Arremetieron dueños de gaseras en su contra y fueron desalojados del recinto de la ALDF

Accidentada comparecencia de Fátima Mena ante legisladores

Responde con monosílabos a las acusaciones de corrupción Piden vecinos analizar la remoción

JOSEFINA QUINTERO, RAUL LLANOS Y MIRNA SERVIN

Convocada por la Comisión de Administración Pública Local de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), para aclarar los actos de extorsión de sus colaboradores, la comparecencia de la delegada de Tláhuac, Fátima Mena, terminó en zafarrancho a consecuencia de la polémica sesión de más de dos horas en la que hubo acusaciones, insultos, desalojos y golpeados.

La funcionaria hizo de la palabra "desconozco" el centro de sus respuestas a varios de los severos cuestionamientos de los diputados que integran esa comisión, aunque nunca negó los señalamientos que le hicieron los legisladores respecto de su relación con el empresario argentino Carlos Ahumada Kurtz y con el ex jefe delegacional Francisco Martínez Rojo, y su supuesto matrimonio con él.

El embate contra la jefa delegacional fue constante. Los legisladores panistas y priístas, e incluso los perredistas, quienes en varios momentos la calificaron de "mentirosa", "amnésica", "cínica" e "incongruente", increparon que su compromiso contra la corrupción en esa demarcación se limitara sólo a "instalar un buzón a la entrada del edificio delegacional para recibir las quejas", pues heredó a los funcionarios ligados a Ahumada Kurtz y a Martínez Rojo, y los tiene activos en su gabinete.

Las respuestas, con monosílabos y "sin claridad" de Mena Ortega respecto de los casos de corrupción en Tláhuac, ocasionaron también que al término de su comparecencia un grupo de personas ligadas a los dueños de las gaseras exhibieran pancartas con leyendas como "Fuera las ratas del PRD".

De inmediato se solicitó la presencia del personal de resguardo, que arrancó las cartulinas a los inconformes, lo que originó el enfrentamiento: golpes, jaloneos, empujones y, finalmente, el desalojo del edificio de Donceles y Allende. En el salón Heberto Castillo, donde se efectuó la comparecencia, Guadalupe Chavira, del PRD, miró a los ojos a Fátima Mena y le asestó: "cínica".

Minutos después, los reporteros trataron de entrevistar a la funcionaria delegacional, quien se negó a hablar, y ante la insistencia para obtener una declaración, legisladores perredistas exigieron a gritos a los de resguardo que la escoltaran. Volvió la confusión y, con ella, los empellones, que ocasionaron que la directora de Comunicación Social de la delegación Tláhuac, Yolanda Naranjo, y algunos comunicadores, cayeran al suelo. En medio del jaleo, Fátima Mena fue llevada en vilo hasta las oficinas de la Comisión de Gobierno, de donde salió a escondidas.

Contingentes de apoyo

Desde temprana hora llegaron a las puertas de la ALDF pobladores de Milpa Alta, Xochimilco, Tláhuac y Alvaro Obregón a bordo de microbuses y camiones para apoyar a la compareciente, a quien varios de ellos, dijeron, ni conocían.

Alrededor de las 14 horas llegó al recinto Fátima Mena, acompañada de buena parte de los integrantes de su gabinete, quienes atiborraron el salón Heberto Castillo. Ya iniciada la sesión, se le formularon seis preguntas relacionadas con la acusación que hizo el empresario Enrique Medrano de que el director jurídico, Misael Morales, y el responsable de licencias, Julio César Sánchez, le pedían un millón de pesos para operar su estación de gas, y 60 mil más al mes. Las respuestas de Mena se resumieron en: "desconozco los hechos" y "no conozco la situación".

Mencionó que Medrano Meza tenía cuatro denuncias penales en su contra, y que fue ella la primera en denunciar el caso ante la Contraloría Interna de la demarcación. En un ánimo de compartir las responsabilidades, Mena dijo que tenía en su gabinete a priístas y panistas y que no por eso eran corruptos. Juan Antonio Arévalo, del PAN, y Mauricio López, del PRI, deslindaron a sus partidos de esos funcionarios.

Guadalupe Chavira reconoció que su hermano Héctor estuvo en Tláhuac, pero aclaró a la delegada que él le advirtió de la "peligrosa situación" de las obras que se le daban a Carlos Ahumada, "y a Héctor Chavira se le presionó para que fuera a la empresa de Carlos Ahumada Kurtz a hacer los contratos de obra pública, y usted lo sabía y por eso dejó el cargo".

El diputado Juventino Rodríguez, también del PRD, habló sobre la labor que hizo contra las gaseras mientras trabajó en Tláhuac, y aclaró que fue en el último año de Martínez Rojo y en la gestión actual que estaban proliferando esas estaciones clandestinas. Le reclamó por los actos de corrupción y selló: "usted ha tenido un año para recomponer las cosas y lo único que hemos visto son crisis tras crisis", debido a que los funcionarios que tiene "se los heredó Martínez Rojo". Le preguntó que por qué no se sacudía la sombra del ex delegado, "si es que (Mena) no tiene nada que ver en los actos de corrupción. De esto no hubo respuesta.

Demandas sin respuestas

Por otra parte, la Alianza de Organizaciones Ciudadanas de Tláhuac por la Transparencia y otras asociaciones de colonos denunciaron la falta de rendición de cuentas en Tláhuac, la relación de Mena con Martínez Rojo, la desatención a la demanda ciudadanía y permitir la instalación de diversas gaseras.

Ejidatarios de San Francisco Tlaltenco también dijeron que han enviado solicitudes a la delegada y a diputados para que las autoridades revisen la operación legal de las gaseras, nuevas edificaciones y locales comerciales, pero que en ningún caso han recibido respuesta.

Por ello pidieron a la presidenta de la Comisión de Gobierno de la ALDF, Lorena Villavicencio, que estudie la destitución de Fátima Mena.