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México D.F. Sábado 24 de julio de 2004
A espaldas del Congreso y sin licitación,
vendió instalaciones y bancos de semillas
Anomalías del gobierno foxista en el desmantelamiento
de Pronase
Cinco millones de campesinos afectados Pérdida
de soberanía alimentaria, denuncia el sindicato de la productora
La clausura no es grave: Usabiaga Extinción pactada antes de
firmar el TLC
MATILDE PEREZ U.
Sin esperar a que la Cámara de Diputados formalice
la desaparición de la Productora Nacional de Semillas (Pronase),
el gobierno federal inició desde 2002 la venta, donación
y entrega de plantas, almacenes, campos de producción y bancos de
semillas -incluidas algunas mejoradas y progenitoras de maíz- medidas
que fueron acompañadas con el adelgazamiento de la plantilla de
personal, aplicando el "retiro voluntario" y la contratación de
una consultoría privada para el proceso al que llamó de "redimensionamiento",
para eludir la protesta campesina.
Con la desaparición de Pronase -tras 44 años
de existencia- cerca de 5 millones de campesinos tendrán que sujetarse
a la oferta y precios de las trasnacionales y de las pocas empresas nacionales
que producen semillas, estas últimas, sin la capacidad para cubrir
la demanda nacional. Además, México perderá su soberanía
alimentaria, ya que serán las trasnacionales y empresas privadas
las que orientarán el padrón alimentario de los más
de 100 millones de habitantes del país, advirtió la directiva
del Sindicato Nacional de Trabajadores de Productora Nacional de Semillas
(Sntpronase).
"Antes
de que termine el sexenio, el resultado del cierre de Pronase será
evidente: habrá una caída de la producción e inclusive
habrá semillas de origen nacional que no se encuentren en el mercado,
como ya sucede con la jícama, la cual cada día es más
escasa y su precio actual es ya de 125 pesos el kilogramo y continúa
al alza", abundó Angel Alvarez, asesor legal del Sntpronase, quien
elaboró el análisis y opinión sobre el proceso de
desincorporación total de Pronase sin previo decreto de extinción.
Para el titular de la Secretaría de Agricultura,
Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa),
Javier Usabiaga Arroyo, la extinción de Pronase no tendrá
consecuencias graves ni habrá desabasto, ya que hay mil 500 empresas
con capacidad para surtir la semilla suficiente. "Sagarpa ha tomado las
medidas necesarias para que el mejoramiento, desarrollo, producción
y distribución de semillas esté garantizado mediante terceros".
Además, justificó, la participación de Pronase en
el mercado era ya marginal y para su funcionamiento requería "subsidios
fiscales que no eran justificables".
Sin embargo, en diversos comunicados internos que envió
al Sntpronase -de los cuales tiene copia La Jornada- Usabiaga y
los directivos del organismo aseguraron a los trabajadores que no quedarían
desempleados, pues serían reubicados, y que el "redimensionamiento"
del organismo no implicaba su desaparición sino "la adecuación
para operar con autosuficiencia".
Aunque la estrategia que elaboró la empresa consultora
SCI, SA de CV -de la cual aparece como representante legal Enrique A. Muñoz
Barradas- recomendaba al titular de la Sagarpa que continuara "ejecutando
la política de dar por concluidas las relaciones laborales individuales
por agotamiento de la materia de trabajo, con la consignación de
las indemnizaciones constitucionales respectivas, en caso de que algún
trabajador se negara a recibirlas y a firmar el convenio respectivo".
También sugirió que la Sagarpa "promoviera
vigorosamente, por todos los niveles y conductos factibles, la formulación
y autorización del dictamen respectivo de la Comisión de
Agricultura y Ganadería de la Cámara de Diputados, su discusión
y aprobación en el pleno".
La consultora SCI consideró como punto toral esa
actuación ante el presidente de dicha comisión de la Cámara
de Diputados, el cenecista Cruz López Aguilar, ya que un grupo de
diputados de la 58 Legislatura frenó la decisión del presidente
en turno en el sentido de aceptar la iniciativa de decreto de desaparición
que desde el 3 de diciembre de 2002 presentó el presidente Vicente
Fox. El pasado 21 de mayo, esa comisión aprobó la iniciativa
de dictamen que ordena la extinción de la Pronase.
