A LA MITAD DEL FORO

León García Soler

Evasión de poderes. Charros contra gángsters

LA SENADORA POR YUCATAN pasó la aduana de los agresivos manifestantes. Desde la atalaya se arrojaría el reto de la intolerancia que tendría cabal respuesta del sinaloense Enrique Jackson, quien por esta vez se animó a no dejar la división en evasión de poderes de la Unión. "Voto en contra", dijo Dulce María Sauri Riancho a los que sitiaban el Senado de la República. ƑQuién lo garantiza?, los del PRI siempre mienten, retó la voz colectiva: "soy mujer de palabra", respondió la legisladora. Y se hicieron a un lado los de la iracundia vocinglera. Pasó la senadora. Y pronunció un notable discurso desde la tribuna.

Y VOTO EN CONTRA: la Nana Dulce recordó fuente y origen para dar voz a la justicia social olvidada y rechazar el combate imaginario de charros contra gángsters; la trama fraguada en los sótanos del poder mediático espectacular. Enfrentar obrero contra obrero, trabajador contra trabajador; las sombras del sindicalismo que forjó la alianza histórica, contra los reflejos del sindicalismo que se unió en el caos de la apertura neoliberal y proclama šUNETE! En lugar de šUníos! Ya perdieron todo, menos las cadenas. Y los patrones amarran navajas en el palenque del rasero de la igualdad en el fondo del abismo de la pobreza.

CONTARON LOS VOTOS y se aprobaron las reformas a la Ley del Seguro Social. Así es esto de la democracia representativa. Así es esto de los acuerdos parlamentarios y de las alianzas entre partidos carentes de objetivos, cuyos líderes no conducen a integrantes para los que el compromiso personal no tiene valor: tiene precio. Por eso cambian de chaqueta conforme corren las horas. Por eso decidieron los panistas olvidar la "brega de eternidad" y rendir culto al rastacuero oportunismo: presididos por Luis Felipe Bravo Mena, los de la directiva nacional decidieron designar a tres ex priístas para que sean candidatos del PAN a gobernadores de Hidalgo, de Guerrero y de Tlaxcala.

CAMINO DE DAMASCO y los deslumbran las lucecitas que prendió el PRD con candelas del PRI. El PAN tiene adherentes y ha decidido que sus candidatos sean conversos. De laicos a legos. Seguramente habrán exorcizado al hidalguense Gerardo Sosa Castelán, priísta de las tinieblas y rector universitario. Para Guerrero, Florencio Salazar, converso rancio, cristiano viejo encargado de lo agrario en gobierno de hacendados; en la Costa Chica, en la Grande y en la Sierra cantan la sanmarqueña; la gente del Negro Juárez agradece el suave responso a la potencial oposición del siempre dividido PRD. Y en Tlaxcala, Héctor Ortiz, compañero de viaje para el paseo triunfal de Mariano González Zarur en el retorno del PRI al palacio de gobierno, donde hoy despacha Alfonso Sánchez Anaya, ex priísta, y únicamente en el PRD creen que la senadora Carmen Ramírez puede lograr la sucesión de esposo a esposa que soñaron en otras cabañitas.

POR LO VISTO HUBO muchos ilusionados con la victoria de Fox, hoy desilusionados que vuelven a su nivel y, para colmo, pierden elecciones y pierden presencia. En Chihuahua y Oaxaca unieron su suerte a la del PRD. Ni modo. Y nadie vota en Baja California, escenario del preámbulo a la victoria cultural que dio paso al rapto de la República, a lomos de un garañón y, a falta de tiros y matracas, con repiques de campanas que daban la bienvenida al Macabeo abajeño. En El otro México descrito magistralmente por Fernando Jordán, allá donde la leyenda nos habla de la reina Calafia, gobierna el partido conservador, confesional y patronal. Gobierna Eugenio Elorduy, patrón si los hay entre la falange que se incorporó al gerencial "gobierno de empresarios y para los empresarios" de Vicente Fox. Tres sexenios de PAN. Y un desencanto democrático expreso en el abstencionismo. Treinta por ciento de los votantes acudió a las urnas.

Y EN TIJUANA GANO Jorge Hank Rhon. El del hipódromo de Aguacaliente y las casas de apuestas en todo el país. Cuando Patrocinio González Blanco sustituyó a Fernando Gutiérrez Barrios en la Secretaría de Gobernación, se encontró instalada en Bucareli una de las casas de apuestas del hijo del profesor de Atlacomulco. Para escándalo de la "gente decente" y para escarnio de los que todavía dicen creer en los principios del partido de la Revolución, Jorge Hank Rhon decidió convertirse en un político rico y dar fe pública de lo que es un pobre político. Ganó y anda en busca de un jefe de policía como el Negro Durazo, "el general Durazo", lo llama el heredero. Ese viento desértico llega hasta Insurgentes norte: el huracán del sureste puede quedar en suave céfiro que no arrastre ni una hoja seca: Roberto Madrazo podría pagar las cuentas de la victoria del dinero en la entidad largamente defendida con el "fraude patriótico".

