Bejarano no es reo político, afirma Bernardo Bátiz

Procuraremos justicia sin venganzas: López Obrador

BERTHA TERESA RAMIREZ Y MIRNA SERVIN

Unas horas después de que el ex diputado local René Juvenal Bejarano Martínez se entregara a las autoridades judiciales, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, declaró que el gobierno capitalino no permitirá la impunidad, trátese de quien se trate. Afirmó que su administración seguirá actuando sin retorcer la ley, sin proteger a nadie, sin impunidad, sin venganzas, y procurando justicia.

Acerca de las declaraciones vertidas por Bejarano Martínez poco antes de ingresar al Reclusorio Sur, en el sentido de que es un rehén político, López Obrador dijo que no va a polemizar, y pidió a los mexicanos que interpreten.

Al respecto, el titular de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), Bernardo Bátiz Vázquez, puntualizó que Bejarano Martínez no es un reo político, sino un ciudadano sujeto a un proceso jurídico en el que se han seguido los procedimientos normales. Agregó que la dependencia a su cargo presentó todos los elementos jurídicos necesarios para que se le dicte auto de formal prisión.

Durante su acostumbrada conferencia de prensa matutina, López Obrador manifestó que "cuando inició este escándalo se especuló mucho acerca de cuál iba a ser nuestra actuación, creo que está quedando lo suficientemente claro que se está actuando, que no hay impunidad". Agregó que ojalá que así como se ha dado seguimiento al caso, se fuese también al fondo del asunto.

Recordó que está pendiente una explicación sobre la participación del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) en los ataques al gobierno capitalino. Dijo que sobre ese tema no se ha querido aceptar nada, "pero está demostrado que intervino el Cisen desde que le tomaron la primera denuncia a Ahumada", y recordó que incluso "hasta pagaron el salón".

Por otra parte, indicó que "el innombrable es un hombre intocable", del cual no se quiere ni hablar a pesar de que es evidente su intervención, así como la del senador Diego Fernández de Cevallos y otros funcionarios del gobierno federal para afectarlo políticamente.

Señaló que por lo que han dejado entrever analistas políticos vinculados al salinismo, "vamos ganando", ya que ahora hablan de que Salinas sí intervino en el complot, pero quieren darle un sesgo al afirmar que "no tiene nada de malo", porque es parte de la lucha política. "Sí, nada más que utilizaron instituciones del Estado primero, y segundo, también se utilizó dinero cuyo origen hay que investigar".

Con el mismo temple que ha demostrado durante los ocho meses que llevan los escándalos políticos, López Obrador afrontó el episodio más reciente de esta larga secuela de intrigas mediáticas. Interrogado sobre el video que Bejarano ofreció dar a conocer a una televisora, en el cual aparecería otro personaje involucrado en los escándalos, señaló que desconoce este nuevo material, pero consideró que "está bien" que se dé a conocer toda la verdad.

Por su parte, entrevistado después de la reunión de gabinete de seguridad en el antiguo Palacio del Ayuntamiento, el procurador Bátiz Vázquez abundó que en caso de que se presenten nuevas pruebas, no descartaría llamar a personajes mencionados por Bejarano, como el ex presidente Carlos Salinas, la ex jefa de Gobierno capitalino, Rosario Robles, y el senador Diego Fernández de Cevallos. Sin embargo, dijo que hasta el momento sólo se les ha señalado en denuncias políticas.

Acerca de la situación jurídica de Bejarano, el titular de la PGJDF explicó que ya el juez aceptó que hay dos delitos por los que se le puede considerar presunto responsable, y que éste determinará, en su momento, si lo es. Bátiz resaltó la actitud del ex asambleísta de entregarse por voluntad propia al momento de liberarse la orden de aprehensión, como lo prometio. Comentó que probablemente escogió la madrugada para evitar una exhibición.

Al preguntarle si solicitará la declaración de más personas sobre este caso, no descartó esa posibilidad, pero aclaró que aquellas personas nombradas por Bejarano como participantes en lo que él llama un complot, sólo corresponden a un debate político.

Bátiz señaló que por los delitos que se acusa a Bejarano podría ser condenado a menos de 10 años de prisión o, en caso extremo, hasta 15, pero que esta decisión depende del juez.

Explicó que si se dicta auto de formal prisión por ambos delitos -lavado de dinero y delitos electorales- tendrá que continuar el proceso detenido, pero si el juez la dicta sólo por el delito no grave, podrá obtener la libertad bajo caución.