Sin auditorías ni licitaciones
Es inadmisible que el diputado López Aguilar haya
impulsado la aceptación de dicho dictamen, debido a las claras irregularidades
que hay en todo el proceso -no hay auditorías de cada planta y almacén
cerrado, la venta de éstos se ha realizado por adjudicación
y no por licitación, tampoco existe una auditoría general
que revele la situación de la Pronase- pues antes de que se emita
el decreto respectivo ya se han vendido varias plantas, campos y lotes
de semillas, expresó Georgina Tobón Chávez, secretaria
general del Sntpronase. Lamentó que López Aguilar haya procedido
así, ya que "él no desconoce el tejido de la Pronase, pues
tuvo un puesto de dirección en la misma".
Inclusive, en agosto de 2002, la Secretaría de
Acopio y Comercialización de la Confederación Nacional Campesina
-entonces también presidida por Cruz López Aguilar- había
defendido la continuación de la Pronase. Entonces dijo: "ha jugado
un papel fundamental en el incremento de los rendimientos, en la regulación
de los precios de semilla y en su saneamiento financiero", y lamentó
que su desaparición se haya negociado en paquete previa a la firma
del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, asimismo, exigió
que la transferencia de las instalaciones del organismo se hiciera a las
organizaciones sociales rurales bajo un esquema de financiamiento de la
banca de desarrollo.
A la fecha, sin que se haya aprobado el decreto de desaparición
de la Pronase, el gobierno federal ha vendido a agentes privados 29 de
sus instalaciones, de las cuales 18 son plantas, tres almacenes y ocho
campos; están en proceso de venta 10 plantas, dos de ellas nuevas,
cuatro almacenes y un campo de producción. Al extinto Banco Nacional
de Crédito Rural, la Sagarpa, la Comisión Nacional del Agua
y algunos gobiernos estatales se les han entregado cuatro plantas, almacenes
y campos, y están en trámite una decena más. Por el
proceso de venta de 31 inmuebles, el gobierno federal pretende obtener
20 millones 966 mil pesos, aunque el avalúo fue calculado en 166
millones 111 mil pesos. Hasta el año pasado, el gobierno federal
sólo había recuperado 4.2 millones de pesos del total de
la cartera.
Semilla mejorada
En diciembre de 1960 nació la Pronase, con el objetivo
de que los campesinos pudieran comprar semillas mejoradas y de alto rendimiento
a costos accesibles, particularmente de maíz, para 1982, el organismo
ya contaba con 40 plantas de producción y tenía presencia
comercial en 2 mil 170 plazas agrícolas y una producción
de 216 mil toneladas de 80 variedades de semillas de granos y hortalizas,
cubría más de 80 por ciento de la demanda nacional. El inicio
de la crisis de la Pronase comenzó en 1989, cuando el gobierno abrió
el mercado de semillas y variedades mejoradas a la iniciativa privada,
y paralelamente inició los recortes fiscales al organismo.
Las consecuencias fueron una baja en las ventas y carencia
de liquidez, lo que obligó a la Pronase a recurrir a un financiamiento
de la banca comercial para cubrir sus pasivos, y aunque en sus finanzas
logró operar con números negros -en la década de los
90- no logró alcanzar la autosuficiencia financiera ni las metas
de comercialización comprometidas. Luego, entre 1991 y 2000 afrontó
la contracción nacional de la producción de semillas mejoradas
-se registró una baja de 5 por ciento anual en promedio durante
dicho periodo- debido a la baja de los precios comerciales, escasez de
agua en la temporada de siembras y establecimiento de medidas regulatorias
fitosanitarias, según información de la Sagarpa.
En 2001, el gobierno federal ordenó cancelar los
programas de producción de semilla que mantuvo durante varios años
con productores; ello para, argumentó, "evitar desequilibrios que
puedan convertirse en problemas mayores". De esa manera, se dejaron de
producir semillas de maíz (variedades 22, 23, 201, Cafime), frijol
(flor de junio, negro de Zacatecas y pinto villa), arroz (tomatlán
A-97) y sorgo (blanco 86 y fortuna).
A partir de la apertura del mercado a la producción
de semilla de la iniciativa privada, a Pronase se le restringió
la producción sólo a maíz, frijol, sorgo, arroz y
avena.
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