LETRA S
Marzo 4 de 2004
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Las circunstancias las pone la vida

Mario Reyes

Braulio tiene 27 años de edad. Es abogado y está soltero por decisión propia, aunque no descarta tener un hijo. En el 2000 fue diagnosticado VIH positivo, tres años después de haber sido atacado sexualmente por varios individuos, suceso que a nadie comentó. En el lapso que media entre la agresión y el diagnóstico se practicó en seis ocasiones la prueba de detección de anticuerpos al VIH, siempre en laboratorios particulares y con resultado negativo.

"La primera vez que acudí a solicitar ayuda médica fue a los 20 días de haber sido atacado. El doctor me dijo que se trataba de una gonorrea. Inicié un tratamiento y las molestias desaparecieron temporalmente. En 1998 comencé a alejarme de mi novia, pues no sabía lo que me pasaba y no quería preocuparla ni compartirle mis angustias. Hoy en día seguimos en contacto, pero no sabe de mi condición serológica. En los primeros meses del 2000 padecí fiebres constantes, trastornos estomacales y una extrema pérdida de peso, por lo que decidí, una vez más, realizarme los exámenes del VIH. Esta vez fue en la Clínica Especializada Condesa. El resultado salió positivo. Mi reacción fue el aislamiento. La idea de la muerte no se separó de mí y la consecuencia de ello fue la negativa a atenderme. Además, temí que se me catalogara como gay o marica.

"Tardé dos años en aceptar mi condición. Sólo el dolor de mi madre y el profundo amor que siempre me demostró mi familia lograron modificar mi actitud y en 2002 comencé un tratamiento en un hospital privado. Este proceso de aceptación fue largo. Renuncié a reconciliarme con mi novia, a formar un núcleo familiar. Fue la parte más difícil y dolorosa de mi vida personal, pues anhelo ser padre. Algunos en mi familia pensaron que me había infectado por ser homosexual. Convencerlos de que la infección por VIH no está relacionada con la orientación sexual no fue fácil, pero finalmente lo entendieron. Muchas veces no se trata de cuestiones personales internas, sino de las circunstancias que te pone la vida. Como heterosexual es importante hablar abiertamente sobre el VIH/sida, porque la sociedad debe entender que ser seropositivo no es exclusivo de la gente gay.

"Desde hace poco más de un año me atiendo nuevamente en la clínica Condesa. La idea de la muerte la he superado. Ahora veo que tengo una nueva oportunidad para ser no el mismo, sino mejor, vuelvo a creer que puedo retomar muchas cosas que había dejado pendientes, es decir, recuperé la confianza en mí mismo. La etapa de depresión quedó atrás, aunque por momentos creo que siempre estará conmigo. Con respecto a tener hijos, a veces llego a decir que adoptaré uno. Creo que eso le daría luz y brillo a mis ojos otra vez."