Presentan hoy su disco Canciones basura en el Alicia

La mala política cultural nos hace ser independientes: Yucatán a go gó

PATRICIA PEÑALOZA ESPECIAL

La banda de rock para niños (y no tan niños) Yucatán a go gó, presenta hoy su segundo y cotorro álbum, Canciones basura, en el que de nueva cuenta, situaciones que le ocurren a los chamacos son llevadas al jocoso absurdo.

Con una tendencia ahora más punk que surfer-agogó, se oyen más avanzados en la ejecución musical que igual hace brincar a niños de entre 5 y 11 años que a púberes, ya en festivales de rock, ya en eventos de instancias oficiales.

Sobre estos, Ramón expresa: "Los grupos de rock nos vemos hoy en la necesidad de elaborar uno mismo cada detalle; respecto de la industria, es un momento fuerte para la independencia, hacer promoción, manufacturar discos. Por otro lado, también ante la ineficacia de las políticas culturales.

"La cultura en México pasa por uno de sus momentos más oscuros, no hay presupuesto. El gobierno sólo recorta, no invierte en educación... No le podemos pedir mucho a un ranchero bigotón. Lo más triste es notar que López Obrador, que se supone tiene más cultura, tampoco le da importancia. Construye obras en vez de cimentar el futuro de la gente: eso es más grave que si se cayera el segundo piso. No soy priísta, pero hasta con Zedillo la cultura tenía más presupuesto: con él, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes nos daba 30 fechas al año en eventos para niños, en todo el país; tocábamos en lugares recónditos, donde jamás habrían visto teatro o un grupo tocar. Ahora nos dan tres fechas al año, y en lugares más elitistas, para que parezca que hacen algo, pero en realidad hay gran desinterés, sobre todo entre directivos, pues entre los trabajadores de más abajo hay mucho entusiasmo, que sin embargo se ve opacado pues no hay mucho qué hacer; los vemos deprimidos. Igual en la Secretaría de Cultura del Distrito Federal. Con Rosario Robles había más eventos para niños; ahora los equipos de sonido están jodidos... Las políticas culturales van de mal en peor".

Acerca de la responsabilidad que implica dirigirse a niños, el cantante asiente: "Es fuerte porque pueden tomarte de ejemplo; o influir más que los papás. Puede también que se interesen en tocar. Por eso tienes que hacerles ver que el rock no es sólo echar relajo, sino una chamba dura. Si hasta nos metimos a clases de música, para crecer y tener permanencia, vivir de esto", señala.

Tocar para niños, apunta, "es lo mismo que para grandes; se emocionan igual; se disfrazan como un adolescente lo hace para ver a Panteón Rococó. Los niños entienden el rock, comprenden su actitud rebelde y esa sensación liberadora de: 'se puede acabar el mundo y no me importa pues estoy feliz roqueando".

Sobre las nuevas generaciones, el letrista, que en el nuevo disco cuenta las historias de un niño que se come un cuaderno para conquistar a una chavita, de un abuelo luchador, o de una dentista con cuchillo de taquero, siente que estos niños van a tener conflictos para decidir cuando crezcan, pues tienen más cosas que elegir. "Se les incita a consumir muchísimo, y eso los llena de estrés. Quizá no somos tan didácticos como la banda para niños Patita de Perro, pero creo que más bien podemos servir de desestresante, o para hacer sentir diferente a un niño que no se halla entre tanta mercadotecnia. Pienso que somos una alternativa más inteligente que oír a Tatiana o Barney. Además, los papás de estos niños también gustan del rock, y les será más fácil escuchar nuestra música en el coche, que la tortura de ir oyendo a Barney...

"Creo que somos una banda que despierta la imaginación; me da orgullo ver que puedo incitar la creatividad de un niño, del modo en que Botellita de Jerez, por ejemplo, la despertó en mí".

La cita es hoy en el Multiforo Alicia (Cuauhtémoc 91-A, Roma). 21 horas, 50 pesos. Se presentan al lado de Fenómeno Fuzz, Espectroplasma, Jugo y The Acaros. También actuarán el lunes en la Feria del Libro en el Zócalo, a las 18:30 horas.