México D.F. Sábado 9 de octubre de 2004
Blair "tiene las manos manchadas de sangre",
afirma un hermano de la víctima
Plagiarios decapitan a Kenneth Bigley
El primer ministro de Gran Bretaña rindió
homenaje a su "dignidad y coraje" en Irak
AFP Y REUTERS
Londres, 8 de octubre. El rehén británico
plagiado en Irak Kenneth Bigley fue decapitado por sus secuestradores tras
estar cautivo durante tres semanas, anunció este viernes su hermano
Phil, mientras que el primer ministro, Tony Blair, manifestó su
"total re-pulsa" por la ejecución.
En declaración desde su residencia de campo en
Chequers, Blair dijo estar "terriblemente apenado" por Bigley y su familia,
y rindió homenaje a su "dignidad y coraje".
Bigley
fue secuestrado en Bagdad el 16 de septiembre junto con dos estadunidenses,
ya decapitados. La reina Isabel II de Gran Bretaña envió
un mensaje de condolencias a la madre del rehén.
Abu Dhabi TV y Reuters informaron que vieron el video
que muestra la muerte de Bigley, y que probablemente se produjo el jueves
en Latifiya. En la grabación se ve a seis hombres armados y encapuchados
situados detrás del rehén, que aparece de rodillas.
Uno de los seis habla en árabe durante un minuto
y, antes de proceder a la ejecución, el verdugo afirma que si matan
a Bi-gley es porque Londres no satisfizo su exigencia de poner en libertad
a las mujeres iraquíes detenidas por los estadunidenses.
Luego, la grabación muestra que uno de los secuestradores
saca una navaja de la cintura y decapita al británico, mientras
es sujetados por los otros extremistas.
Al conocer la noticia, Paul, hermano de Bigley, aseguró
que Blair "tiene las manos manchadas de sangre. Por favor, por favor, paren
la guerra y eviten que se pierdan otras vidas. Esto es ilegal. Hay que
pararlo".
Sin embargo, el resto de los hermanos de Bigley, desde
Liverpool, "comparte la opinión de que nuestro gobierno hizo todo
lo posible para liberar a Ken".
Por primera vez tras 22 días de secuestro, Jack
Straw informó que hubo un intercambio de mensajes con los secuestradores
mediante intermediarios, sin que los captores cedieran en sus posiciones.
Los mensajes, de los que no dio detalle, fueron aprobados
por él mismo y Blair, señaló. Según el funcionario,
la familia del ingeniero, en Liverpool, y su esposa tailandesa estaban
al corriente de esos contactos.
El rehén, de 62 años, también pedía
a su gobierno que hiciera lo posible por poner en libertad a las presas
iraquíes, condición que ponían sus captores para su
liberación.
Straw explicó que el gobierno de Londres quería
escuchar lo que tuvieran que decir los secuestradores, pero insistió
que no habría negociación.
Por su parte, el Consejo de Musulmanes de Gran Bretaña
se mostró "horrorizado y profundamente entristecido por el asesinato
a sangre fría" de Bigley, declaró este viernes su secretario
general, Iqbal Sacranie.
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