Pocos actores y autoridades cinematográficas asistieron al funeral del director

Hasta el último momento, mi papá luchó por el cine nacional: Ismael Rodríguez hijo

Pese a ser el director más galardonado, siempre fue humilde, opinó la actriz Marga López

''Soy una basura, pero gracias a sus cintas estoy vivo'', afirmó septuagenario admirador

JUAN JOSE OLIVARES

Una fotografía de joven, disparando con una cámara de cine hacia el limbo, fue la principal imagen que resguardó el féretro de ''uno de los mejores cinerrealizadores mexicanos de todos los tiempos": Ismael Rodríguez, quien en unas de sus últimas palabras antes de desaparecer físicamente, comentó a su hijo, de nombre homónimo: ''quisiera que la industria del cine mexicano nunca desaparezca, que no se perdiera la continuidad con las nuevas generaciones, que las autoridades apoyen a la industria nacional".

Hasta sus últimos momentos, dijo Ismael Rodríguez hijo, "mi papá pidió eso. Además, que los Estudios Churubusco no se vendieran y se convirtieran en un patrimonio nacional porque allí dejaron la vida todos los pioneros del cine mexicano; que la industria nacional siguiera adelante y que nosotros no teníamos porque ver material que no fuera de nuestra cultura y nuestra identidad, sino que viéramos el cine que hicieron todos los pioneros".

Pocos actores se hicieron presentes. Muchos sólo llamaron por teléfono a la familia, pero Rodríguez sintió que lo más importante era el "legado" que dejó audiencias de todas las generaciones. No obstante, hicieron acto de presencia, con condolencias florales, la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) y la Cineteca Nacional, entre otros.

Lo más importante fue que era "un hombre que trabajó incansablemente por la industria del cine mexicano. El luchó hasta el último momento porque la industria del cine, ahora que tuvo un declive, no desapareciera. En uno de sus últimos homenajes, al que ya no pudo asistir, advirtió a las autoridades que 'un país sin cine era un país sin cultura, y un país sin cultura es un país sin identidad propia'", aseveró su hijo.

Abundó: ''Fue un gran padre, un gran esposo, un gran abuelo y un gran cinematografista. Dejó diversión a muchas generaciones de mexicanos, latinoamericanos y ahora, con el formato dvd, a una cantidad de anglosajones. Tenemos muchos negativos que licenciar de sus cintas. Mi papá llegó a todas las clases sociales.

''Paramos los homenajes por su salud. No sería un homenaje, sería recordarlo, recordar sus anécdotas y todo lo que vivió con sus actores, con toda la gente importante que ya no está; ahora está con ellos. Es recordar al ser humano sencillo que nunca se subió a un ladrillo y se mareó, siempre fue como fue: sencillo. Era gente de pueblo, por eso los captó tan bien".

Ismael Rodríguez hijo contó una anécdota de su padre: ''Un día, en un barrio, unas personas lo reconocieron y le preguntaron: '¿Qué anda haciendo sólo? Lo van a secuestrar.' Y él les respondió: 'qué bueno, así haré una cinta de un secuestro'. Era un hombre muy puro, bohemio, al que le importaba sus valores humanos, sus historias, su trabajo, su familia."

Prometen homenaje póstumo

Conocedor de la situación de las clases bajas, el director tuvo sus principales audiencias en el sector popular.

Con lágrimas en los ojos, Marga López, una de las pocas actrices que acudieron al funeral, dijo que ''Ismael era el mejor cineasta mexicano de la historia, y además el más sencillo, porque siendo el más galardonado siempre se condujo con humildad''.

Por su parte, Alberto Vázquez, quien trabajó con él en dos cintas (Faltas a la moral y Mi niño Tizoc), dijo que Ismael Rodríguez "era el mejor, el último, no creo que haya otro como él. Se fijaba en todo, llamaba a los actores y decía cómo hacer las cosas, si algo fallaba él mismo lo arreglaba. Los mexicanos no valoramos a un emblema como éste. Ahora se habla de efectos especiales, pero hay aparatos, y él hizo Los tres huastecos en un tiempo que no había computadoras y se lo llevó a la tumba, porque nunca se supo cómo lo hizo.

''En Mi niño Tizoc, él me hizo, antes de rodar, que hablara como indígena, desde las comidas y todo. Era el mejor".

Manuel Flaco Ibáñez también fue cercano del cineasta en sus últimos años. "Estaba sufriendo mucho, y aunque se oiga feo, bendito sea que Dios lo recogió. Sólo quiero acordarme las tardes en las que estuve platicando de cine, ver todo el sentimiento de amor por su trabajo.

''Tenía enfisema y cáncer, y no se murió de eso. Nunca decía cómo hacía las cosas. Sé que le pusieron El loco, cuando hizo Los tres huastecos. Fue el mejor director de cine de México".

Una de las presentes fue la directora de la Cineteca Nacional, Magdalena Acosta, quien luego de comentar que la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Sara Bermúdez, y el director del Imcine, Alfredo Joskowicz, no asistieron por estar fuera del país, anunció que las entidades del cine nacional organizarán un homenaje póstumo y un ciclo con lo mejor de sus cintas.

"Deja una gran obra, desde que empezó y que trajo, junto con sus hermanos, las primeras tecnologías para el cine sonoro con Santa, y luego empezar desde muy abajo y llegar hasta donde llegó, con sus premios internacionales. Ismael fue de los grandes creadores. Hizo de todo. Los hermanos Rodríguez jugaron un papel esencial en el desarrollo tecnológico en el cine nacional y eso no se reconoce tanto. Se olvida y tiene que ver con una manera de producir", dijo.

Agregó la directora: ''Son seis décadas de trayectoria de las cintas más emblemáticas y más queridas por el público mexicano. Era de los pocos que quedaban de la llamada Epoca de Oro.''

Además de Marga López, Alberto Vázquez y Manuel Ibáñez, asistieron César Bono, Gilberto Gazcón, además de un septuagenario seguidor, que llegó desde temprano y pidió ver al hijo de Ismael. El hombre le dijo: "soy una basura, pero gracias a las cintas de su papá estoy vivo. Quiero pedirle que me deje hacerle una guardia". El viejo pasó un rato, montó guardia, lloró y se fue.

''Ismael Rodríguez ya está en otro lugar, con los grandes de cine", finalizó su hijo.

El mismo realizador decía continuamente: ''En cine sé hacer de todo; sólo ignoro cómo fabricar celuloide. Un día de estos iré a donde lo hacen para aprender. Digamos que en este oficio soy maestro de todo y aprendiz de nada."

Los restos de Ismael Rodríguez serán cremados en el Panteón Español este domingo a las 17 horas, y sus cenizas, depositadas en la capilla La Esperanza, ubicada en una iglesia del sur de esta ciudad.