Exigen al gobierno contratar personal para dar mejor servicio en sitios históricos

Empleados del INAH rechazan tope salarial de 3.8%

JOSE GALAN

Los trabajadores administrativos, técnicos y manuales de la delegación D-III-24, sección XI, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se manifestaron contra el tope de 3.8 por ciento de aumento al salario impuesto a los sindicatos de la cultura y la educación en el país, y exigieron al gobierno federal que, en lugar de despedir trabajadores de base, contrate personal suficiente para otorgar una buena atención en sitios y monumentos históricos del país.

Denunciaron "maniobras oscuras" para impulsar a miembros de dicha delegación que buscan ostentarse como líderes, pese a que fueron derrotados en los comicios internos de 2003, y anunciaron su intención de recurrir a sanciones que, de acuerdo con los estatutos, pueden imponerse a quienes "buscan atentar contra la unidad sindical".

Ricardo Maisen Lozano, secretario general de la D-III-24 sección XI del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), en nombre de sus agremiados rechazó que las negociaciones salariales de los trabajadores de la educación superior y de la cultura sean supeditados al resultado de las pláticas entre sindicato y rectoría en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y que desde diciembre pasado fijaron un tope al aumento salarial de 3.8 por ciento que, dijo Maisen, "es una miseria y no reduce el rezago salarial de los trabajadores".

"Desde luego que pelearemos por una recuperación salarial. Ese tope no satisface a nadie y causa desatención y mal servicio a los cientos de miles de turistas extranjeros y nacionales que cada año visitan las zonas y monumentos históricos del país por falta de personal, malos calendarios y jornadas excesivas de trabajo, carencia de capacitación y, sobre todo, de personal."

Rechazó las pretensiones de Claudia Leyva Guerrero de asumir la representación sindical. Leyva Guerrero, quien ha ofrecido ruedas de prensa para denunciar la falta de democracia y de representación de la actual dirigencia delegacional del SNTE, "ya no está en funciones desde el pasado 5 de diciembre; ostenta una representación que no le corresponde, y hace plantones y declaraciones sin la aprobación de la asamblea sindical. No tiene más de 60 seguidores a escala nacional".

Y se fue a fondo: "el reducido número de trabajadores que perdió la elección pasada ha conformado un grupo de choque que intenta desestabilizar al sindicato como a la institución mediante chantajes como la toma de instalaciones", aunque la demanda disidente de democracia aún está sin respuesta.