Interparlamentaria México-EU, sin grandes consensos

No habrá acuerdo migratorio a corto plazo: congresistas

ANDREA BECERRIL Y ROBERTO GARDUÑO ENVIADOS

Guadalajara, Jal., 15 de mayo. La 43 Reunión Interparlamentaria México-Estados Unidos concluyó sin mayores acuerdos, pese a la percepción de Jim Kolbe de que "ganaron todos" y con una serie de recomendaciones de la delegación estadunidense, entre ellas que nuestro país "debe resolver la situación del agro" y llevar a cabo las reformas estructurales de carácter energético y fiscal, para la mejor generación de empleos, con el propósito de que no crucen más indocumentados la frontera.

Los legisladores de Estados Unidos, en su mayoría republicanos, dejaron en claro durante las conclusiones del encuentro que además de la imposibilidad de concretar un acuerdo migratorio a corto plazo, por el proceso electoral en puerta en esa nación, "la solución del problema está mayoritariamente del lado mexicano".

Aunque en estos dos días de trabajos la delegación mexicana, que presidieron el diputado panista Francisco Barrio y la senadora priísta Silvia Hernández, expresó las preocupaciones por el efecto negativo del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en el agro mexicano, el temor ante la entrada en vigor de la Ley de Bioterrorismo, que afectará a productos alimentarios nacionales y la necesidad de establecer medidas para lograr una "frontera humana", la respuesta fue evasiva la mayor parte de las veces.

Por lo que se refiere a la Ley de Bioterrorismo, próxima a entrar en vigor, en la conferencia de prensa el representante Kolbe precisó que como defensor que siempre ha sido del libre comercio, no está de acuerdo con que se establezcan barreras arancelarias que impidan exportar alimentos de un país a otro.

Ayer por la mañana ambas delegaciones discutieron el último punto de la agenda, el de comercio. El senador perredista Jesús Ortega fue encargado de exponer que si bien México ha expresado su voluntad de cooperar para ayudar a Estados Unidos a incrementar su seguridad fronteriza, es necesario que las legislaciones en la materia no interrumpan el flujo de comercio entre ambas naciones. Aludió también a la necesidad de disminuir los altos subsidios a los agricultores estadunidenses.

Modelo de integración económica

En nombre de la delegación mexicana, Ortega planteó la necesidad de avanzar a un modelo de integración económica que contemple mecanismos de convergencia que reduzcan las asimetrías entre Estados Unidos, Canadá y México. Propuso analizar la posibilidad de establecer medidas compensatorias para la economía más débil, como las que operan en la Unión Europea.

Hubo la propuesta concreta de llevar a cabo próximamente una reunión interparlamentaria trilateral, donde las tres naciones firmantes del TLCAN traten temas de la agenda vinculados con la agenda social y la forma de enfrentar el reto chino.

Los republicanos dijeron que lo analizarán, aunque el senador demócrata Christopher Dodd dio una esperanza a los mexicanos al comprometerse a buscar una reunión con legisladores canadienses para comenzar a cabildear la posibilidad de establecer medidas compensatorias en el TLCAN.

En cuanto al combate al terrorismo, los mexicanos plantearon también la conformación de un grupo de trabajo parlamentario binacional que supervise las estrategias de combate a esa actividad ilícita, en estricta observancia de los derechos humanos y la tranquilidad debida de los mexicanos y estadunidenses.

La postura de la delegación estadunidense es que Washington no está trabajando en fronteras necesariamente más seguras, pero sí más caras y se debe trabajar bilateralmente en ese problema que también está ligado a la migración.

Entre los pocos compromisos que aceptaron los congresistas invitados estuvieron: no aprobar la iniciativa HR3722, por la que se cancelan los acuerdos para dar servicio de salud de emergencia a los migrantes, además de analizar los altos cobros para las remesas de dólares a México.

Y fue todo, porque en materia migratoria la postura de los estadunidenses es que no se puede legislar a corto plazo en torno a ese problema, ya que además del proceso electoral que vive Estados Unidos es aun asunto muy complicado, pues aprobar una amnistía implicaría premiar a quienes violaron la ley migratoria.

Los señalamientos que un día antes formularon los congresistas encabezados por Kolbe en el sentido de que México debe asumir su responsabilidad quedaron en las conclusiones, incluso ambas partes coincidieron en que las carencias de desarrollo en nuestro país son causa de que miles de mexicanos emigren a Estados Unidos.

Las dos delegaciones coincidieron en que ese reconocimiento "no invalida" el hecho de que trabajemos juntos por varios frentes para corregir el problema.