Costa Rica pide "orden de captura internacional" contra Miguel Angel Rodríguez

Dimite el secretario general de la OEA, envuelto en un escándalo de corrupción

Gobiernos de Centroamérica demandan que el sucesor en el cargo salga de esa región

DPA, AFP Y REUTERS

Washington, 8 de octubre. El costarricense Miguel Angel Rodríguez presentó hoy su renuncia al cargo de secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) tras verse envuelto en un escándalo de corrupción en su país, cuya fiscalía, luego de conocer la dimisión, pidió capturarlo en cuanto deje el puesto.

El lugar de Rodríguez será ocupado temporalmente por el estadunidense Luigi Einaudi, mientras se elige sucesor.

Tras conocerse la decisión de Rodríguez, varios gobiernos centroamericanos reivindicaron su derecho a que el sucesor sea centroamericano, aunque la idea aún carece de consenso en la región.

A su vez, el fiscal general de Costa Rica, Francisco Dall'Anessem, informó: "se solicitó una orden de captura internacional", que fue entregada a la embajada estadunidense.

En su carta de renuncia, Rodríguez señaló que tomó esta decisión para consagrarse exclusivamente a su defensa y aclarar los hechos en que se le involucra ante las autoridades judiciales de Costa Rica. Dijo sentir un "profundo dolor" por lo sucedido y "el difícil trance" que ha hecho pasar a los países del organismo que representaba, por lo que pidió perdón.

"Espero que mi decisión contribuya a que la organización pueda enfocar toda su atención en las altas tareas que le han sido encomendadas", apuntó en su misiva de cuatro cuartillas dirigida al Consejo Permanente, embajadores, cancilleres y jefes de gobierno de los 34 países integrantes el organismo.

Rodríguez, quien apenas hace dos semanas asumió el cargo, dio a conocer su renuncia cuando se hallaba en Haití para conocer los daños causados por los últimos huracanes que azotaron el Caribe, por lo que en Washington se convocó de inmediato al Consejo Permanente de la OEA para analizar la situación y dar a conocer el texto de la misiva.

El presidente del Consejo Permanente, el panameño Aristides Royo, echó a andar los mecanismos del organismo, en cuya Carta se establece que asume funciones el secretario general adjunto, Luigi Einaudi, considerando que la dimisión de Rodríguez es a partir del 15 de octubre y hasta que una Asamblea General extraordinaria de cancilleres elija sucesor.

El secretario de Estado, Colin Powell, dijo lamentar la renuncia de Rodríguez y añadió que apoyará la candidatura de otro centroamericano si hay consenso en el resto del continente americano.

De hecho, la sugerencia de que sea otro centroamericano quien asuma el cargo provino del presidente salvadoreño, Elías Antonio Saca, con quien Powell tuvo comunicación.

Powell apuntó que Rodríguez "es un hombre que conocemos bien, calificado y con determinación que apoyamos para este puesto. Lamentamos mucho que haya encontrado necesario dar este paso, pero entendemos que es importante para él tratar este asunto con el gobierno costarricense". E insistió en que se ha comunicado con los países centroamericanos, que al parecer apoyan por el ex presidente salvadoreño Francisco Flores.

A su vez, el presidente de Costa Rica, Abel Pacheco -quien había adelantado hoy temprano que la dimisión de Rodríguez era ya un hecho, en una "decisión valiente", que "suficiente vergüenza nos ha causado"-, expresó luego de que Rodríguez anunció la renuncia: "el sustituto debe ser un centroamericano; no debemos perder la oportunidad de tener ese cargo en nuestras manos".

Mientras, el vicecanciller de Nicaragua, Sergio Blandón, declaró: "queremos que la secretaría general de la OEA sea de un centroamericano, nos encantaría que fuese nicaragüense".

En tanto, Luigi Einaudi señaló: "lo que pasó aquí fue inesperado y difícil para Miguel Angel Rodríguez, quien se ha portado con enorme dignidad y valor".

A su vez, el embajador estadunidense ante el organismo, John Maisto, elogió a Einaudi para manejar la OEA en forma interina.

La caída de Rodríguez, acusado de haber recibido 60 por ciento de un soborno de 2.4 millones de dólares de la firma francesa Alcatel por un contrato de telefonía celular, se dio después de que su elección a la secretaría general del organismo hemisférico se logró por consenso en una Asamblea General cuyo tema principal era la lucha contra la corrupción.