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México D.F. Viernes 7 de noviembre de 2003
El poeta y secretario de Estado de Cultura de ese país habla para La Jornada
Se impulsa cruzada en España para asumir la lectura como gozo y conocimiento: Cuenca
CESAR GÜEMES ENVIADO
Tampico, Tamps., 6 de noviembre. Dos hechos marcan el desarrollo de las últimas actividades del festival Letras en el Golfo: la lectura colectiva en la que participó Hans Magnus Enzensberger, realizada la noche de este martes, y la presencia del secretario de Estado de Cultura del gobierno español, el poeta, traductor y ensayista Luis Alberto de Cuenca, quien habló en exclusiva para La Jornada.
Enzensberger galvanizó al público, conformado mayoritariamente por jóvenes estudiantes, al dar lectura a varios de sus poemas. Flanqueado por sus compañeros de jornada, Guillermo Samperio, Pascale Petit, Breyten Breytenbach e Ignacio Padilla, Hans Magnus dio lectura a algunos de sus poemas, entre los cuales el más aclamado fue Un día negro, que dice: ''En tales jueves/ se corta el dedo incluso el más/ experimentado carnicero./ Todos los trenes tienen retraso/ porque los suicidas/ no pueden contenerse".
La presencia de Cuenca, por su parte, obedece al mismo motivo que la del resto de los escritores reunidos en Tampico: acercar la literatura a los posibles lectores. Quien fue director de la Biblioteca Nacional de España es autor, entre numerosos poemarios, de La caja de plata, El otro sueño, El héroes y sus máscaras, El hacha y la rosa y Sin miedo ni esperanza.
-Pareciera que la vida del poeta y del político no se tocan. ƑCómo hace usted para mantenerse en ambos lados?
-Son profesiones diferentes pero al mismo tiempo pueden ser compatibles si uno sabe priorizar lo que debe hacer en cada momento. Si se está en un cargo público, uno se debe a ese cargo y es preciso ocupar el tiempo en las funciones correspondientes. Claro, tampoco se puede renunciar a la condición de poeta. Se puede hacer compatible el trabajo dentro del Estado, porque lo que trabajo es la poesía, si fuera novelista las cosas seguramente me resultarían muy distintas. La poesía se puede hacer en esos pequeños momentos que tiene uno a solas, ya sea durante la semana laboral o en los fines de semana. El que es poeta ya puede actuar como pontífice romano o como presidente de un país, de cualquier forma continuará escribiendo poesía.
-Desde ese punto de vista, a diferencia de otro oficio, con el de poeta se nace.
-Creo que se nace con una determinada forma de mirar. El poeta es alguien que observa al mundo de forma singular. Lo misterioso está en saber por qué a ciertas personas se les da esa mirada, así como a otras se les da la capacidad de ver el mundo y reflejarlo en un cuadro.
De Cuenca es célebre en el mundo de habla hispana, particularmente en la academia, por sus traducciones de Chrétien de Troyes, Guillermo de Aquitania o Geoffrey de Monmouth. Curiosamente, como explica el escritor, el reconocimiento que tiene en México y el resto de Latinoamérica por esos trabajos, no se nota del todo en España: ''Evidentemente en México se aprecia más la labor de los traductores, de los cuales, y no porque sea una de mis facetas, todos sabemos su importancia. Vamos, que uno dedica muchas horas a esa labor, sobre todo cuando hablamos de textos antiguos, y eso merece ser apreciado. Es verdad que me he dedicado mucho a la literatura del periodo artúrico, y echo en falta esa actividad, porque mientras ejerza una función política es imposible trabajar en la traducción o la investigación, que es otra de mis vetas. En cuanto deje el cargo, retomaré mi labor primigenia".
Traslación de uno mismo
-ƑHaber traducido libros que desde el inicio fueron clásicos implica un peso?
-Sí, pero lo llevo muy bien porque he aprendido de personas que se dedicaron a lo mismo en el pasado. Por ejemplo, seguí durante mucho tiempo el trabajo de un mexicano, José Amezcua, a quien conocí en España y cuyos trabajos forman parte de mi vida. Así que la filología, la ciencia y la literatura son actividades continuas en las cuales pasamos la estafeta de nuestra labor a las personas más jóvenes que se dedican a lo mismo.
-Cuando hace poesía, Ƒse traduce a sí mismo?
-En algún sentido sí. En el cruce de lecturas que hay en cada persona que escribe hay que elegir, tanto como elige el traductor. Tengo la sensación, en efecto, de que toda escritura propia tiene algo de traslación de uno mismo.
Según señala De Cuenca, el problema de la falta de lectura en su país es ligeramente menos severo que en México, y para ello han tomado medidas. En España, señala, 50 por ciento de la población ha leído un libro alguna vez, mientras que el otro 50 por ciento no ha leído nunca un libro:
''Decidimos atacar el problema desde el inicio: comenzamos en 2000 un programa de cuatro años consistente en una campaña que se difunde por radio, televisión y prensa enfocada a los jóvenes. Si no se fomenta la lectura desde el inicio de la vida, es casi imposible adquirir el hábito de leer.
''Nuestra campaña se basa en que no sólo leemos por informarnos, sino por placer, y que en casi todas las ocasiones ambos rubros, el gozo y el conocimiento, van de la mano en los libros. Además, la campaña incluye la creación de nuevas bibliotecas, refuerzo de las bibliotecas escolares y medidas que favorecen a las editoriales mediante la compra de tirajes para enriquecer los acervos públicos."
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