CARNAVAL



LOS CARNAVALES en el mundo occidental tienen origen en las festividades de inicio del ciclo agrícola, en las que se invoca a las deidades de la fertilidad.

Se dice que en México el fraile Juan de Alameda fue quien introdujo la costumbre por 1550, en Huejotzingo, Puebla, para desterrar las ceremonias de la fertilidad que los indígenas practicaban ahí, posiblemente ignorando que éstas y el carnaval que promovía, tenían el mismo origen.

EN ESPAÑOL, carnestolendas siempre en plural, es la palabra original para designar esta festividad; quiere decir abstinencia de carnes.

Carnaval es un término equivalente, de origen italiano, que entró en uso después de 1611; ambos vocablos se refieren al periodo de abstinencia presente en la Cuaresma, aunque, de manera contradictoria en la fiesta suelen romperse las normas establecidas. Usualmente se celebra los tres días anteriores al miércoles de ceniza.

HAY CARNAVALES de carácter urbano, como los de los puertos de Veracruz y Mazatlán; otros como los de los Altos de Chiapas, los de la Huasteca, en Hidalgo, el de Pinotepa en Oaxaca o el de Tenosique, en Tabasco, conservan su profunda raíz indígena.

FIESTAS CON SABOR ANTIGUO EL DEL PUERTO DE CAMPECHE comparte espíritu con los del Caribe. En San Juan Chamula, además de la ceremonia de purificación, hay cambio de autoridades. También en Chiapas, los zoques realizan fiestas con sabor antiguo. Hay celebraciones en Mérida, Yucatán; en Tlaxcala son famosos los de San Bernardino y San Miguel Contla, Apetatitlán, Santa Cruz, Panotla y el de San Francisco Papalotla.

SINCRETISMO Y RESISTENCIA

SON POCAS las localidades en el centro y sur del estado de México que se quedan sin participar en estas celebraciones.

Los integrantes de la etnia ñañu, en Jilotepec, se transforman en los xhitas, personajes enmascarados. También se celebra carnaval en Metepec y Huixquilucan.

LAS COREOGRAFIAS y evoluciones de los actores independientes o los que se presentan en cuadrillas, son variadas. Los diablos son muy populares; es usual que los hombres se vistan de mujer. En las ceremonias en la que se invoca a la lluvia, los trajes son muy diversos. Por lo general, los danzantes llevan un látigo que chasquean imitando al relámpago o aparecen animales asociados con la naturaleza, como se hacía en las ceremonias prehispánicas.

ALGUNAS COSTUMBRES en los carnavales de la ciudades se adoptaron de las fiestas europeas, como el uso de cascarones de huevo rellenos de papelitos de colores o de harina, los desfiles con las comparsas y los llamados carros alegóricos.

EN LOS CARNAVALES, como sucede en muchas otras ceremonias, los indígenas aprovechan las fiestas del calendario gregoriano para proseguir sus actividades rituales. Las culturas locales como parte de sus luchas de resistencia, han generado diferentes estrategias, como la apropiación, que consiste en darle un nuevo carácter a lo que se considera útil a la cultura que lo hace suyo, al grado de que muchas veces es irreconocible por quien lo trajo o lo trató de imponer. Otra de las estrategias es el llamado sincretismo, que consiste en conciliar doctrinas diferentes.

QUIZA UNA ESTRATEGIA muy difundida, pero poco analizada es el mimetismo, que consiste en adaptarse a una situación específica sin perder la esencia propia. Eso explicaría en parte, por qué, después de tantos años de intentos para subordinar a las culturas indígenas, éstas siguen presentes, invocando y celebrando la fertilidad de la naturaleza en muchos de los carnavales del país.

Dibujo de Marco Buenrostro

 
 

Agradeceremos que nos envíen datos acerca de las celebraciones que se realizan en su comunidad, así como descripciones de sus costumbres y tradiciones. También serán bienvenidos sus comentarios y correspondencia a: La Jornada, Av. Cuauhtémoc 1236, colonia Santa Cruz Atoyac, Benito Juárez C.P. 03310, sección Cultura, página Tradición y Cultura.