciones son ilegales, pero el gobierno de Bush continúa desafiando
las órdenes judiciales en los tribunales inferiores.
Esta semana un juez federal ordenó congelar los
primeros juicios militares en Guantánamo, argumentando que las llamadas
"comisiones militares" nombradas por el presidente para realizar estos
juicios no cumplían con requisitos legales para un proceso imparcial
y violaban la Convención de Ginebra.
Fue el equipo de abogados al mando de Gonzales el que
desarrolló una serie de justificaciones legales argumentando que
ciertas categorías de detenidos en conflictos fuera del contexto
de una guerra tradicional, no eran sujetos de la Convención de Ginebra,
señalando que están acusados de trabajar con Al Qaeda y otras
organizaciones terroristas que no son consideradas como una fuerza armada
estatal tradicional.
Gonzales también caracterizó las prohibiciones
contra la tortura en la Convención de Ginebra como "pintorescas"
y sostuvo que el presidente como comandante en jefe de las fuerzas armadas
de Estados Unidos no necesitaba cumplir con las convenciones, por otras
prohibiciones internacionales contra la tortura, ni con las propias leyes
estadunidenses contra la tortura, ya que esta no era una guerra tradicional
y que los detenidos no estaban en territorio nacional.
En un detallado documento de más de 50 páginas,
el consejero legal también ofreció lo que en efecto es un
mapa para funcionarios estadunidenses que deseaban evadir las prohibiciones
legales contra la tortura y el empleo de fuerza para extraer confesiones
de los detenidos.
Algunos abogados militares estadunidenses estaban tan
indignados por estas justificaciones legales que las filtraron a los medios
y la Casa Blanca fue obligada a insistir en que ha abandonado estas prácticas.
Pero persisten versiones de que se siguen empleando prácticas posiblemente
ilegales contra los detenidos por Estados Unidos, y a pesar de varios fallos
de la Suprema Corte (y su mayoría conservadora) condenando el tratamiento
de los prisioneros por las fuerzas estadunidenses, el gobierno de Bush
continúa batallando contra estos impedimentos judiciales.
El Centro de Derechos Constitucionales (CCR) en Nueva
York denunció hoy el nombramiento. "Convertir a Alberto Gonzales
en procurador general de Estados Unidos sería una farsa. Implicaría
tomar uno de los arquitectos legales de una política ilegal e inmoral
e instalarlo como el funcionario encargado de proteger nuestros derechos
constitucionales", afirmó el abogado Michael Ratner, presidente
de CCR. Señaló que los documentos desarrollados por Gonzales
justificando la tortura "pavimentaron el camino a Abu Ghraib".
Pero el Consejo Nacional de La Raza -la organización
latina más antigua y una de las más influyentes del país-
elogió el nombramiento. "Gonzales es un servidor público
pensante y razonable, un hombre de palabra, y tenemos toda expectativa
de que su nombramiento será bien recibido en la comunidad latina".
La ultraconservadora Coalición Cristiana también elogió
la designación.
El nominado deberá responder a preguntas sobre
su participación y autoría en el desarrollo de estas controvertidas
justificaciones legales, y las audiencias en el Senado sobre su nombramiento
podrían convertirse en un foro para el debate más amplio
sobre las violaciones de las libertades y garantías civiles domésticas
e internacionales bajo la presidencia de Bush. Pero los republicanos, ahora
con ampliada mayoría en el Senado, intentarán limitar este
debate y acelerar el voto de ratificación.
Antes de aceptar su cargo actual en la Casa Blanca, Gonzales
fue juez en la Suprema Corte estatal de Texas. Antes de integrarse a esa
corte, fue secretario de Estado de Texas y, según su biografía
oficial de la Casa Blanca, es "el enlace principal sobre México
y asuntos fronterizos" para el gobierno de Bush.
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