LETRA S
Febrero 5 de 2004
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Reglamentan anticoncepción de emergencia

Previene 52 mil embarazos al año
Estará disponible en centros de salud

ls-utero
La literatura científica considera que existe un embarazo sólo cuando un óvulo fecundado se ha implantado en el útero, lo que ocurre de cinco a siete días después de la fecundación, por lo que la PAE no es un método abortivo.
Infórmate, es tu derecho.
Llama al 5523-2580
(línea de anticoncepción de emergencia).
 
 
 

Rocío Sánchez

Con casi cinco años de retraso, la Secretaría de Salud (Ssa) incluyó finalmente la llamada anticoncepción de emergencia (AE) en la Norma Oficial Mexicana de los Servicios de Planificación Familiar (NOM-005-SSA2-1993). La nueva Norma, que reglamenta entre otros métodos el manejo de la AE por parte del personal de salud pública, debió haberse revisado y modificado en 1999, pero se publicó apenas el pasado 21 de enero en el Diario Oficial de la Federación, lo que generó, como se esperaba, encendidas polémicas y descalificaciones por parte de los grupos conservadores encabezado por la jerarquía de la Iglesia católica.

La "anticoncepción hormonal poscoito" (o píldora del día siguiente, como se le conoce popularmente) quedó definida de manera oficial como "un método que pueden utilizar las mujeres en los tres días siguientes a un coito no protegido con el fin de evitar un embarazo no planeado". Se indica que puede ser suministrado a las mujeres en edad fértil, incluyendo a las adolescentes. El método, que es el único disponible para prevenir un embarazo después de una relación sexual, consiste en tomar dos dosis altas de anticonceptivos orales comunes dentro de las 72 horas siguientes al coito no protegido. Entre una y otra dosis se deben dejar pasar 12 horas. La cantidad de píldoras depende de la concentración y la combinación hormonal que tenga la marca que se utilice, y puede ir de dos a 50 píldoras en total.

Elevar el nivel hormonal de la mujer puede inhibir la ovulación, o bien, crear condiciones adversas para que se dé la unión del óvulo y el espermatozoide. Estudios divulgados en años recientes han demostrado que la anticoncepción de emergencia no tiene ningún efecto cuando el óvulo ya ha sido fecundado.

La doctora Raffaela Schiavon, directora general adjunta del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva, explicó en entrevista a Letra S que la inclusión de la AE en la Norma Oficial implica capacitar a las y los prestadores de servicios de salud para que conozcan el método y puedan prescribirlo. Aclaró que el método se suministrará utilizando los anticonceptivos hormonales comunes disponibles en la Ssa, pues a pesar de que ya existen en México productos específicos, como Vika y Postinor, falta que sean incluidos en el cuadro básico de medicamentos.
 
 

No provoca abortos, los previene

Hasta antes de su inclusión en la NOM, sólo las organizaciones civiles y privadas podían promover y ofrecer su uso, ahora también podrán hacerlo las instituciones públicas de salud. En México funciona una línea telefónica de anticoncepción de emergencia desde 1999. De ese año al 2002 se recibieron 100 mil llamadas por año, explicó Guillermina Mejía, consultora del Population Council, en entrevista con Letra S. Si se considera que la AE reduce la posibilidad de embarazo hasta en 89 por ciento, la experta calcula que se previnieron 52 mil embarazos anuales.

Entre las reacciones contrarias a la nueva normatividad en métodos de planificación familiar, el grupo Provida anunció la distribución de 5 millones de folletos contra este método, al que considera abortivo. Provida recibió en 2003 dos asignaciones de 30 millones de pesos cada una, a través del Patrimonio de la Beneficencia Pública, que depende de la Ssa. La dirigente del grupo, Rocío Gálvez, informó que los trípticos --costeados presuntamente con los mismos recursos que les dio la Ssa-- se están repartiendo en escuelas, clínicas y parroquias para explicar "el gran engaño" que representa la anticoncepción de emergencia.

La NOM especifica que "una vez establecido el embarazo, (ese método) no es efectivo". Esto porque la mayoría de los médicos definen el inicio del embarazo como la implantación del óvulo fecundado en el útero. Paralelo a la prescripción del método, continúa el texto, debe darse un "intenso proceso de orientación y consejería" que explique a la usuaria que no es conveniente utilizarlo en forma regular, pues su efectividad es mucho menor (cerca de 70 por ciento) a la de los anticonceptivos orales usados de manera convencional. Además, debe recordarse que este método no protege de las infecciones de transmisión sexual, como el VIH/sida. Luego de la consejería "el prestador de servicios se debe asegurar que la usuaria entendió claramente el método y sus limitaciones", establece la Norma.