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México D.F. Sábado 9 de octubre de 2004
Elecciones en Estados Unidos
Prioridad, derrotar al presidente, dicen las estrellas
Roqueros, contra George W. Bush
HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO
San Francisco, California, 8 de octubre. Algunos
de los roqueros más influyentes de las nuevas y las viejas generaciones
llevan adelante un inédito esfuerzo de participación en la
vida política de Estados Unidos. Su finalidad principal, casi única,
es detener a George W. Bush en su carrera a la relección presidencial
de noviembre próximo.
Con el Jefe Bruce Springsteen como front-man,
llaman a "luchar por el cambio" raperos y poperos, disc-jockeys,
viejitos y chamacos: R.E.M., Dave Mathews Band, Pearl Jam, Dixie Chicks,
Moby, Beastie Boys, Public Enemy, Greatful Dead, Everclear, System of a
Dawn, Alicia Keys, Melissa Etheridge, John Mellencamp, Wilco, Blink-182,
Jadakiss y los veteranos en estos me-nesteres, Jackson Browne y Steve Earle.
En la mayor movilización política de estrellas
de rock and roll en la historia, celebran actualmente conciertos y festivales
en un tour de nueve días en otros tantos swing states,
claves para la elección de noviembre. La gira culminará este
11 de octubre en Washington, DC, con un concierto que se anuncia como histórico.
Las disqueras de estos artistas, y las grandes tiendas
de discos, promueven abiertamente la música de todos ellos y su
gira militante. Sólo en el concierto de Washington se espera recaudar
100 millones de dólares, "para movilizar al electorado".
Entrevistado por el mismísimo Jann S. Wenner, fundador
de la revista Rolling Sto-ne, Bruce Springsteen declaró:
"Creo que hemos sido mal dirigidos. Que (el gobierno) ha sido fundamentalmente
deshonesto, y ha atemorizado y manipulado al pueblo de Es-tados Unidos
para conducirlo a la guerra" (Rolling Stone 959, 14 de octubre).
Mike Mills, de R. E. M., lo pone más sim-ple: "Cuando
Bush se lanzó la primera vez, me di cuenta de algo: quiero que mi
presidente sea más listo que yo. No pido mucho".
Alicia Keys, reina del soft soul, dijo a RS:
"Ya sé que duele poner atención", en referencia al involucramiento
político que estos intérpretes piden a sus audiencias, en
su mayoría jóvenes blancos y negros, pero también
hippies
originarios, punketos, eskateros, hip-hoperos,
yuppies
de los que ya no hay, grungeros. Y que no siempre están en
plan de comprometerse mucho. Si alguien conoce a sus "bandas" son estos
músicos que ahora las apelan de otra manera. Una que, por ejemplo
Britney Spears, no tendría.
Chuck D, el temible MC de Public Ene-my, ya tiene una
hija de 19 años, que habla de Farenheit 9/11 (del cineasta
Michael Moore) como si fuera el último concierto de Usher, su grupo
favorito. "Tú sabes, éste será su mundo. Y cuando
eso depende de un bola de cincuenta y sesentañeros chiflados, no
es nada cool. Ellos mandan a los muchachos a pelear y a morir. El
verdadero eje del mal es Bush-Cheney".
Algunos, como Eddie Vedder (Pearl Jam) y Bob Weir (Greatful
Dead), seguidores del candidato independiente Ralph Nader, se unen al coro
de personajes que le pide, le suplica a Nader que se retire de la contienda
electoral pues sólo favorece a Bush, y ese es un lujo que no pueden
permitirse ahora.
Pues sin que todos lo acepten o lo hagan de la mejor gana,
este movimiento roquero significa un llamado a votar por el demócrata
John Kerry. Es la hora del "voto útil". Co-mo dice la veterana blusera
y feminista Me-lissa Etheridge, "yo sólo quiero que se ponga en
la presidencia alguien que no va a atravesársele en el camino al
cambio, y creo que Kerry no lo haría".
Según Steve Earle, "al gobierno le encanta decir
que los terroristas nos odian porque somos libres; eso es falso; nos odian
porque apoyamos a la familia real saudita y a Is-rael". Pero sobre todo,
"lo que más me asusta es que si gana Bush tendrá que establecer
el servicio militar obligatorio el año que en-tra. Necesitan carne
fresca para su guerra y no la tendrán sin reclutar a todos. Tengo
un hijo de 20 y otro de 17, así que tengo 'un perro en esta pelea',
y no quiero perderlo".
En los escaparates de los almacenes mu-sicales y los ticket
master, en algunos me-dios de comunicación (y una relativa "atención",
de la que menciona Alicia Keys), en los espectaculares, postes y muros
de Ohio, Florida, Maryland, DC y otros estados, los roqueros "por el cambio"
hacen un sprint al cierre de la más cardiaca elección
presidencial en la historia moderna del mundo (muy al modo estadunidense
de "series mundiales"), para inclinar la balanza del lado de la paz, las
libertades civiles, la tolerancia, la verdad; en fin, la buena onda, y
en contra del actual gobierno.
Dave Matthews, músico extraordinariamente popular
en el público blanco de este país, de origen sudafricano,
pinta un retrato demoledor de cómo son vistos hoy en el mundo los
estadunidenses: "Es como si el mundo fuera un cuarto. Todos estamos ahí,
y de pronto entra uno buscando pleito, con los audífonos puestos
y oyendo música a todo volumen, y viene armado. Todo el mundo está
de puntitas, temeroso de lo que este país podría hacer. Quieren
asustarnos a todos".
Como cantaban los muy ingleses The Smiths en tiempos de
Margaret Thatcher y Ronald Reagan: "Si no el amor, será la bomba
lo que nos haga reunirnos".
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