México D.F. Domingo 21 de marzo de 2004
Aseguran que las tierras que han habitado por más de 20 años no son irregulares
Indígenas de 7 poblados lacandones rechazan ser reubicados
ANGELES MARISCAL CORRESPONSAL
Tuxtla Gutierrez, Chis., 20 de marzo. Indígenas de siete poblados asentados en zonas irregulares que conforman los bienes de la comunidad Lacandona se declararon en resistencia y aseguraron que no abandonarán las tierras que les pertenece.
Dos días después de la reunión de funcionarios federales y estatales que conforman la comisión para tratar la reubicación de los habitantes de Montes Azules, las comunidades agremiadas en la Unión de Comunidades Indígenas de la Selva Chiapaneca (Ucisech-Xiƀnich), manifestaron que rechazan todo intento del gobierno de desalojarlos o reubicarlos en otra región del estado.
Integrantes de las comunidades de Nueva Reforma, Nuevo Betel, Nuevo Progreso, Nuevo Tumbalá, Lázaro Cárdenas, Nuevo Jerusalén, Nuevo Tila, Nuevo Pedregal y Nuevo Mariscal, se reunieron para acordar estrategias que impidan el desalojo y que tomen posesión lacandones beneficiarios de un decreto presidencial que les dio más de 600 mil hectáreas de tierras de la selva.
Los indígenas señalan que luego de más de 20 años de habitar esas tierra y de varios intentos de negociación, las autoridades federales y estatales no han ofrecido garantías jurídicas sobre la tenencia de sus parcelas, a pesar de que tienen, afirman, el legítimo derecho.
"Desde el decreto de (el ex presidente Luis) Echeverría hasta hoy, sólo hemos recibido limosnas, migajas, desalojos, reubicación, burlas, engaños y amenazas de las autoridades federales, estatales y locales".
Precisaron que son pueblos originarios mayas. "Aquí nacimos y aquí moriremos, no aceptamos que nos sigan llamando comunidades irregulares, tampoco "somos pueblos invasores, y no aceptaremos diálogos que no se concreten en compromisos y acuerdos serios".
"No más amenazas ni presión tanto de los comuneros como de los subcomuneros de Palestina y Frontera Corozal; queremos que nos traten como personas y nos respeten como iguales, tenemos los mismos derechos como pueblos indígenas, merecemos justicia y dignidad. Queremos vivir en paz y armonía en nuestras comunidades", dijeron.
Apelaron a respetar el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, ratificado por el gobierno mexicano en 1990
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