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México D.F. Sábado 31 de enero de 2004

DESFILADERO

JaimeAvilés

Lecciones del Nicogate

José Espina von Roederich se cura en salud
Triste silencio demócrata ante Guantánamo

A PROPOSITO DEL NICOGATE -el caso del chofer de Andrés Manuel López Obrador que gana 63 mil pesos mensuales- mi correo electrónico se ha intoxicado de cartas enviadas por presuntos jóvenes militantes panistas, que subrayan lo de "jóvenes" para que uno se haga cargo de su inocencia y de su pureza violadas, en aras de las cuales se declaran "profundamente decepcionados" por la conducta "oscura y aviesa" del jefe de Gobierno capitalino, que "predica la austeridad, pero derrocha el dinero del pueblo".

Otros, no tan jóvenes, comenzando por el presidente Vicente Fox y la plana mayor del panismo, han hecho de este asunto una cuestión de vital importancia para la buena marcha política del país. No parecen salir de su "indignación" y de su "asombro". Pero hay otros que se lanzan al vacío envueltos en la bandera de la virginidad burlada por el oportuno hallazgo periodístico y desenvainan su espada colérica y flamígera... para evitar que les pisen la larga cola que arrastran. Tal es el caso de José Espina von Roederich, coordinador de la minoría panista en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. ƑY quién es ese señor?, preguntaría Cri-cri. Pues nada menos que el ex jefe delegacional en Benito Juárez, cargo que ocupó durante el trienio reciente. ƑY por qué dice lo que dice?

Bueno, ocurre que López Obrador tiene en su escritorio un expediente en el que Espina von Roederich aparece como presunto corresponsable en la comisión de un fraude calculado en 20 millones de pesos. Este se produjo en el otoño de 2002, cuando el que ahora invoca con tanto ardor la accción inmediata de la justicia autorizó a la empresa de la Monumental Plaza México a que diera inicio a los trámites para realizar lo que se conoce como "la temporada grande" en el ciclo 2002-2003, sin que la citada empresa hubiera cubierto los requisitos que marca la ley para proteger al público.

ƑCuáles eran tales requisitos? El titular de la empresa Plaza México SA de CV, un tal Rafael Herrerías Olea, tenía la responsabilidad judicial de presentarle al delegado el original y la copia de todos los contratos que garantizaban la actuación de los toreros que iban a participar en la temporada. Espina von Roederich debió exigirlos y comprobar que eran auténticos, pero no lo hizo. Una investigación de la Comisión Taurina del Distrito Federal, presidida por el videoasta Carlos Mendoza, reveló que, en la mayoría de esos documentos, Herrerías Olea falsificó la rúbrica de los matadores, de lo que hay pruebas concluyentes.

Sin embargo, Espina von Roederich no sólo no comprobó la autenticidad de los contratos, sino que autorizó a Plaza México SA de CV anunciar el elenco de toreros que intervendrían en la temporada, permitiendo con esto que Herrerías Olea defraudara al público por un aproximado de 20 millones de pesos. ƑCómo se llevó a cabo el atraco? De la manera más sencilla: el sedicente empresario publicó inserciones en los medios de comunicación, avisando a los propietarios de las tarjetas de "derechos de apartado" que si no las canjeaban en un plazo perentorio, pagando el monto correspondiente, las perderían de forma irrevocable. Esto, lógicamente, forzó a los aficionados a acudir a las taquillas para efectuar el canje de sus papeles a la brevedad. Y Herrerías se embolsó, hay que repetirlo, con la anuencia de Espina von Roederich, la suma antes mencionada.

El timo surgió a flote después, cuando uno de los toreros supuestamente "contratados" entró en conflicto con Herrerías y canceló su actuación en la México. Ante esto, el pretendido promotor taurino se excusó, alegando que entre él y el diestro José Tomás sólo existía un "acuerdo verbal". Abogados y periodistas descubrieron, no mucho más tarde, que en la mayoría de los casos los convenios con los artistas extranjeros anunciados en los carteles del derecho de apartado eran eso, acuerdos verbales susceptibles de romperse, sin que ello fuese motivo de sanción jurídica... excepto para el empresario y para el jefe delegacional en funciones, que le permitió la estafa.

ƑPor qué López Obrador, por medio de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, no ha perseguido jurídicamente a Herrerías y a Espina von Roederich por ese delito? Ese es un misterio inexplicable, como todos los misterios en general. Porque si ese robo en la modalidad de fraude se perpetró antes de la temporada 2002-2003, nada garantiza que no se hubiese dado en el ciclo 2001-2002 (con lo que el monto ascendería a 40 millones de pesos), cuando Espina von Roederich fungía como autoridad local y, mediante sus subalternos, particularmente la señora María Elena Aviña, toleraba la más variada clase de atropellos contra los intereses del público: reventa descarada, lidia de toros que no eran sino novillos y muchos más.

Ahora, reconvertido en paladín de la justicia, Espina von Roederich truena desde su pequeño Olimpo contra López Obrador y su bancada presenta, como hizo ayer, una denuncia penal contra el jefe de gobierno por violar el artículo 4 de la Ley de Austeridad impulsada por el mismísimo López Obrador. Este señala que los sueldos, como el del chofer Nicolás, sólo podrán ser percibidos por los funcionarios del Gobierno capitalino que ocupen puestos de director general para arriba, como oficial mayor, subsecretarios y secretarios. Asimismo, señala que ninguno de ellos podrá tener escolta, exceptuando al procurador y al jefe de la policía. El desenlace de la maniobra se antoja predecible: López Obrador demostrará que Nicolás es director general de la Unidad de Coordinación Logística y que no desempeña funciones de guarura, o que se trata en todo caso de un guarura desarmado y sin pistoleros a sus órdenes, cualidades que lo convertirían en una especie de James Bond del volante. Dudo mucho que la denuncia prospere.

