Ojarasca 82 febrero de 2004

Tehuacán, Puebla

Agreden al defensor de derechos humanos Martín Barrios



El 30 de diciembre, Martín Barrios Hernández, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Valle de Tehuacán, regresaba de comprar alimentos para el desayuno cuando fue interceptado por dos individuos. Uno de ellos lo llamó por otro nombre y le gritó: "Ya no te estés pasando de listo", después lo golpeó con un pedazo de escombro hasta que se desvaneció.

Fue una amenaza cumplida. Desde noviembre Martín Barrios había recibido varias amenazas de muerte. ¿Quién o quiénes son los culpables de esta agresión? La respuesta definitiva sólo la podría dar una investigación de las autoridades judiciales, obligadas a realizarla por la denuncia formal que se presentó. Pero sin duda, muchas de las pistas de esta agresión se hunden en el conflictivo ambiente de explotación al que han sido sometidos los trabajadores, la mayoría de ellos indígenas, de la industria maquiladora poblana.

Las amenazas de muerte coinciden con la culminación de un grupo de demandas por despidos injustificados que determinó el pago de unos doce millones de pesos a favor 700 trabajadores que habían sido cesados de la empresa Tarrant Apparel Group. Las liquidaciones no alcanzaron a cubrir lo mínimo dispuesto por la legislación laboral. Sin embargo sentaron un precedente en el sector maquilador, que no suele pagar ni este ni otro tipo de prestaciones de ley. "El pago que han recibido por su despido es inédito. Esto ha causado malestar en otras industrias maquiladoras ya que empiezan a darse reclamos y mucha efervescencia laboral" afirma Barrios Hernández.

La lucha que están dando los trabajadores de las maquilas poblanas tiene gran importancia en el panorama laboral nacional, incluso ha trascendido las fronteras para encontrar aliados en Europa y América del Norte. Lo paradójico es que la están llevando a cabo personas que apenas se están incorporando a la vida urbana con experiencia muy reciente en la vida de fábrica. Martín Barrios, también autor junto con Rodrigo Santiago, del libro Tehuacán: del calzón de manta a los blue jeans (Red de Solidaridad de la Maquila, Tehuacán, Puebla 2003), afirma que 8 de cada 10 maquileros son indígenas. Los hay nahuas, mazatecos, algunos popolocas y mixtecos. Vienen de algunas de las zonas más pobres de México, como Zongolica, la Sierra Negra y el distrito de Huautla. Muchos han sido expulsados de zonas cafetaleras devastadas por la caída del precio del café. La mayoría viven en cuartuchos rentados, algunos de plástico y cartón. Son los habitantes de las más de cien colonias marginales e irregulares, sin electricidad ni drenaje, que han crecido al ritmo de la expansión maquiladora. Un 65 por ciento de ellos son mujeres, pero cada año se incorporan más hombres.

Martín Barrios relata: "Fue una lucha fuerte en la que se tomó la Junta de Conciliación y Arbitraje local. Hubo marchas, cosa que nunca había visto en la región. Los patrones estaban asombrados de ver a sus trabajadores salir a la calle. Tuvo que intervenir el gobernador para exigir a las empresas que respetaran los derechos".

Después del boom de la maquila la crisis ha pegado fuerte en Tehuacán. En los últimos 14 meses se han despedido a unos ocho mil trabajadores. Sólo el grupo Tarrant, de Kamel Nacif, conocido en la industria del vestido como "el Rey de la Mezclilla" redujo seis mil plazas en sus diferentes plantas de la región. La semana pasada cerró su planta en Pancingo. Este grupo no es sólo el campeón de los despidos, también lo es de las violaciones laborales. La denuncia de su régimen fabril y de su negativa a que se forme un sindicato independiente en la planta de Ajalpan, ha convocado la acción internacional.

La solicitud de la formación de un sindicato contrario al que manipulaba la CTM fue rechazada por la Junta de Conciliación y Arbitraje el 6 de octubre. En los argumentos para rechazar al sindicato se dejó ver el peso del "Rey de la Mezclilla": se argumentaba, por ejemplo, que no se habían entregado suficientes copias de la documentación. Tiempo después Kamel Nacif despidió a los organizadores del sindicato.

Ante esta situación, el Centro de Apoyo al Trabajador, de Puebla, convocó a la Red de Solidaridad de la Maquila con base en Canadá, a US/LEAP y Sweatshop Watch de los Estados Unidos y la Red de Apoyo para Mujeres Centroamericanas (CAWN) de Gran Bretaña. Estas organizaciones son parte de una red internacional queha presionado a las empresas multinacionales a expedir códigos de conducta laboral que los obligan a respetar los derechos laborales(en primer plano la libertad de asociación sindical) no únicamente en las plantas que ellos poseen, sino en las que maquilan sus productos.

Finalmente el Consorcio de los Derechos de los Trabajadores (WRC, organización que vigila las condiciones laborales de los proveedores universitarios de Estados Unidos) visitó la planta. La gerencia de Tarrant no permitió el acceso a la fábrica ni la lectura de los expedientes, pero el informe de WRC, basado principalmente en entrevistas con trabajadores, fue un elemento que asustó a las trasnacionales con la posibilidad de una campaña internacional de denuncia. Bastó la noticia de que Tarrant había obstaculizado la investigación de WRC, para que la compañía Levi Strauss, decidiera terminar su relación con el grupo Tarrant.

Carlos Abascal, titular de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, declaró que la maquila es "el modelo de la nueva cultural laboral del país". Hizo la declaración en noviembre del 2001. Quizá se refería al ambiente de violación sistemática de los derechos laborales como gancho para atraer inversiones. Hoy en medio de una profunda crisis del sector maquilador, los indígenas convocados por el trabajo en el Valle de Tehuacán parecen apuntar a otra cultura.
 
 

Eugenio Bermejillo
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