Fueron adoptados por Amnistía Internacional como prisioneros de conciencia

Cinco activistas opositores han sido liberados esta semana en Cuba

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 10 de junio. Con la excarcelación de Miguel Valdés Tamayo, el miércoles anterior, sumaron cinco los activistas opositores liberados esta semana, pero otros seis fueron condenados el mes pasado a penas de entre tres y cinco años de cárcel, dijo hoy una fuente de la disidencia.

Días antes que Valdés fueron dejados en libertad Leonardo Bruzón, Carlos Alberto Domínguez, Emilio Leyva y Lázaro Miguel Rodríguez, en "decisiones de alto nivel sobre casos puntuales que no marcan una tendencia", dijo Elizardo Sánchez, de la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Hu-manos y Reconciliación Nacional.

Valdés, quien había tenido dos infartos antes de su encarcelamiento, el 19 de marzo de 2003, dijo que fue liberado por su delicado estado de salud, producto de una miocardiopatía hipertensiva dilatada (crecimiento excesivo del corazón).

Encarcelado en la oriental provincia de Camagüey, Valdés era uno de los 75 opositores detenidos y enjuiciados sumariamente el año anterior, hasta ahora el único de ese grupo que ha recuperado la libertad.

Bajo el cargo de atentar contra la seguridad del Estado, purgaba una condena de 15 años de prisión.

Bruzón y sus tres colegas de cautiverio estaban detenidos sin ser llevados a juicio desde el 22 de febrero de 2002, acusados por las autoridades de la isla de desacato, desorden público y resistencia al arresto.

Los cinco excarcelados en esta semana habían sido adoptados por Amnistía Internacional como prisioneros de conciencia.

"Lo recibimos como buenas noticias, pero necesitamos cerca de 300 noticias de esas", dijo Sánchez. Recordó que en el caso de Bruzón también influyó un factor de salud, pues el ex preso padece una neuropatía que se le ha complicado después de su encarcelamiento.

En abril anterior fue juzgado, también por desacato, desorden y resistencia, Juan Carlos Leyva González, abogado ciego que obtuvo la libertad condicional en su natal provincia de Ciego de Avila, en el centro del país caribeño.

En contraste, otros seis activistas fueron condenados en mayo a penas de entre tres y cinco años de cárcel, en dos juicios por los mismos cargos: Raúl Arencibia, Orlando Zapata y Virgilio Marante en uno, y Rafael Corrales Alonso, Ricardo Ramos Pereira y José Santana Carrerira en otro.

El delito de desacato se comete cuando alguien "amenace, calumnie, difame, insulte, injurie o de cualquier modo ultraje u ofenda, de palabra o por escrito, en su dignidad o decoro a una autoridad", y tiene agravantes si el acto se comete en perjuicio del presidente del Consejo de Estado o de otros altos funcionarios.