Y ROBERTO MADRAZO HA venido ganando de todas, todas. Para concluir el calendario electoral de 2004 le faltan Veracruz, Puebla, Sinaloa, Tamaulipas y Tlaxcala. De todas, todas, como en tiempos del "invencible". Dante Delgado apretó el paso al final, pero Fidel Herrera lleva la ventaja y la va a conservar hasta las urnas. El senador Buganza tuvo arranque de potro fino y a la mitad de la carrera ya buscaban la ayuda, la convergencia de Dante Delgado y su partido. En Sinaloa, Juan S. Millán supo hacer un buen gobierno y demostrar que el sector obrero no es necesariamente sectario. Tierra amarga de la amapola y la sierra reducto del narco, Sinaloa es un reto formidable para la seguridad nacional. Ahí, Juan S. Millán supo gobernar y conciliar sin rendirse ante la violencia que confronta a la autoridad: "Ƒplata o plomo?"

ES LA TIERRA DE Clouthier y del nuevo secretario de Vicente Fox. Las obras hidráulicas y de infraestructura, las presas y las carreteras ya estaban ahí cuando vino el vuelco y se dio la alternancia. De Sinaloa es Enrique Jackson, cautivo en la red llena de agujeros que dejó el doctorcito Zedillo antes de tomar sana distancia en millas y en dólares. En Oaxaca toparon las dos facciones más aguerridas y que disputan la recuperación del poder con vigor y convicción que debieron haber aplicado a defenderlo en el trance agónico del priato tardío: tecnócratas neoliberales contra nostálgicos trasnochados del nacionalismo revolucionario. Cualesquiera que fuesen los nombres o disfraces adoptados, se desgranó la mazorca.

EL PRI NUNCA FUE el partido monolítico que imaginaba la oposición. Fue partido incluyente, por pragmatismo y las ataduras del cordón umbilical. Vino el vuelco impuesto desde el norte rico; llegó la apertura y el PRI cambió a partido excluyente. De tanto privatizar, de tanto adelgazar al Estado, acabaron por desmantelarlo y quedarse sin espacios para cumplir con el reparto del botín. Tradición universal y antigua, por cierto. No sea que la desmemoria lo convierta en pecado original mexicano, como la corrupción del cuento que nos cuentan. De las siete décadas en las que nada pasó, diría Fox al verse de pronto en la cúspide y en los albores de siglo y milenio. Nada sino corrupción, autoritarismo y servilismo clientelar. Ah, por cierto, el páramo descrito por los alternantes incluye el infierno de un sindicalismo corporativista y corrupto, traba para alcanzar el reino de Dios en la Tierra, con estamentos y linderos precisos, donde el patrón protege y la caridad privada sustituye a la asistencia pública. šFaltaba más!

ESAS VISIONES FUERON confrontadas en los debates y votos que concluyeron con las reformas a la Ley del Seguro Social. Por eso recuperó la combatividad retórica Vicente Fox. Desde Cabo San Lucas lanzó anatemas contra los legisladores que dicen no a todo y no dejan hacer lo que la nación necesita. Enrique Jackson cumplió con su obligación: en su "calidad de presidente del Congreso, uno de los tres poderes de la Unión", expresó su "más firme rechazo" a declaraciones del Presidente que fueron "un llamado a la persecución de legisladores por sus ideas y por sus posiciones"; aliento a "un clima de desaprobación y linchamiento en contra de quienes piensan diferente (...) síntoma de intolerancia y autoritarismo". El Congreso es el "espacio privilegiado para la aportación, discusión y debate de las ideas (...) ya hay suficientes tentaciones en el ambiente para aniquilar la pluralidad, y promover el gobierno de la demagogia".

QUIEN IBA A imaginarse a estas alturas una auténtica filípica. Y en voz de uno de los que estaban en favor de las iniciativas de reforma del régimen foxiano. "Es la intolerancia total", dijo Manuel Bartlett. Es una "regresión autoritaria", indicó Jesús Ortega. El presidente Fox está en su derecho de criticar y cuestionar a los legisladores, aseguró Diego Fernández de Cevallos.

LA PLURALIDAD SE desmorona. El compromiso personal se degrada y se envilece con el mimetismo de alianzas electorales. Chihuahua fue dura lección para el PAN. Oaxaca resultó en derrota de los identificados o señalados como personeros del aperturismo privatizador, del neoliberalismo según la voz popular, y los empeñados en rechazar los dogmas y el fatalismo de la nueva ortodoxia. Ganó Ulises Ruiz y perdió Gabino Cué. Pero en la lucha por el poder para encabezar la recuperación del poder, dicen los que saben que ganaron José Murat y Roberto Madrazo. La vocación política, la visión del poder para alcanzar objetivos concretos, la certeza de que no hay peor error en política que el que resulte de una acción innecesaria, obligan a dudar, a preguntar qué puede hacer o dejar de hacer Roberto Madrazo para que lo de Tijuana no se convierta en victoria pírrica y él no se vea obligado a defender lo indefendible y ser visto como rey de burlas por la derecha extrema y las izquierdas agraviadas.

LA RESPUESTA PUEDE estar en la pelea que sepan dar ante los ataques mediáticos que pretenden exhibir la división artificial entre sindicatos buenos y sindicatos malos; la pésima imitación de las batallas de charros contra gángsters, inspiración de Juan Orol. Hay malos sindicatos. Hay líderes corruptos. Pero no hay nada peor que un régimen sin sindicatos. El nazifascismo los devoró. Los bolcheviques los desmantelaron, con la falsa premisa de que no hacían falta en un mundo sin patrones, sin propiedad privada. Fue más que un error, fue un crimen, una tragedia enorme.

NUESTROS SINDICATOS SE van a radicalizar. O los patrones los van a desaparecer bajo la premisa de que no hacen falta en el nuevo orden de la competitividad y la caridad cristiana del México que avanza, como los cangrejos al compás.