Anuncia el consejo electoral venezolano que el día 29 resolverá sobre la consulta revocatoria

Chávez irá a tribunales si se convoca a referendo

AFP, DPA Y REUTERS

Caracas, 13 de febrero. El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela informó hoy que el 29 de febrero dará a conocer si procede o no la convocatoria a un referendo revocatorio contra el presidente Hugo Chávez, en medio de un clima de fuertes presiones de la oposición, que exigía el anuncio para este viernes.

Chávez endureció su postura al advertir que si el CNE convoca al referendo apelará de la decisión ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), al reafirmar que hubo un ''gigantesco fraude'' de la oposición en la recolección de firmas, e insistir en que tenía el ''cuerpo del delito'' para demostrarlo.

La oposición venezolana afirmó que las autoridades electorales están colocando al país al borde la violencia, al retrasar la decisión sobre la procedencia de la consulta, por lo que los 18 partidos que componen la alianza Coordinadora Democrática (CD) entregaron un documento al CNE llamando la atención sobre esta situación.

La alianza, que prepara una marcha de protesta para este sábado rumbo a la sede del organismo electoral, afirmó en su documento que el CNE no puede dar una respuesta distinta a convocar al referendo, porque hay firmas suficientes y válidas.

Sostuvo que el CNE agregó mecanismos inaceptables al proceso de revisión de las 3.4 millones de firmas entregadas, con lo que se intenta anular un gran porcentaje, y acusó al gobierno de ''promover la violencia'', al colocar a chavistas en el trayecto de la marcha del sábado, así como en los alrededores del edificio sede de la instancia electoral.

El viceministro de Seguridad Ciudadana, Carlos Bettiol, exhortó a la oposición que durante su marchan evite llegar hasta el CNE, de acuerdo con el permiso que se concedió, y señaló que de no acatarlo no habrá represión, pero se les contendrá.

Los observadores internacionales de la OEA y del Centro Carter apremiaron a la autoridad electoral a cumplir con el nuevo plazo fijado para responder sobre el referendo, y ante algunos disturbios protagonizados en las calles por simpatizantes del gobierno y opositores, llamaron a las partes a "la calma".

Por la OEA, Fernando Jaramillo dijo: hay que ser ''excesivamente prudentes, porque este proceso y todo el esfuerzo que llevamos pueden irse al traste". Alertó contra hechos de violencia, y señaló que nadie quiere conflictos en Venezuela ni en la comunidad internacional.

En Brasilia, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva advirtió que una "radicalización" de la situación en Venezuela puede desembocar en "una guerra". No obstante, dijo que nunca los presidentes de América Latina han tenido una relación tan buena, por lo que procurarán ayudar a su homólogo Chávez para evitar la radicalización y a que se preserve la credibilidad de la autoridad electoral.

En las calles de Caracas apareció un panfleto anónimo de supuestos militares, atacando al gobierno y a los cuadros castrenses leales a Chávez. Habla de "repudio" a militares que muestra en fotos, y llama a seguir "la ruta democrática, el (viernes) 13 es el tope. Estamos con ustedes, defendamos nuestras firmas. Rovoquemos al régimen", reza.

Se mencionaba la fecha del 13, porque se creía que este viernes el CNE definiría si habría o no referendo. Al respecto, el diputado opositor Andrés Velásquez acusó al gobierno del panfleto, y el vicepresidente José Vicente Rangel lo atribuyó a "opositores golpistas".

Chávez insistió en que así como ha denunciado el "fraude masivo", el cual -afirmó- demostraría ante otros países, acotó que si en una apelación ante el TSJ éste aprueba el referendo, entonces sí lo acataría e iría a la consulta con la seguridad de ganar.

El mandatario, quien dijo que el CNE deberá tirar "a la basura" las firmas del fraude de la oposición, acusó a sus adversarios de querer desconocer la autoridad electoral, de buscar generar violencia e "incendiar" el país, para luego pedir la intervención internacional, porque saben que ''debajo de las cenizas habrá petróleo y hierro''.

Afirmó que hay pequeños grupos que quieren que haya muertos y que quieren repetir el clima de violencia del 11 de abril de 2002, cuando un grupo de militares rebeldes lo depuso durante 48 horas. Llamó a la paz y dijo que sus opositores no lograrán llevar a una guerra. Pero alertó a sus seguidores a no dejarse llevar "al matadero".