El caso del Metro

Pero, como bien lo apuntaba Jenaro Villamil en su columna República de Pantalla del domingo pasado, hay moralejas del Nicogate que la oficina de Comunicación Social de López Obrador no tuvo la capacidad de transformar en ventajas. Miguel Angel Velázquez, en Ciudad Perdida del martes, descubrió que Nicolás gana la mitad de lo que cobra el chofer de Fox. ƑY cuánto gana López Obrador? Villamil lo dice: 65 mil pesos mensuales, esto es, 2 mil pesos más que su chofer.

La noticia que no ha alcanzado las ocho columnas es otra: el jefe de Gobierno del Distrito Federal -bajo cuya responsabilidad está el buen funcionamiento del espacio donde coexiste la décima parte de la población del país- gana bastante menos que el chofer del Presidente de la República. Y no sólo eso: encabeza una administración en la que todos los altos funcionarios cobran menos de la mitad del salario que percibe el chofer de Fox.

ƑCuánto reciben los choferes de todos los secretarios del gabinetazo? ƑMás que el gobernante de la ciudad de México? Sin duda. Esa, entonces, es la noticia. López Obrador vive en su propio departamento y paga luz, gas, comida y teléfono de su sueldo. Prácticamente no nos cuesta a los contribuyentes, que no podemos decir lo mismo de Fox, de la señora Marta y de los encantadores hijos de ambos, que gozan de los servicios de un ejército de asistentes pagados con dinero de nuestros impuestos.

ƑDe dónde saca López Obrador el dinero que le ha permitido, en sólo 36 meses, crear una universidad, construir 16 escuelas preparatorias y dos distribuidores viales de alto impacto, iniciar las obras del segundo piso del Anillo Periférico, regalar 600 pesos mensuales a 2 millones de ancianos, promover tianguis de útiles escolares a bajo precio, etcétera? Es obvio que del ahorro obtenido por su política de austeridad, la cual no se explica únicamente por los bajísimos sueldos de él mismo y de su equipo, sino porque se ha dedicado a tapar hoyos, abiertos por la corrupción durante la larga noche del PRI, por los que se iban al caño verdaderas fortunas.

Así ha ocurrido, por ejemplo, con el Metro. Cuando llegó al poder, descubrió que el sindicato de esa empresa de transporte contaba con prebendas inauditas. El líder del gremio estaba acostumbrado a recibir paquetes de "ayuda" antes de las grandes fechas conmemorativas del calendario comercial. Se acercaba el Día de la Madre y el sindicato cobraba, de cajón, 10 millones de pesos para la fiesta... aunque ésta no se pareciera ni de lejos a la boda de la hija de Salinas. Lo mismo sucedía en otras efemérides gloriosas. Venía el aniversario del sindicato y el GDF soltaba otros 10 millones de pesos, también para la fiesta. Y así, mes tras mes hasta agotarse el año, para volver a empezar con los Reyes del 6 de enero. Pero eso se acabó con López Obrador: un cálculo extraoficial indica que por el mero hecho de suspenderle tal clase de "ayudas" al sindicato del Metro, la administración de la ciudad logró un ahorro anual de 500 millones de pesos, lo que multiplicado por tres equivale a dos veces el costo del distribuidor vial de San Antonio.

El problema consiste en que no siempre se informa lo que se hace o lo que se tiene a la mano. En el Nicogate falló la oficina de prensa de López Obrador, que no supo dar una respuesta inmediata y subirse a la red -como dicen los tenistas- para poner al enemigo en retirada. Intimidados por la denuncia periodística, no supieron reaccionar en el momento y lograron, como decía mi abuela, que lo bueno pareciera malo. Se dejaron acorralar contra las cuerdas cuando habrían podido darle la vuelta al asunto, divulgando un boletín con la nómina de la plana mayor del GDF, empezando por el sueldo de López Obrador y terminando con el de Nicolás. Pero ya se sabe que el "hubiera" es un verbo condicional que no existe en la política. Mejores reflejos para la próxima vez.

Guantanameros

Avanzan las elecciones primarias del Partido Demócrata en Estados Unidos y ninguno de los precandidatos se pronuncia en serio contra la locura de George WC. Un magnífico tema sobre el que deberían manifestarse es el del campo de concentración de Guantánamo. ƑQué opinan John Kerry, Howard Dean y Wesley Clark de que en ese lugar haya más de 600 personas detenidas sin acusación formal en contra, sin abogados, sin comunicación con el mundo, sin derechos humanos de ninguna clase, ni siquiera los que prevé la Convención de Ginebra para los prisioneros de guerra? ƑEn caso de llegar a la Casa Blanca cerrarían o mantendrían abierto ese previsible infierno? ƑAcaso no los inquieta lo que pueda estar sucediéndoles a esas personas?

ƑQué tipo de martirio estarán sufriendo los prisioneros de Guantánamo? ƑLes aplicarán los viejos métodos de tortura que todos tememos? ƑEstarán sujetos a experimentos científicos, como los que realizaban los nazis con los judíos? ƑLes lavarán el cerebro? ƑLos estarán convirtiendo en la Femme Nikita? ƑPor qué los llamados opositores a Bush no se preocupan por ellos? ƑY la ONU? ƑY nosotros mismos? ƑNo es un asunto monstruoso?

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