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México D.F. Sábado 3 de enero de 2004

Gustavo Iruegas

Cumbres en cordillera

Reunidos en la cumbre del Grupo de Río, en el balneario de Bábaro, República Dominicana, los presidentes latinoamericanos no escuchaban con entusiasmo la larga perorata de su colega venezolano, Hugo Chávez, pero resintieron su comentario de que "mientras nuestros pueblos tienen que sobrevivir de crisis en crisis, nosotros nos la pasamos de cumbre en cumbre", aludiendo la poca utilidad que tienen esas costosas y frecuentes reuniones.

En nuestra región hay cumbres del Grupo de Río, Iberoamericana, de las Américas, y, subregionalmente, de caribeños, centroamericanos, andinos y del Mercosur, así como del Plan Puebla-Panamá. También hay una de Latinoamérica y Europa.

El proceso se inició en 1986 con la reunión en Acapulco del Grupo de los Ocho, que se convirtió en el Grupo de Río, al que se fueron adhiriendo primero el resto de los sudamericanos y luego los centroamericanos. El Caribe participa como grupo con un representante, aunque Cuba no ha sido invitada. El Grupo de Río, como otros foros, se reúne una vez al año y produce una Declaración. Un documento en el que cada delegación se asegura de meter un párrafo, a veces verdaderamente surrealista, que justifique su participación. Es memorable uno de ésos que prometía la pronta construcción de una vía fluvial que conectaría el Orinoco con el Río de la Plata.

Una revisión de los compromisos consignados en los documentos finales de las cumbres demostraría que los pocos compromisos que se cumplen son los de sede y fecha de la siguiente reunión.

En 1991 América Latina, España y Portugal comenzaron el cultivo político del campo, que juntos conforman en la cultura universal, y crearon la Cumbre Iberoamericana. El nuevo concepto implicaba para los latinoamericanos una reunión con europeos, sin Estados Unidos; para los ibéricos, una demostración de su influencia en Latinoamérica ante sus contrapartes de la Unión Europea. Para Estados Unidos, un rompimiento con la vieja doctrina Monroe, que era necesario neutralizar.

La respuesta a la Cumbre Iberoamericana fue la de las Américas, que Estados Unidos albergó a finales de 1994 en Miami. Se reúne cada cuatro años. Su segundo encuentro fue en Santiago de Chile en 1998, y la tercera en Quebec en 2001. Ahí se concertó la Cuarta Cumbre de las Américas, a celebrarse en Argentina en 2004. No obstante, desde mediados de 2002 la cancillería canadiense empezó activas e inexplicadas gestiones para la realización de una cumbre intermedia entre Quebec y Buenos Aires, con el ALCA como tema, en México. Nuestro país dijo que para aceptar ser sede de una reunión de ese calibre requería que hubiera una petición de los países de la región y que la agenda fuera la de los temas del momento. Brasil señaló que no le interesaba, pero que la decisión la tomaría el nuevo gobierno. Con eso la cuestión quedó diferida para 2003. A principios de año el presidente Lula envió una carta al primer ministro canadiense, en la cual le dijo que consideraba innecesaria una reunión para el ALCA, que ya tiene su propio cauce y calendario, y que en todo caso se interesaría en una reunión que tratara temas sociales. Canadá informó: "Los brasileños ya aceptaron". México respondió: "La lectura de esa carta indica que no aceptó", y preguntó: Ƒqué es lo que quiere Canadá? ƑUna reunión para tratar un asunto o simplemente una cumbre? La respuesta, lacónica, fue: Una cumbre. La otra pregunta, Ƒpara qué?, no tuvo respuesta.

El acuerdo superior fue que México no aceptaría ser sede. Sin embargo, a finales de abril se anunció que México había aceptado hospedar la reunión que se llamaría Cumbre Extraordinaria, y que la IV Cumbre de las Américas se celebraría en Argentina en 2005. Se estableció la sede y la fecha: Monterrey, en enero de 2004. Pero faltó el motivo y la agenda.

A finales de noviembre la OEA y la cancillería mexicana ofrecieron una conferencia de prensa en ocasión de una reunión placébica con organizaciones civiles. En ella se dijo que la Cumbre Extraordinaria tiene su justificación en el hecho de que desde la última reunión de Quebec hay al menos 13 nuevos jefes de Estado y han ocurrido actos como el del 11 de septiembre y los procesos democráticos en las américas (sic), y es muy importante que de alguna forma se reafirmen los principios y los valores compartidos dentro de la OEA. Se añadió que la Cumbre Extraordinaria iba a tratar tres temas: crecimiento económico con equidad, desarrollo social y gobernabilidad democrática.

En esa información hay que encontrar la razón de reunir de manera extraordinaria a los 34 jefes de Estado y de gobierno de América. Como no tiene nada de extraordinario que en un grupo de 34 naciones, en el que la mayoría de los periodos de gobierno es de cuatro años, hayan cambiado 13 mandatarios en tres años, ése no puede ser el motivo. Hay que preguntarse entonces Ƒpor qué es importante que se reafirmen principios y valores que compartimos dentro de las Américas? ƑAcaso están en duda? ƑSerá que los nuevos mandatarios los desconocen o no se consideran comprometidos con ellos? Ni uno ni otro son razones convincentes. Son solamente la justificación retórica de la reunión. Tampoco lo es el 11/9, asunto para el cual Estados Unidos ha conseguido todo lo que ha querido de los países latinoamericanos y cuyas secuencias se producen en otras partes del mundo. Lo demuestra el hecho de que el terrorismo no está en la agenda.

Los temas que se anuncian servirán quizá para elaborar la declaración presidencial, documento que no resulta significativo porque se redacta antes de que se reúnan los mandatarios, no produce fórmulas para la solución de tan acuciantes problemas y solamente enuncia buenos propósitos que se desvanecen en las generalidades. No es producto de información depurada, inteligencia y talento de los caudillos del continente.

Todo aquel que conoce esas reuniones sabe que lo interesante está en los momentos en que los presidentes conversan, y que entre más acompañados están menos sustanciosa es la charla. En esa reunión puede estar la respuesta a la pregunta Ƒpara qué es la cumbre extraordinaria?

No se conocen los motivos de la convocatoria, que debieran ser extraordinarios, pero podrían ser tan ordinarios como una foto de familia con padrino. Habrá que estar atentos.

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